Escuelas En 1950

Años que hemos dejado atrás, pero hacemos una pincelada de las escuelas de esos momentos, así como de los maestro de ese entonces. Hemos hablado con personas que vivieron esa etapa, quienes comentan que las primeras escuelas nacionales se encontraban en el antiguo Convento en San Agustín, donde un atroz incendio arraso de lleno, el que se produjo en el mes de febrero de 1952.

Posteriormente pasan las escuelas a varios lugares de alquiler, la primera escuela se encontraba en una vivienda que le Casa Sindical, en la Calle Cruz Verde. La que tenía su entrada por la Calle La Acequia, vivienda que hacia esquina con la dos Calles. En este mismo lugar ensayaba la Banda de Música, La Filarmónica. Aquí daba la clase el Maestro Don Domingo Luis Estrada, quien fue alcalde en ese entonces.

Otra escuela se encontraba en la Calle del Medio, una vivienda de alto y bajo, en la parte superior se encontraba la clase, donde en principio impartía las clases Don Casiano Hernández. Decir que en la parte baja se encontraba una venta que regentaba la Sra. Josefina González Abreu, esposa de don Manuel Hernández y Hernández, conocido por “el rana”.

La Escuela de las niñas se encontraba frente a la Casa Parroquial, justamente donde hoy día está el Hotel mencey Ventor. (Al principio de la Calle Cantillo Alto, o para más señas, donde estaba el conocido Cafetín) Vivienda de propiedad de Don Alberto Chávez, esta escuela de niñas, se ubicada en la parte superior en la sala principal, la que daba a la fachada, su maestra era conocida por Doña Pepita

En eso años se encontraba las clases separadas por ambos sexos. En el recreo íbamos a jugar en la plaza de San Sebastián, y en la misma Calle de su relleno la que era una carretera junto a la casa que lleva por nombre La Parra, carretera que daba entrada y salida al caserío de Barroso y hasta llegar al barrio de Tigaiga.

Era toda de tierra y piedra, donde jugamos a la pelota, hecha de badanas y papel, y a muchos otros juegos de la época, donde dejábamos muchos la sangre y las uñas en el piso del la mencionada calle, del los golpes que nos dábamos con las piedras del piso.

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