Educación Religiosa Y Militar. La Educación De Las Mujeres.
Enviado por alisspalacio • 14 de Junio de 2012 • 2.648 Palabras (11 Páginas) • 3.031 Visitas
Introducción.
La educación a existido desde siempre, claro, no siempre fue de la forma como hoy la conocemos, con instalaciones “adecuadas” para llevar a cabo ahí la enseñanza y con un maestro al frente que te explicara las cosas, la educación existe desde que los primero pobladores enseñaban a sus hijos las actividades que ellos realizaban y que eran necesarias para su vida diaria, tales como caza, pesca, recolección, manufactura de armas, etc.
El educar a una persona esta adquiere nuevos conocimientos que le son útiles para su vida y desde siempre estos conocimientos se transmiten de las personas mas experimentadas a nuevas generaciones.
Así como lo es para otras culturas, en México la educación era un aspecto considerado de suma importancia, pues ahí era donde los jóvenes iban formándose para desempeñar su cargo según su clase, dentro de la sociedad.
En este documento podremos encontrar como es que funcionaba la educación en el México prehispánico, tipo de escuelas y para quien estaban designadas, que actividades se realizaban dentro de ellas y las reglas que existían, así como el papel que jugaba la mujer en la sociedad y como era educada.
La educación religiosa y militar en el México prehispánico.
Los niños y jóvenes tenían presente la importancia de los valores, la guerra y lo militar.
Todos los jóvenes se educaban tendientes a involucrarse valores religiosos y patrióticos, (dado los fuertes lazos de pertenencia a grupo) se trataba de crear en los niños, un vínculo identitario, un respeto de unión con el resto de la sociedad a la que dependen y deben servir.
Un punto importante fue la creencia de un Dios “nacional” que había de guiarlos y protegerlos (esto se configuró como una clave de su expansión y desarrollo como pueblo).
Se inculcaban valores como: el sacrificio, abnegación el valor en la lucha, el trabajo por el bien común, la resistencia a la adversidad, un fuerte sentido de la moral y llevaban una formación psicológica de los individuos.
Para los chicos había dos tipos de escuelas, el Calmecác para los hijos de gente noble y el Telpochcalli para los hijos de las clases pobres.
Cabe mencionar que para entrar a cada una de estas escuelas los padres tenían que realizar ciertas encomiendas para que sus hijos fueran aceptados por los sacerdotes.
Al aceptarlos les agujereaban el labio interior para ponerles una piedra preciosa en señal de pertenencia.
Antes de que un niño entrara en alguna de las escuelas citadas, los padres deberían satisfacer determinados requisitos.
Según algunas noticias proporcionadas por los cronistas, se puede pensar que hubo cierta diferenciación en los estudios indígenas; así, cuando el padre Durán habla del calmecác que estuvo anexo al templo de Huitzilopochtli, afirma que había dos monasterios: uno era para “mancebos recogidos de diez y ocho y veinte años, a los cuales llamaban religiosos pero también estaban ahí otros muchachos como monacillos que servían en este templo”. No cita en esta ocasión su edad, pero en otra parte en que habla de lo mismo refiere que tenían entre ocho y nueve años.
En cuanto al segundo monasterio, estaba dedicado al sexo femenino y era para doncellas de doce y trece años.
Los Mexicas centraban la educación en el núcleo familiar o en los templos- escuela, estos centros no eran iguales para toda la civilización, puesto que las familias de los gobernantes tenían otras cosas que transmitir al igual que los templos-escuela en donde sus hijos asistían (calmecác). Todos los conocimientos que ellos recibían tenían su origen en su calidad de nobles, los cuales estaban en condiciones de ser preparados desde muy temprana edad en sacerdotes, ya que la educación que se impartían era netamente religiosa-militar. La diferencia sobre la educación entre los nobles y los plebeyos no radicaba en los conocimientos esenciales, sino hasta qué grado y profundidad podrían llegar a saber y con eso hasta qué grado llegarían a la escala social.
Con respecto a los edificios, por lo menos en México prehispánico, había unas 78 escuelas según el Fray Bernandino de Sahagún en cambio, para otros autores como el Fray Diego Durás no pasaban de los 10 o 12, las cuales se encontraban cerca de la ciudad, cada uno con sus respectivas deidades. Estas son:
Tlillan calmécac, regido por la diosa Cihuacóatl
México calmécac, dedicado al dios Tláloc
Huitznáhuac calmécac, consagrado al dios Huitznáhuac
Tetlanman calmécac, de la diosa Chantico
Tlamatzinco calmécac, de Tlamatzinco o Tzcatlipoca
Yopico calmécac, consagrado al dios Totec o Xipe
Tzonmolco calmécac, del dios Xiuhtectutli
Pochtlan calmécac, monasterio de Yacatecuhtli
Atlauhco calmécac, de la diosa Huitzilincuátec
Quetzalcóatl calmécac, del dios Quetzalcóatl
Amantlan calmécac, del dios Cóyotl Ináhual
Tlilapan calmécac, del dios Mixcóatl
Mecatlan calmécac
Características tenían la educación religiosa;
*Calmecác; (del náhuatl calli 'casa', mecatl 'morador' y -c 'lugar') era la escuela para los hijos de los nobles aztecas. En esta escuela se les entrenaba para ser sacerdotes, guerreros de la élite, jueces, senadores, maestros o gobernantes, educándolos en historia, astronomía y otras ciencias, la medición del tiempo, música y filosofía, religión, hábitos de limpieza, cuestiones de economía y gobierno, y sobre todo, disciplina y valores morales. Había maestros especiales que les enseñaban la tradición, y leían y aprendían de memoria las historias ilustradas en los códices. La escuela funcionaba como un internado, donde los jóvenes vivían, dormían y comían. Con los aspirantes a sacerdotes su educación se enfocaba en la religión, e incluía rituales, cantos a los dioses e interpretación de los sueños. Los aspirantes a guerreros de la élite o a gobernantes recibían más entrenamiento militar y sobre asuntos de economía y gobierno.
Los jóvenes de los nobles eran educados en casa cuando pequeños, pero a cierta edad, que diversos autores asignan entre 7 y 15 años de edad, entraban a vivir en el calmecác. Desde el momento de su entrada, se hacía un ritual especial en el que se hería a los niños para acostumbrarlo a soportar el dolor. Su educación variaba de acuerdo a la edad, pero cuando eran adolescentes iniciaba su entrenamiento militar, y cuando eran jóvenes adultos, se les llevaba a la guerra.
Para los aztecas era muy importante que sus gobernantes fueran aptos para los cargos que desempeñaban, tuvieran la capacidad de tomar
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