El Precio Del Poder Masculino
Enviado por grifindorest • 19 de Octubre de 2012 • 795 Palabras (4 Páginas) • 391 Visitas
El hombre: el precio del poder masculino.
La idea de masculinidad y por ende de hombre en el contexto tiempo y espacio del siglo XVII del Chile tradicional, está vinculada a los procesos sociales dentro de las relaciones familiares patriarcales y que aun en nuestros días podemos evidenciar rasgos de esas características tan propias de ser hombre, el poder que nos confiere la sociedad por ser hombres y el precio que tiene ser parte del grupo masculino.
Ya en el siglo XVII la idea de hombre viril, masculino está arraigada en la sociedad, en algunos textos y libros como la perfecta casada, Relaciones afectivas y violencia intrafamiliar en el Chile Tradicional, entre otros textos deja claro que la adquisición de la masculinidad hegemónica es un proceso a través del cual los hombres llegan a suprimir toda una gama de emociones, necesidades y posibilidades, la receptividad, la empatía y la compasión, experimentadas como inconsistentes con el poder masculino, ya que no existe libros y documentos que evidencien los sentimientos, emociones que los hombres experimentan en sus vida y de los factores que la pueden haber marcado . En este contexto los hombres han de hacer muchas cosas para tener el tipo de poder que asociamos con la masculinidad: tienen que lograr un buen desempeño y conservar el control. Tienen que vencer, estar encima de las cosas y dar las órdenes. Deben mantener una coraza dura, proveer y lograr objetivos. Mientras tanto, aprenden a ocultar los sentimientos que son parte de la femineidad. Aun en nuestros días podemos evidenciar rasgos de aquello que son transmitidas por la familia y directamente por el padre o la imagen paterna que se tenga en el núcleo familiar sea esta negativa o positiva y de los cuales podemos mencionar diversos ejemplos entre ellos; cuando al hijo desde pequeños se les influencia a no jugar con muñecas, a no vestirse con vestidos, a tener pelo corto por que el pelo largo es parte de la imagen femenina, a tener que jugar juegos rudos o como la sociedad a enmarcado juegos de hombre como ejemplo: La pelota, los autos, el boxeo, entre muchos otros o que hay trabajos para ellos ( trabajo pesados, construcción, automóviles) y para ellas (secretarias, azafata) o como muchos padres le dicen a sus hijos “ Los hombre no lloran” esto deja ver que aún persiste un imaginario de masculinidad marcado en el siglo XVII, aunque sin embargo el hombre actual ha cambiado varios rasgos, entre ellos estar dispuestos a apoyar a la mujer en la crianza de los hijos, la mantención de la casa.
Y desde mi visión el ser hombre y el poder que esto conlleva frente a la sociedad que establece parámetros de masculinidad vinculados a la función que debes ejercer dentro de ella, ya que este poder puede convertirse en un fuerte dolor y peso para el hombre tanto histórico y actual, puesto que sus símbolos constituyen ilusiones de omnipotencia y poder absoluto que ningún hombre es capaz de alcanzar
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