EL TIEMPO

El menor sufría de hidrocefalia y según sus familiares no fue atendido oportunamente.

A esta hora, en la iglesia de Santa Ana de Manrique Oriental se realizan las exequias de Roberto Alejandro López Montes, de 8 años, quien según sus familiares falleció en la clínica Saludcoop de la 80, por presunta negligencia médica.

El pequeño, que había nacido con la enfermedad de hidrocefalia, fue remitido a esa clínica el pasado lunes 29 de abril a las 8:45 de la noche. “Entró sonriente, feliz y hablando con la familia, pero cuatro horas después se produjo su deceso”, anotó Amparo Montes Aristizábal, madre de la víctima.

El pequeño se había sentido mal el 17 de abril. Su familia lo trasladó a la clínica Juan Luis Londoño, donde lo atendían desde su nacimiento. Al día siguiente le dieron de alta con medicamentos, pero el día 23 fue llevado nuevamente porque no daba muestras de mejoría y presentó convulsiones.

Allí permaneció hasta el 29 de abril, cuando decidieron remitirlo a la clínica Saludcoop para que lo viera un neurocirujano. Sin embargo, al llegar a ese centro asistencial, les dijeron que solo hasta el día siguiente tenía turno ese profesional.

“No le dieron la atención que merecía un niño enfermo, que acababa de ser remitido de una clínica, anotó Amparo.

Y añadió que a su pequeño lo pusieron en una camilla, le dieron un medicamento y no lo revisaron los doctores.

“A las 12:45 fuimos donde una doctora a decirle que tenía unas ronchitas en el rostro. Me contestó que lo viera una enfermera y me tiró la puerta. Después, mi hija me dijo que se había puesto morado. Sentí que el mundo se me venía encima, me lo dejaron morir fue lo que pensé en ese momento y me desmayé. Cuando desperté, ya eso estaba lleno de médicos”, agregó la mujer.

Una hermana del niño se metió a la sala de reanimación y se dio cuenta que había muerto.

La muerte del pequeño, que presentaba problemas de movilidad desde su nacimiento, causó gran consternación en el barrio Manriq

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