Educación Prehispanica
Enviado por citlaliramos28 • 12 de Mayo de 2014 • 1.927 Palabras (8 Páginas) • 232 Visitas
CARACTERISTICAS DE LA EDUCACIÓN DE LOS ANTIGUOS MEXICANOS.
INTRODUCCIÓN.
Es evidente que todas las cosas al paso del tiempo tienen miles de transformaciones. Estas transformaciones pueden ser tanto positivas como negativas, para mejoramiento o decaimiento de algo concreto. La educación como algo que se considera proceso, también ha presentado todos estos cambios que se mencionan, de manera que la evolución sea para un mejoramiento del mismo.
La educación, si nos referimos a muchos años atrás podemos notar las diferencias increíbles que se identifican con la educación actual; por ello, en este ensayo explicaremos esas implicaciones que han determinado los cambios, esas explicaciones que nos dan las lecturas realizadas durante el bloque I y II de los cambios que han trascendido dentro de la educación, y precisamente, el tipo de educación que se impartía en esa época antes y después que los españoles llegaran a tierras ajenas.
Poder trasladarnos al mundo antiguo, nos hará reflexionar y analizar de manera centrada, la situación a la que los hombres de antes se enfrentaban para poder recibir educación, y de esa distinción de clase que se ha propagado hasta hoy en día. Siempre existiendo los de mayor y menor rango, los que reciben los mejor de aprendizaje y quienes reciben lo necesario para sobresalir en su contexto, teniendo en cuenta que esto necesario, era precisamente cosas y labores de campo, actividades que debían continuar realizando como herencia de sus padres.
La educación en las sociedades antiguas, como los náhuatl, por ejemplo, aquí la educación era algo muy importante tanto para los que la impartían como para los que la recibían; los maestros eran considerados personas sabias, que tenían la única responsabilidad de dar los conocimientos necesarios a los alumnos, no solo era importante transmitirles los conocimientos teóricos, sino lo más importante era que éstos conocimientos fuesen llevados a la práctica de manera que pudiese sobresalir de alguna forma a las circunstancias de su vida cotidiana.
“Hacer que los educandos tomen un rostro, lo desarrollen, lo conozcan y lo hagan sabio”; este era una de las finalidades del “temachtiani” o maestro náhuatl, refiriéndose al rostro como algo de conocimiento.
El mundo mexica se caracterizaba por el cuidado que ponían los gobernantes en el buen funcionamiento de su sistema educativo. Las escuelas de Tenochtitlan atendían a los jóvenes de acuerdo con su extracción social: los hijos de los nobles acudían al Calmécac, institución que se hallaba dentro del recinto ceremonial y en donde se le ponía más empeño en la enseñanza de tipo intelectual, mientras que los vástagos de los demás pobladores, conocidos genéricamente como macehuales, asistían a las escuelas de jóvenes, llamadas Telpochcallis, que había en cada barrio en donde se preocupan especialmente por lo que se refiere al desarrollo de las habilidades del joven para la guerra y la caza.
Si bien es reflejado ahí, las divisiones sociales que ya se empezaban a mostrar dentro de una misma comunidad, de aquellos nobles que lo merecían todo y lo mejor, mientras aquellos trabajadores, solo estaban en la tierra para continuar siendo eso, propagando la herencia de sus ancestros, y mereciendo lo necesario para las actividades del campo. Existía también, la diferenciación entre los hombres y las mujeres y de acuerdo a eso, la educación que cada uno debía recibir; por ejemplo, al cumplir los quince años, los varones adolescentes eran obligatoriamente enviados por sus padres al Calmécac o al Telpochcalli, de acuerdo a su clase social, mientras que las jovencitas continuaban instruyéndose en casa, junto a sus madres, en las labores ancestrales que las capacitarían, cuando llegara el momento, para ser buenas esposas.
Las familias de Tenochtitlan consideraban a sus hijos como una dádiva de los dioses; los hijos darían continuidad al linaje, colaborarían en las actividades productivas de la familia y aprenderían a respetar a sus mayores y a vene¬rar a las deidades. Algún día celebrarían su matrimonio, conformando así un nuevo pilar en la organización social del calpulli.
A partir de la distinción que se le hizo al hombre y a la mujer, para algunas familias, tenía demasiada importancia las doctrinas que se llevaban a cabo en esos tiempos, por ello, existían sociedades y familias en las que a una mujer está destinada para vivir sirviendo de las labores domésticas, mientras otras a la vida religiosa. A una determinada edad, los padres las llevaban a un convento para iniciar su preparación sacerdotal, siendo éstas unas señoritas llenas de castidad, nobles, puras y vírgenes de cuerpo y alma, preparadas para iniciar una vida con Dios cumpliendo con los requerimientos adecuados.
Sin embargo, como bien lo marca una de las lecturas, en Yucatán la mujer estaba observada prácticamente como el pilar que sostiene un hogar. La labor de la mujer yucateca era especialmente de las labores domésticas, quienes educaban a las hijas, dándoles una formación buena tanto moral como en doctrina. Generalmente, de ellas dependía en gran parte el sustento de la casa, así que debían realizar lo necesario para hacer que en su hogar no faltase nada, ni mucho menos lo necesario. Se consideran mujeres muy fuertes y con mucho valor, diciendo también que son muy fecundas y tempranas en parir. De acuerdo a su expectativa sobre la vida, las mujeres yucatecas tenían demasiadas creencias en ídolos y Dioses, quienes les permitían llevar la vida que ellas deseaban mediante sacrificios.
Para todo esto, los padres eran la herramienta necesaria y especial para que los hijos fuesen unos buenos ciudadanos dentro de la sociedad que los acogía, dentro de la escuela en donde recibían educación y con todas aquellas personas que lo rodeaban. Por tanto, no había mejor consejo recibido que de aquellas personas que te brindaron la vida y toda la confianza para que vos sobresalieras de circunstancias adversas.
Esas enseñanzas que los
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