El Tiempo

Esta es, entonces, sustento de un nuevo hombre y de un nuevo ciudadano, por ello no sólo es un conocimiento específico, sino transversal. Es una ciencia del hacer humano que se relaciona con otras ciencias como son la geografía, pues todo acontecimiento histórico ocurre en un espacio; las matemáticas vistas a través de la estadística y la geometría; la biología que relaciona el entorno del ser humano, el que también es un ser biológico a la vez que cultural; las ciencias sociales como la política, la antropología, la arqueología, la economía y la sociología; la psicología social que permite comprender el comportamiento de las masas y de los individuos; la filosofía que contribuye a pensar el proceso histórico; la literatura porque la Historia en su explicación constituye una forma de narración literaria; la estética y la ética, expresiones sublimes del conocer humano que entrañan las bases de la sensibilidad creativa y el equilibrio social en la convivencia.

Por ello, la nueva enseñanza de la historia debe partir de una reconceptualización de sí misma. Por ejemplo, no puede mantener más una visión sesgada y aislada de la historia, para consolidar su carácter integrado e integrador; no puede verse como una disciplina autosuficiente, sino su enriquecimiento en una perspectiva multidisciplinaria del conocimiento científico. Fundamentalmente, debe tomarse clara conciencia de que la historia no es la mera transmisión de datos, sino que contribuye esencialmente a la internalización de valores.

Esto implica la búsqueda de una nueva actitud hacia la historia; valorar mejor las causas y las consecuencias de determinados sucesos sociales, pero también aplicar esta conciencia histórica a la vida personal, lo que implica ser capaz de asumir las propias responsabilidades.

La enseñanza aprendizaje de la historia no debe centrarse exclusivamente en crear una materia que sirva para ejercitar y ampliar la memoria o para construir un imaginario nacional con base en mitos y supuestas verdades irrefutables.

En la enseñanza de la historia para la integración, la principal competencia es la de fortalecer el razonamiento reflexivo, el razonamiento crítico, es decir la capacidad de argumentar, la capacidad de conseguir y seleccionar evidencias.

Tenemos que admitir que en materia histórica no existe una sola respuesta o una sola interpretación. L os hechos pueden ser constatables.

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