El proceso de modernización

El Proceso de Modernización

Introducción 

El surgimiento de la modernidad no fue un hecho puntual, sino más bien un proceso histórico, social, tecnológico e ideológico; una tradición que tuvo sus primeros indicios a mediados del siglo XIX, cuando los nuevos pensamientos, necesidades y cuestionamientos fueron intensificándose, generando una crisis en la tradición clásica.

Durante el siglo XIX, la arquitectura basaba su ideal de belleza y armonía, en el retorno de las formas clásicas de la antigüedad romana y griega, utilizando el método científico como herramienta del saber. Este método de investigación usado en la producción de conocimiento en las ciencias, consiste en la observación sistemática, en la medición, experimentación, formulación, análisis y modificación de las hipótesis, sustentado por dos pilares fundamentales: Reproductibilidad (repetición de un experimento en cualquier lugar, basado en la comunicación y publicidad de los resultados obtenidos); y Refutabilidad (toda proposición científica tiene que ser susceptible a ser falsada o refutada).

Desarrollo

La Arquitectura Académica del siglo XIX

        La arquitectura seguía las leyes del academicismo, en donde el hombre no juzga por sí mismo, cree en verdades absolutas, no hace intervenir su “yo” a cada pregunta, admite formas, métodos y conceptos porque existen, y no se pregunta el porqué de ello. Esta corriente artística, respondía a las instrucciones de la Academia de Beaux Arts como herencia del clasicismo. La muchedumbre piensa en académico, obedece órdenes dadas y no según la propia iniciativa. Esta ideología y manera de pensar, comienza a ser cuestionada y rectificada, por varios arquitectos, entre ellos Le Corbusier.

         El retorno de las formas clásicas que se da en esta época, comienza a entrar en crisis con un nuevo hombre que no ve la realidad aislada de su propio ser, sino que todo el entorno lo ve como un posible objeto de estudio. Se aplica el método científico, la observación, las pruebas, las leyes. El hombre trata de encontrar la racionalidad, y las ideas del iluminismo de la modernidad. El estudio del cuerpo es, por ejemplo, uno de los avances que direccionaron la arquitectura hacia un espacio y hombre racionalizados, dando lugar al proceso paulatino por el cual se empieza a descartar la tradición.

Innovaciones tecnológicas

         Por un lado, la Revolución Industrial tuvo una fuerte incidencia en las sociedades, que se encontraron con nuevos descubrimientos, técnicas, tecnologías y materiales. Éste proceso es de gran importancia si se quiere analizar la transición de un clasicismo hacia un modernismo, ya que a partir de esta revolución, el hombre se vio enfrentado a una realidad que antes desconocía, y se vio obligado al cambio rotundo que este hecho provocaría en su vida, dando origen a nuevas necesidades, programas, gustos y modos de vida.

         El remplazo de la mano de obra en las zonas rurales e industriales, las nuevas demandas en la ciudad, los nuevos programas, y los conflictos sociales, fueron solo algunos efectos que produjo este logro tecnológico. A medida que iba finalizando la revolución, se fue introduciendo la maquina como elemento sustitutivo de la mano de obra, aprovechando su rapidez, eficacia y multiplicación del producto, dando lugar así a la época maquinaria.

         Esta mecanización del trabajo, fue desfavoreciendo a los sectores obreros, quienes no tardaron en crear un movimiento denominado ludismo, por el cual defendían al artesano ya que la maquina iba desplazándolo lentamente, dejándolo desempleado.
El Maquinismo

         A principios del Siglo XIX, con la llegada del maquinismo, cuyo papel protagonista lo obtiene el ingeniero, se produce un quiebre de cambio en las costumbres, pensamientos, conceptos morales y sociales, que se vio traducido en distintos ámbitos de la sociedad. Se inventaron nuevos medios de comunicación, que facilitaron las relaciones sociales, políticas y económicas en el mundo, como por ejemplo, la creación del telégrafo, el teléfono, la televisión, la radiotelegrafía, y más tarde el cine; la máquina de imprimir, el diario, la fotografía permitieron la comunicación e información con una estremecedora rapidez, que llegaba a todo el mundo. “Diariamente, a mediodía, podes conocer el latido del mundo entero” Le Corbusier. La invención de la máquina de vapor, tuvo sus principales aplicaciones en la industria textil, mediante el empleo en el telar mecánico, y en los medios de transporte con el barco de vapor y la locomotora a vapor (ferrocarril), aportando también significativamente a la minería. El uso de la electricidad, cuya base lo constituye el motor eléctrico, dio origen a los tranvías eléctricos, locomotoras eléctricas y alumbrado eléctrico. El motor de explosión, más liviano, originó una revolución en los medios de transporte al hacer su aparición en el automóvil, el avión, el dirigible, el submarino, etc.

         Paralelamente, durante el siglo XIX surgen las exposiciones universales, que se generan en distintas ciudades del mundo, donde se expone el progreso que estaba haciendo el arquitecto, frente al hombre atrapado en la espiritualidad del siglo XV. Este hecho generó la propagación de las nuevas ideas de la arquitectura moderna, difundiendo tecnologías y técnicas constructivas no tradicionales, reflejadas por ejemplo, en los pasajes de parís, pabellones, la torre Eifel.

         El maquinismo a su vez, tuvo incidencias en las culturas regionales, que se vieron aniquiladas junto con la tradición, la valorización de lo sagrado y el patrimonio de los antepasados. Esta era trajo también el origen de la sociedad contemporánea, con profundos cambios en la vida de los pueblos, tanto en el orden económico y social, como en el político, científico y cultural. La familia comienza a desmoronarse, cada integrante tiende a considerarse independiente.

         Esta inmensidad de cambios conllevó a la masiva migración del campo a la ciudad, en busca de trabajo y mejores condiciones de vida, dando inicio a un crecimiento poblacional importante, extensión de la mancha urbana, hacinamiento, asentamientos informales, etc.

La Metropolización

Ya adentrados en el Siglo XX, esta concentración creciente de personas, actividades y poder, polarización social, y fuertes flujos de interrelación en las ciudades, comenzaron a insinuar rasgos metropolitanos cuyos procesos económicos, sociales y políticos no reconocieron límites, y fue esta masividad la que trajo nuevos flujos de movimiento y relaciones entre distintas ciudades. Con la metropolización, el tranvía y el ferrocarril empiezan a integrarse y a potenciar su utilización.
        La revolución produjo en la metrópolis un aumento de mercancías generando la demanda de nuevos edificios y nuevos programas, como por ejemplo, los pasajes con locales comerciales en planta baja, y oficinas en los pisos superiores. Los arquitectos y edificios, comienzan a asumir la escala urbana. De la electrificación del ferrocarril, surge la lógica metropolitana de colocar las vías en el subterráneo, liberando así el terreno para albergar las nuevas necesidades.

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