El Testamento Político De Franco - Com. Crítico
Enviado por urss_lenin • 12 de Mayo de 2013 • 662 Palabras (3 Páginas) • 824 Visitas
El testamento político de Franco comienza haciendo referencia al catolicismo, uno de los pilares fundamentales que hicieron triunfar al régimen y mantenerlo en el poder hasta la muerte de su líder supremo. La religión católica es la institución que más trascendencia ha tenido en la historia de Europa occidental desde su implantación en el Imperio Romano, y resulta muy coherente decir que esta historia ha estado plagada de barbaries; desde los tiempos de las cruzadas y la colonización genocida del continente americano, pasando por la santa Inquisición y llegando incluso a justificar en determinados momentos al nazismo y al fascismo por su labor anti-comunista. En efecto, estos son algunos de los crímenes más graves que la institución eclesiástica ha cometido, siempre, al igual que Franco dice en su testamento, “en el nombre de”, es decir, la justificación de actos inmorales mediante el argumento de la “divinidad”, la superioridad de la iglesia que encarna al Cristo todopoderoso. No se puede obviar la importancia que supuso durante muchos siglos la superposición del poder religioso sobre el poder político, una situación que condenó a los pueblos de Europa a la sumisión vital y que frenó el progreso científico y social de nuestra civilización.
Franco también hace referencia al “perdón”, uno de los elementos esenciales de su religión. De este concepto se pueden extraer contradicciones muy graves que sucedieron tras la muerte de éste, y que aún perviven en la mentalidad colectiva; en primer lugar, el dictador define a sus enemigos como “enemigos de España y la civilización cristiana”. Es llamativa la capacidad de generalización en la tarea de unificar al enemigo (algo que casi nunca han conseguido las izquierdas) con el calificativo de “rojos”, “anti-España”, aglutinando dentro a tendencias muy dispares que van desde el liberalismo, el republicanismo, hasta el comunismo, anarquismo y los nacionalismos periféricos. De esta conceptualización cabe decir que las doctrinas del socialismo utópico y marxista tienen principios muy parecidos a los de esa “civilización cristiana” que decía defender Franco.
En segundo lugar, ese “perdón” al que hace referencia el caudillo fue luego otorgado, con la deshonrosa ley de amnistía de 1977 a los crímenes de ambos bandos, equiparando los actos del Estado republicano y los grupos revolucionarios en la guerra civil, a los del ejército italo-alemán durante tres años sumados a los 36 años de dictadura en los que se practicó una represión sistemática y una política del terror contra la sociedad civil. En efecto, este argumento es todavía compartido por amplios sectores de población, en un ciego afán por cerrar heridas que siguen estando infectadas.
Como consecuencia de esta ley, el período dictatorial encabezado por Franco quedó impune, y algunos de sus elementos más importantes, como el aparato militar, policial
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