Ensayo Marc Bloch Antologia De La Historia

Qué es la Historia?, una pregunta que a simple vista no resulta tan compleja, pero que vista de una manera más detallada puede ser muy ambigua e incluso tener una gama de definiciones que pueden ir de lo más concreto a lo más abstracto, pero hemos encontrado una definición que se acerca más a la realidad del concepto. “Historia es el estudio de los hombres en el tiempo, en sociedad”, esta definición es perteneciente a uno de los mayores y más influyentes intelectuales en cuanto a campo histórico se refiere, Marc Bloch, pero cómo habrá llegado a tal conclusión, qué fue lo que le hizo llegar a esa inferencia; hay obras de este historiador francés que nos hablan acerca de su visión y concepción histórica y precisamente las líneas que se irán redactando tendrán orientación hacia una de aquellas, un libro que cualquiera como historiador debería leer dado su punto de vista centrado hacia la ampliación y la ramificación del estudio histórico, además de desmentir el tabú que suelen dar algunas personas a la historia y al trabajo del historiador en sí. Esa visión de anticuario, de ratón de biblioteca.

Partiendo por uno de los puntos interesantes que propone el francés en su obra, cabe destacar la visión con que plantea historia, sumándole a lo explicado en el párrafo anterior, dice que historia no es solamente “la ciencia del pasado”, ya que se estaría encasillando a esta ciencia (importante es destacar que Bloch ve a la historia como un estudio científico) de algo sumamente arbitrario, porque sabido es que la historia no es solamente una línea de tiempo monótona y sin irrupciones, la gente cambia, el entorno va variando según el período en que nos encontremos, las mismas mentalidades van cambiando bastante según pasan los años, por decir un ejemplo competente, gente en el pasado como Nicolás Maquiavelo, autor del Príncipe, afirmaba que “el hombre es inmutable”, una expresión válida para su período temporal (Edad Moderna), pero que a día de hoy no tiene mayor sentido porque el individuo como tal, a sufrido por muchos cambios y avances con el pasar de los siglos, puede que se haya sentido con un respaldo en el caso de que hubiera manejado información acerca de los años que antecedieron a su existencia y tenga una visión oscura de ellos dada las enfermedades y las carestías a las que se enfrentaba la gente de Europa en los siglos anteriores a Maquiavelo, pero eso es justificado bajo poco más que eso, hoy por hoy tanto el hombre como la sociedad han mutado mucho, han dado vuelcos a caminos que en años anteriores se veían improbables o imposibles, por decir, en estos últimos cien años la visión historiográfica ha cambiado considerablemente y uno de esos puntos de suma importancia que hay que poner sobre el papel, es la escuela a la que pertenece el señor Bloch, la escuela de los Annales, nombre heredado por una revista de estudios históricos que publicaba junto a su amigo y también historiador, Lucien Febvre. Esta escuela histórica tiene su particularidad por razones como la introducción de la interdisciplinariedad (enlazar a la investigación histórica múltiples ciencias que ayuden al estudio de ésta como la economía, la sociología y la antropología, entre otras), que supone una mayor gama y complejidad a la investigación historiográfica, también el análisis de no sólo documentos escritos, sino que de igual manera de vestigios y fuentes primarias, aunque haciendo el énfasis que para la revisión detallada de dichas fuentes se debe tener un conocimiento previo de las mismas o saber interpretarlas de alguna manera, como por ejemplo pasa con la documentación colonial del siglo XVI o XVII acá en Chile, en que para alguien que no tenga un dominio previo de algo de filología, le costará bastante poder descifrar esos cuasi ilegibles escritos que hay en el Archivo Nacional. Además de lo anteriormente nombrado y del impacto que tiene a nuestros días la afirmación de la que hace gala Bloch tanto en este libro como lo hace notar en su método de investigación, hay autores que han usado como influencia esté movimiento, tales como el contemporáneo a esa generación Fernand Braudel, el medievalista Jacques Le Goff, entre muchos otros.

Uno de los puntos que cabe destacar de los planteados por el historiador es que según lo que dice, la historia no se suele ver por grandes períodos temporales, sino que al contario, se analizan los detalles, además que también postula que la observación personal no es nada más que algo ya visto y estudiado previamente, nada nuevo. Toda investigación histórica es igualmente, desde la visión de Bloch, indirecta, aunque aquí se le puede hacer razón sin mucha discusión, porque no sería muy cómodo, ni mucho menos afable recrear episodios como la Segunda Guerra Mundial, o la Guerra del Pacífico, aunque existen actualmente conflictos bélicos, tal y como dice el autor, el estudio es necesariamente indirecto, porque puede que existan testigos para contarnos lo acontecido, textos recién salidos acerca de un hecho equis o hasta el mismo erudito puede presenciar con sus ojos un suceso específico, pero al ser después lo investigado, analizado o estudiado una interpretación (aunque sea muy fidedigna es igual eso), pasa a ser igual un estudio indirecto. Importante también es saber que lo que se toma como elemento de estudio histórico es todo aquello que deja huella, o sea algo que ha dejado marca, un fenómeno, algo fuera de lo común; pero es importante saber que lo planteado aquí puede ser algo subjetivo dado que para lo que uno puede haber dejado huella, para otro es algo que tiene apenas peso. Por ejemplo, algo que no es de Annales, pero que sí se ha estado estudiando es la microhistoria, la historia de pequeños detalles, hasta de uno mismo, algo que es seguramente a nadie o sólo a unos cuantos les interesaría estudiar, pero esto a un tipo cualquiera o a mí me puede parecer interesante, a otros les puede resultar intrascendente, insignificante o incluso ególatra, pero yendo a lo que compete es que tales huellas pueden quedar plasmadas en informes, documentos o archivos.

Evidentemente y tal como lo subraya Bloch, el conocimiento del pasado está en constante avance y perfeccionamiento, dados los avances constantes en el método de investigación, avances en estudios específicos, alguna evolución en un campo anteriormente investigado, etc. Y aunque si bien el pasado es imposible de modificar, el constante fluir del avance del estudio de los hechos ya acontecidos nos puede dar nuevos matices o mejor detalle, que es uno de los objetivos que busca la historia. Pero de importancia destacable

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