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Ser Y Tiempo


Enviado por   •  21 de Abril de 2013  •  5.179 Palabras (21 Páginas)  •  365 Visitas

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Resumen a la introducción de “Ser y Tiempo”

(Martin Heidegger).

La introducción de “Ser y Tiempo” de Martin Heidegger consta de dos capítulos, los cuales exponen en líneas generales el pensamiento de dicho autor, desarrollado en profundidad a lo largo del libro.

Capítulo primero: Necesidad, estructura y primacía de la pregunta por el ser.

Parágrafo 1. Necesidad de una repetición explícita de la pregunta por el ser.

Desde un primer momento, Heidegger plantea la que será la pregunta por antonomasia de éste tratado, y que le servirá como hilo conductor para desarrollar su pensamiento, dicha pregunta es la pregunta por el ser. Planteada ya desde la antigüedad por Platón y Aristóteles, la consideración que se ha hecho de dicha pregunta hasta la modernidad, no ha variado en gran medida, según Heidegger ha enmudecido como “pregunta temática de una efectiva investigación.”. De este modo, ha sido considerada superflua e irrelevante, por las características atribuidas de concepto universal, vacío e indefinible.

Heidegger analizará los tres prejuicios o características, que hacen obviar la pregunta por el ser, la cual, planteada adecuadamente, nos llevará a interpretar correctamente la ontología fundamental. Estos son tres: El “ser” como concepto “más universal”, el concepto de “ser” como “indefinible” y el “ser” como concepto evidente por sí mismo. Las conclusiones obtenidas por Heidegger de estas tres características son las siguientes: En primer lugar,

la “universalidad” del “ser” entraña oscuridad, para nada simplicidad o claridad. Del segundo prejuicio, se obtiene la idea de que el “ser” no es un ente, ya que no puede ser inferido, ni deducido de conceptos, pero “la indefinibilidad del ser no dispensa de la pregunta por su sentido, sino que precisamente invita a ella.”[1] Y por último, la comprensión inherente “de término medio” del concepto de “ser” conlleva una incomprensibilidad, que “demuestra la principal necesidad de repetir la pregunta por el sentido del “ser”.” [2]

Estos tres prejuicios llevan a considerar a Heidegger que hay que replantear en forma suficiente “la pregunta por el ser”.

Parágrafo 2. La estructura formal de la pregunta por el ser.

Para comprender la pregunta por el ser, se necesita explicar el carácter general del preguntar. Este para Heidegger se caracteriza por “[…] buscar conocer el ente en lo que respecta al hecho de que es y a su ser-así. La búsqueda cognoscitiva puede convertirse en “investigación”, es decir, en una determinación descubridora de aquello por lo que se pregunta. ”[3] La propia pregunta en cuanto referente de un ente, tiene su propio modo de ser.

Puesto que, la pregunta, como búsqueda que es, necesita de una guía que le lleve a lo buscado; necesariamente implica una comprensión del sentido evidente del ser, previo a la pregunta explicita por el sentido del ser, la cual parte de la guía anticipadora, es decir, “de la comprensión mediana del ser”. Es la

indeterminación que posee el concepto del “ser” la que necesita ser aclarada de forma explícita, el sentido del “ser”, y no su ser mismo. El “ser” considerado como “[…] aquello que determina al ente en cuanto ente, eso con vistas a lo cual el ente, en cualquier forma que se lo considere, ya es comprendido siempre. El ser del ente no “es”, él mismo, un ente.” [4] Que el ser no sea un ente, entraña la necesidad de un plano diferente, para abordar la pregunta por “lo preguntado”, serán necesarios entonces, conceptos singulares al “ser”, diferenciados del plano del “preguntante”, entendido este como el ente. Para poder realizar la pregunta se necesita que el ente sea accesible a sí mismo con toda su autenticidad, conocerse tal y como es. El concepto de “ente” lo entiende Heidegger, como “[…] todo aquello de lo que hablamos, lo que mentamos, aquello con respecto a lo cual nos comportamos de ésta o aquella manera; ente es también lo que nosotros mismos somos, y el modo como lo somos. El ser se encuentra en el hecho de que algo es y en su ser-así, en la realidad, en el estar-ahí, en la consistencia, en la validez, en el existir, en el “hay”. ” [5] La pregunta por el ser necesita preparar al ente para elegir correctamente, así mismo, se debe elaborar la forma de acceder al ente. La pregunta, en tanto que “modo de ser de un ente”, se encuentra determinado por el ser; este “ente” -“que somos en cada caso nosotros mismos”- capaz de preguntar por el ser lo denomina “Dasein”,

ente que necesita ser estudiado para un planteamiento explícito y transparente de la pregunta por el ser. Argumenta Heidegger en contra de la consideración circular del modo de plantear la determinación del ente y del ser, uno a partir del otro. Pero tal circularidad es inexistente, ya que, el ente se puede definir en su ser sobre “la comprensión evidente del ser”, de este modo, la pregunta sería “anticipativa”, habría una pre-comprensión del ser, a partir de “la comprensión evidente del ser”. Esta característica del preguntar, es “constitución esencial del Dasein mismo”, hay una relación privilegiada entre el Dasein y la pregunta por el sentido del ser. Si la fundamentación del ser no se diese, sería imposible toda ontología.

Parágrafo 3. La primacía ontológica de la pregunta por el ser.

Ahora se trata de mostrar la utilidad de la pregunta por el sentido del ser. Para ello nos dice Heidegger, que “el todo del ente” puede delimitarse en regiones esenciales mediante estructuras fundamentales, obtenidas por “[…] la experiencia e interpretación precientíficas del dominio de ser que define la región esencial misma.” [6], esta búsqueda de estructuras fundamentales dentro de las regiones esenciales, es una interpretación de una parte del ente, en función de la forma fundamental del ser. Estas, son tematizadas como objetos por las investigaciones científicas, sentando las primeras bases para el estudio científico de una región. Pero, normalmente el avance de una

región se produce por la revisión de los conceptos fundamentales, de este modo la ciencia explora nuevas regiones del ser, que se fundan como ontología, y enmarca a las ciencias positivas bajo unas “estructuras fundamentales.”

El preguntar ontológico –pregunta por el “ser en general”-, es anterior y fundador del preguntar óntico –pregunta por el “ser del ente”- de las ciencias positivas, para el preguntar ontológico, se necesita concretar el concepto de “ser”. La pregunta por el ser nos lleva a determinar las condiciones a priori de posibilidad de las ontologías, puesto que, una investigación ontológica

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