EL VERDADERO SENTIDO DE LA COMEDIA A TRAVÉS DE SU HISTORIA
Enviado por Andy Bermúdez • 1 de Abril de 2020 • Ensayo • 1.593 Palabras (7 Páginas) • 229 Visitas
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EL VERDADERO SENTIDO DE LA COMEDIA A TRAVÉS DE SU HISTORIA
Nombre: Paula Andrea Martínez Bermúdez
Ficha: 1752071
Docente: Rafael
Año: 2019
INTRODUCCIÓN:
El exito de la commedia dell'arte se debe a la capacidad que tiene de captar el pulso de su público en su totalidad desde la nobleza a las masas de las plazas y sabe dirigir sus representaciones hacia ellas. El teatro de “improvisación” sobrevivió gracias a su público que no lo dejaba morir de forma tal que se considera “una conspiración metafísica contra la mortalidad”(Madden 1975). La aparobación del público era el credo del actor, un dogma parecido a los principios que proponía Lope de Vega en su Arte Nuevo. Por parte del público existía un deseo de mantener esa relación viva que seguía tan vigente en el siglo XVII como lo habia estado en los siglos anteriores, como resultado entre los gustos del público y el deseo de los cómicos para satisfaserlo, la comedia española echó raices en Italia quedandose con el repertorio hasta finales del siglo XVIII.
Si bien el camino de la comedia española estaba obstaculizado por varias dificultades, a la hora de definir conceptos escénicos concretos, llegando a finales del siglo XVI cambió el discurso al concentrarse de manera absoluta el nuevo género donde lo que antes era inestabilidad, aproximación se transforma en un sólido engranaje, dandole un cambio de perspectiva pues pasa de ser simple entretenimiento y diversión a un auténtico oficio.
1. EL TEMA Y LA ACCIÓN
Se conoce que el primer Barroco esta separado de la Iglesia y se aleja de las cortes seculares, acudiendo al público de las ciudades. Lo que le interesa no es el estudio de los sentimientos y pasiones como tales, sino como elementos del destino humano, y además encuentra el nuevo sentido de la comunidad : la personalidad histórica, el hombre se convierte en un ser moral e histórico. La cultura antigua y la bíblica serán el cauce del destino moral, haciendo que en el teatro el espectador se siente en comunión nacional y moral. Es el nuevo templo civil que deja a la Iglesia una función religiosa especializada, ya que este espíritu nacional y moral se ofrece transido de sentimiento religioso.
El diálogo y los cuadros renacentistas se convierten en una acción digresiva proveniente de lo típicamente cristiano, y por lo tanto trabada. No hay miembros unidos mecánicamente sino partes que forman el conjunto de la vida moral. Esta acción, se siente inmediatamente y conviene advertirlo, es una acción parada ; su dinamismo está encadenado. Lope de Vega es el que logra deshelar esta acción ponerla en movimiento dandole el ritmo de la acción.
La opinión que podía tenerse en España de la comedia francesa durante el siglo XVIII debido la falta de testimonios directos se basa en conjeturas, el interés que suscitó y la inclusión de algunos de sus títulos en los programas de reforma denotan una apreciación aunque principalmente fue otorgada por el prestigio de Molière donde la realidad de las apreciaciones concretas de la comedia francesa es debido a la personalidad de su autor, Juan Andrés quien en el volumen IV (publicado en castellano en 1787) de su conocida historia literaria se refiere a la situación de la comedia en Francia, sus mayores elogios se dirigen a Molière (véase Andrés 1784-1806: IV, 177-187), lo presenta como el creador de la comedia moderna y renovador del teatro y lo pone por encima de los poetas cómicos de Grecia y Roma: “Vino entonces Molière, y versado en la lectura no sólo de los cómicos antiguos y modernos, sino también de los otros poetas y de los mejores escritores de la Antigüedad, y dotado por la naturaleza de un singular talento para conocer lo ridículo de los hombres y para presentarlo con delicadez a los ojos de los oyentes, mudó el gusto del teatro cómico e hizo sentir el verdadero placer de una buena comedia. Los extraños accidentes, los complicados enredos, las groseras burlas y las vulgares farsas cedieron el lugar a las naturales y verosímiles situaciones, al ingenioso diálogo, a los caracteres bien expresados, a las graciosas y delicadas burlas, a las agradables lecciones de moral y buen gusto, a la dulce y útil filosofía.” (Andrés 1784-1806: IV, 178), Molière estudió el ridículo de la ciudad y la corte, cuantos defectos observó le dieron variedad de características, dandoles un admirable fondo de gracia y de burla fina, recargaba las cosas pues para él era necesaria tal exageración para hacer más fuerza al espectador, acostumbrado a ver retratos todavía más cargados que los suyos.
El elemento cómico en el Renacimiento está unido mecánicamente al tema principal: ambos son independientes. En el primer Barroco unos temas se tratan seriamente y otros de una manera cómica; irnos y otros, sin embargo, están unidos intencionalmente. En el segundo Barroco, lo cómico y lo serio se dirigen al mismo fin ; por eso surge la figura del gracioso. La diferencia entre el Renacimiento y el primer Barroco consiste en que la independencia intencional de aquél se somete en éste a la unidad de propósito. De aquí que el primer Barroco continúe utilizando la figura de entremés e incluso que algunas de las acciones cómicas sean verdaderos pasos, pero tanto los pasos como las figuras están explorando aspectos distintos de la misma idea fundamental que mueve a los personajes serios. En cambio en el segundo Barroco, el gracioso se dirige al mismo fin que el caballero. Con Lope, el gracioso no sirve para trasladamos a otro tema, sino a otro plano, desde el cual se abarca otra zona del blanco al cual apunta también el caballero.
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