Elementos Cosmogonicos
Enviado por carliyedwar • 21 de Octubre de 2011 • 2.103 Palabras (9 Páginas) • 759 Visitas
El propósito de Dios en tu vida
Hay un propósito de Dios para la vida de cada uno de nosotros, y debemos conocerlo para que se cumpla su voluntad en nuestra vida.
Me interesa muchísimo que cada uno de nosotros podamos conocer cuál es la voluntad de Dios para nuestra vida. Alguien puede decir: “Eso es fácil, yo sé que Dios tiene una voluntad buena, agradable y perfecta para mí; que cumpla con su Palabra”. Y eso está muy bien, pero esa es la voluntad que está escrita en su Palabra.
Hay dos maneras de conocer la voluntad de Dios: La primera es leyendo la Biblia, aquí está buena parte de la voluntad de Dios para nuestra vida, lo que Dios quiere hacer, establecer, cómo quiere que viva y lo que desea que experimente. Pero no está todo, porque aquí no aparece cuál es la voluntad de Dios con su trabajo, no aparece la mujer con la que Dios quiere que se case, ni el nombre de la persona con quien va hacer un negocio. Sin embargo, Dios tiene una voluntad al respecto de eso. ¿Qué define la voluntad de Dios para mi vida? Número uno, lo que dice su Palabra. Y número dos, es lo que se conoce como el propósito de Dios para mi vida. Le menciono algunos nombres: Abraham, Moisés, Jesús, todos tenían propósito en su vida. ¿El propósito que Jesús debía cumplir sobre la tierra es el mismo para nosotros? No. El de Jesús era salvar a la humanidad. ¿Ese propósito de ir a la cruz, de dar su vida, de sacrificarse, de que lo crucificaran es el mismo propósito para mí? ¿Me tienen que tratar de la misma forma que a Jesús? No, ese era el propósito específico de Dios para su Hijo.
Hay un propósito que es únicamente para ti, no para mí, y sólo tú lo vas a cumplir, porque Dios te ha dotado de todo lo que necesitas para hacerlo; tu propia misión, tu propia responsabilidad. Hay un plan hecho por Dios para que lo cumplas.
Tú dirás: “Yo sé que en la Biblia dice cosas bonitas para mí, pero en el tiempo del Señor, las voy a conocer”. Te pregunto: “¿Cuál era el propósito de María? Dar a luz, concebir al hijo de Dios, cuidarlo, formarlo para que el Hijo de Dios cumpliera su propósito. Cada persona sobre la tierra tiene una razón de ser, de vivir. ¿Sabes qué es lo que quiero con este mensaje? Trasladarte que no seamos de las personas que viven la vida mientras pasa. Simplemente, vivir por vivir, aprender a subsistir, pero llegarás a viejo, se te pasó la vida y dices: “Ya pasó”. Viviste, aguantaste la enfermedad, a tu mujer, a tu suegra, etc. Vivimos una vida de aguante, pero ¿a qué vienes a la tierra? Yo siempre quise predicar la Palabra de Dios, servirlo, pero no fue que un día yo se lo dije y al otro día estaba de pastor. Pasaron en mi vida muchas circunstancias que algún día te voy a contar. A mí me costó muchísimo que me llenara la unción, hice cuanta cosa me dijeron y no pasó nada. Ayuné, me fui, me retiré a una casa en el mar a buscar a Dios y no lo recibí. Y hay otros que sólo se ponen y ya son llenos, pero no fue así conmigo. Yo necesitaba, a mí urgía encontrar un propósito en mi vida, para que cada vez que abriera mis ojos por la mañana, me diera cuenta si estoy cumpliendo el propósito de Dios para mí. El día que yo cierre los ojos, quiero que Dios me dé la oportunidad de reflexionar si cumplí o no el propósito para el cual vine a este mundo. Las cosas que he pasado son porque Dios lo ha querido, ahora soy el resultado de lo que Dios ha hecho en mí. ¿Para qué vivo? Puedes decir: “Para tener a mis hijos, mi casa o dinero,” pero ese no es tu propósito.
A mí me interesa algo: Que conozcas la razón de tu vida, porque entonces vas a vivir feliz y sabrás que mientras respiras, harás cosas que te lleven a cumplir tu propósito en la vida. Si tu expectativa es ser profesional, hazlo, pero no es sólo eso. Tienes que pensar en tu profesión, pero ¿para qué? Para ser de beneficio a la humanidad, a alguien más. Una persona está lista para casarse cuando está lista para vivir para hacer feliz a otra persona. Todos tenemos que tener una razón de existir; no podemos levantarnos y ver qué pasará. Si no le dices a la vida lo que va a suceder, la vida te lo va a decir a ti. Pero necesitas saber cuál es la voluntad de Dios para tu vida. ¿Sabes quién no cumplió su propósito? Sansón, pues se perdió. No usó la oportunidad de vida que tenía y se la perdió, murió, pero no era la forma que Jesús había planeado la vida de ese hombre. Hubo una mujer que lo logró engañar y perdió su propósito. Cuando los seres humanos sabemos para qué estamos en esta tierra, no habrá nada ni nadie que nos aparte de eso. ¿Cuándo un joven pierde el propósito de graduarse de la universidad? Cuando conoce a una señorita que lo cautiva y distrae de eso.
Le voy a contar algo: Hubo dos seres humanos que habiéndole dicho Dios lo que debían hacer, empezaron equivocadamente, aunque al final lo lograron, obtuvieron un resultado muy bueno. Pero empezaron a usar ciertos métodos que retrasaron la promesa. Lo peor es retrasar la promesa por hacerlo humanamente. Uno de los principios es el siguiente: Está lo natural que nosotros hacemos, y lo sobrenatural que Dios hace. Hay una parte que Dios va hacer y una parte que tú vas hacer.
Ciertamente, tu vida tendrá un fin. Todos los seres humanos debemos entender algo: que todos nuestros actos tienen circunstancias que están relacionadas con todo lo que a diario vivimos. El día de hoy estás cosechando lo que sembraste en los últimos años. El final del día es lo que has venido sembrando durante el día. Es importante conocer la voluntad de Dios para cada uno de nosotros, porque mientras la conozca, voy a saber qué tengo, qué soy, a dónde llegar, qué obtener de la vida, cómo Dios ha planeado todo, los tiempos en que las cosas van a suceder, y cuando venga un tiempo de adversidad, no habrá nada que te pueda apartar del objetivo para lo cual Dios te preparó.
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