El ciclo del pluralismo Vasco
Enviado por GBalan • 8 de Enero de 2021 • Reseña • 6.225 Palabras (25 Páginas) • 198 Visitas
El ciclo del pluralismo vasco (1876-1937)
El periodo comprendido entre los años 1876 y 1937, periodo de paz entre dos guerras, abre una nueva etapa histórica pera el País Vasco.
De la mano de la industrialización, llega tanto; la modernización socioeconómica y el pluralismo político, social y cultural. La industrialización es desigual en las tres provincias. En Vizcaya se da entre 1876 y 1901, localizada geográficamente en el entorno de Bilbao. En Guipúzcoa es más tardía 1900-1930 y de una manera más gradual y dispersa. Álava no tiene afectación y sigue manteniendo su estructura agraria y tradicional. Estas diferencias traen efectos diferentes en lo referente a urbanización, modernización de las poblaciones, clases sociales y fuerzas políticas en las tres provincias diferenciando más a Álava y también a Navarra, más tradicionalista.
En el periodo considerado como la Restauración aparece el pluralismo vasco con la aparición de nuevas formas políticas. Se constituye un triángulo formado por; Monárquicos conservadores y el Carlismo en la II República, Nacionalistas Vascos y Socialistas. Este pluralismo se dio, primero en Bilbao y Vizcaya extendiéndose a toda Euskadi en la II República.
En los sesenta años señalados, el Concierto Económico de 1878 es la principal característica institucional de las diputaciones vascas, concierto que concede autonomía fiscal y administrativa a sus territorios. El Concierto no aparto la reivindicación fuerista, pero solo en la II República y en plena Guerra Civil se consigue la restauración de los mismos, Estatuto 1936 y con ello la formación del primer Gobierno Vasco y el nacimiento de Euskadi como entidad jurídica.
Tras la abolición de los fueros en 1877, Cánovas del Castillo estableció el 28 de febrero de 1878 los Conciertos Económicos, que tren una gran independencia recaudatoria. Los conciertos tienen una buena aceptación en las clases medias y con ellos Cánovas consigue romper el bloque “fuerista” venciendo la corriente denominada como “Transigente” y con ello las provincias vascas se integran en la Monarquía de la Restauración y consiguen una autonomía económica y administrativa pero no política.
Las ventajas de los conciertos económicos, traducida en menor presión fiscal para todos, rebajó el “Fuerismo” a algo emblemático, pero poco real, incluido en los manifiestos de las fuerzas políticas vascas, menos los Socialistas, pero no en la acción política.
En 1887, Cánovas dio carácter permanente a los conciertos económicos, modificando de cinco a trece los impuestos concertados y dando a los mismos una duración de 25 años, vigencia que solo se cumplió en el caso de Álava, pues los de Vizcaya y Guipúzcoa fueron derogados por Franco en 1937.
“Los conciertos económicos pasaron a convertirse en un derecho histórico de los territorios vascos”.
La revolución industrial y sus consecuencias
Primero Vizcaya (1876-1901) y luego de una forma más paulatina Guipúzcoa (1900-1930) entran en la industrialización y por ente en la revolución industrial.
El sector industrial supone el 40% de ocupación de la población activa de Guipúzcoa y del 50% en Vizcaya y de su mano vino el crecimiento demográfico en estas provincias, siendo especialmente importante desde finales del siglo XIX y primeras décadas del siglo XX, siendo la principal causa del mismo la corriente inmigratoria en busca de oportunidades laborales y que se localizan principalmente en el entorno de Bilbao y en los valles guipuzcoanos. En medio siglo Vizcaya multiplico por 2,5 su población siendo entre 1920 y 1930 el 27% de la misma no nacida en la provincia. Este aumento demográfico trajo consigo un incremento en la natalidad y también una fuerte mortalidad que alcanzó una tasa del 50 por 1000 en las zonas más industrializadas, motivadas por enfermedades como la tuberculosis y las deficiencias en las condiciones de vida de la clase obrera.
La revolución industrial en Vizcaya
El origen de la revolución industrial en Vizcaya fue la masiva explotación de las minas de hierro en el entorno del Gran Bilbao (Bilbao-Margen Izquierda), con una gran dependencia de Inglaterra, Ingeniería y capital. La exportación a Inglaterra es del 95% del total de la exportación mineral.
Dada la importante producción y el comienzo de una época de vacas flacas y buscando el mercado interno español se busca el proteccionismo del gobierno central. Cánovas en 1891 aprueba el primer “Arancel Proteccionista” frente a posibles tratados de libre comercio con otros países.
Las grandes familias propietarias de minas (los Martínez Rivas, Ybarra, Sota, Aznar y Chávarri) figuren también entre los principales siderúrgicos, navieros o banqueros de Bilbao.
El modelo de Guipúzcoa
No se puede denominar propiamente dicho una revolución industrial sino más bien una transformación industrial al ser de una implantación más paulatina. Es una industria dispersa, ligera y afincada junto a los ríos, la zona más industrializada es la cuenca del Deva y a diferencia de la industrialización en Vizcaya esta no trae una ruptura con el medio rural, que se integra en forma de mano de obra en la industria.
No hay grandes empresas ni el ámbito industrial ni banquero, son de tamaño medio. Por importancia a destacar; el Banco Guipuzcoano y en la industria la actual C.A.F. y la Unión Cerrajera de Mondragón.
En Eibar hay una implantación de talleres principalmente enfocados a la actividad de fabricación de armas.
También se implanta en Guipúzcoa, aunque su sede sea Bilbao, Papelera Española con sedes en Tolosa y Rentería.
Consecuencias de la industrialización.
“El gran escritor bilbaíno Miguel de Unamuno las resumió así en 1924 en el diarioEl Liberal: “El Bilbao de las fábricas, el industrial y la Vizcaya minera trajeron consigo la plutocracia -la de los nuevos condes siderúrgicos-, la agitación obrera y el socialismo proletario”.
Plutocracia que algunos autores han llamado la oligarquía de Neguri. Dicha oligarquía fue un caso excepcional pues actuó no sólo como clase económicamente dominante, sino también como élite política dirigente en la Vizcaya de la Restauración. Esta oligarquía fue endogámica y con sus uniones mantenían el poder económico y social. Fue reconocida con la nobleza por la monarquía española por su importante papel en la Restauración.
La burguesía toma un papel relevante en el control social para mantener su estatus de poder a través asociacionismo empresarial, las instituciones como la Cámara de Comercio y la Junta del Puerto de Bilbao y el control de la prensa, prensa de la que eran propietarios de las editoriales más importantes del momento.
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