La Historia Segun Marc Bloch
Enviado por zeromiko • 28 de Septiembre de 2012 • 2.333 Palabras (10 Páginas) • 2.652 Visitas
La Historia Segun Marc Bloch
Introducción a la historia (Marc Bloch)
La historia tiene sus propios placeres estéticos, que no se parecen a los de ninguna otra disciplina. Esto se debe a que el espectáculo de las actividades humanas, que forma su objeto particular, está hecho más que otro cualquiera, para seducir la imaginación de los hombres. Sobre todo cuando, gracias a su alejamiento en el tiempo y en el espacio, se atavía con las seducciones de lo extraño. Sin embargo, sería una tontería pensar que por tan poderoso atractivo sobre la sensibilidad, tiene que ser menos capaz también de satisfacer a nuestra inteligencia. De aquí vemos, que la historia deberá probar su legitimidad como conocimiento.
¿Qué es justamente lo que legitima un esfuerzo intelectual? Aunque la historia fuere enteramente indiferente al homo faber o al homo politicus, bastaría para su defensa que se reconociera su necesidad para el plano del desarrollo del homo sapiens. Es innegable, que una ciencia tiene algo de incompleto si no nos ayuda, a vivir mejor. Así vemos, que no podemos negar la calidad de ciencia de la historia, si es que está destinada a trabajar en provecho del hombre, por tener c a este mismo y sus actos, como objeto de estudio.
Bloch entrega una opinión con respecto a las ciencias: “ consideramos que no puede haber conocimiento auténtico, que no pueda desembocar en certidumbres formuladas bajo el aspecto de
leyes imperiosamente universales, por medio de demostraciones irrefutables. Esta opinión aplicada a los estudios históricos genero dos tendencias opuestas; unos creyeron posible instituir una ciencia de la evolución humana conforme con este ideal científico, otros no lograron insertar la historia en este legalismo físico, ya que les pareció que esta disciplina no podía ofrecer conclusiones muy seguras en el presente, ni muchas perspectivas en el futuro.
Ahora bien, debemos tener en cuenta que nuestra atmósfera mental ya no es la misma. Y la concepción que teníamos de ciencia ya no es la misma, se ha ido suavizando al punto de sustituir en muchos puntos lo cierto por lo infinitamente probable. Estamos mucho más dispuestos a admitir que un conocimiento puede pretender el nombre de científico aunque no se confiese capaz de realizar de mostraciones o leyes inmutables de repetición.
Luego de esta introducción, nos introducimos de lleno en el término historia y lo que este ha significado en el tiempo. Si bien el término a permanecido, nuestra historia no es la misma que escribía Heródoto. ¿Qué es la historia? Se ha dicho alguna vez, que la historia es la ciencia del pasado, pero esta manera de expresarse, sería bastante impropia, ya que es absurda la idea de pesar que el pasado pueda ser objeto de la ciencia. Aclaramos en este punto, que el objeto de la historia es esencialmente
el hombre, esto se ve claramente en el hecho de que, se requiere imperiosamente la intervención de la historia, cada vez que aparece lo humano. Dice el autor: “Allí donde huele la carne humana, sabe que esta su presa” Los hechos humanos son esencialmente fenómenos muy delicados, para traducirlos y comprenderlos bien se necesita gran finura del lenguaje.
Ciencia de los hombres en el tiempo, el historiador no piensa solamente en lo humano, sino también en la categoría de la duración. Así vemos, que el tiempo de la historia, es el lugar de su inteligibilidad. Este tiempo verdadero es por su propia naturaleza un continuo, y sin embargo, es también un cambio perpetuo. De esta antítesis provienen los grandes problemas de la investigación histórica.
Dentro del estudio de la historia, encontramos la existencia de una obsesión por los orígenes, por parte de los historiadores. Llegando a decir, que en todas las cosas humanas los orígenes merecen de ser estudiados antes que nada. Sucede que este término, es equívoco. ¿Significa simplemente los principios? En el vocabulario corriente, los orígenes son un comienzo que explica, y peor aún, que basta para explicar. Se ha glorificado lo primitivo. Ejemplo de esto es el siguiente: En la historia religiosa, el estudio de los orígenes, adquirió un lugar importante, porque parecía proporcionar un criterio de valor de las religiones,
sobre todo al cristianismo. Sin embargo, todos sabemos que se puede concebir una experiencia religiosa que no deba nada a la historia. Así vemos que al deísta puro, le basta una iluminación interior para creer en Dios. Pero el cristianismo es una religión histórica, cuyos principales dogmas, descansan sobre acontecimientos. Ahora bien, es necesario aclarar que el pasado no fue empleado tan activamente para explicar el presente, más que con el designio de justificarlo mejor o de condenarlo. Así vemos que aunque sea indispensable el conocimiento de los comienzos de los fenómenos religiosos, éste no basta para explicarlos. ¿Hasta qué punto ha permanecido la fe inmutable en su sustancia? En palabras más simples, la cuestión no es saber si Jesús fue crucificado y luego resucitó, lo que se trata de comprender, es por qué tantos hombres creen en la crucifixión y en la resurrección. La historia religiosa como se dijo era solo un ejemplo, pero a todo estudio de la actividad humana amenaza el mismo error, confundir una filiación con una explicación. En este punto, debemos comprender que ningún fenómeno histórico, puede ser explicado en su totalidad fuera del estudio de su momento. De aquí la frase que dice: los hombres se parecen más a su tiempo que a sus padres.
¿Hay que creer que por no explicar todo el presente, es el pasado totalmente inútil para explicarlo? Quien
quiera atenerse al presente, a lo actual, no comprenderá lo actual. Así vemos, que una realidad no se comprende nunca mejor que por sus causas. Sin embargo, ha aumentado considerablemente el intervalo sicológico entre las generaciones, tanto así que las generaciones presentes se sienten muy lejos de sus antepasados, se han dejado de sentir determinados por ellos.
Se cree posible poner dentro del largo decurso del tiempo, una fase de corta extensión, que qué está afectada por lo que nosotros llamamos contemporaneidad, así no es confundida con el pasado. Algunos historiadores consideran que los hechos más cercanos a nosotros, son más rebeldes a todo estudio. Desde el momento en que entran en juego las resonancias sentimentales, el límite entre lo actual e inactual está muy lejos de regularse por la medida matemática de un intervalo de tiempo. Pero hay otros que piensan que el presente humano es susceptible de conocimiento científico.
Comprender el pasado por el presente: La incomprensión del presente nace fatalmente de la ignorancia del pasado. Pero es igual de vano, esforzarse por comprender el pasado si no se
...