España Inflacion

La inflación en España fue bastante estable y cercana al 4% hasta el 2006, para luego ir bajando. En 2009 la inflación fue muy baja, 0,6%, debido a la crisis en ese país.

El aumento generalizado de los precios es un problema con el que España se encuentra cargando desde década atrás, y esto supone una serie de aspectos de carácter negativo para la economía.

Teniendo en cuenta que la inflación española siempre se ha encontrado por encima de la del resto de los países europeos, se deduce que esta siempre ha sido menos competitiva frente al resto de Europa, causando daños directos a ese país.

La inflación tiene distintas e importantes repercusiones, afectando al déficit público, encarecimiento de préstamos y del crédito, pérdida de competitividad y del poder adquisitivo, entre otras.

España pierde competitividad: En cuanto a la pérdida de competitividad, que es un problema generado de la inflación se derivan otros, como la balanza comercial negativa que presenta España, ya que se han disminuido las inversiones extranjeras, por las importaciones de productos y servicios procedentes de sus competidores, por esa diferencia en contra de los precios, ha generado que el estado de la balanza comercial sea negativo. Otra consecuencia provocada por este factor es que no se genera nuevo empleo por la falta de competitividad.

Déficit público: La inflación elevada provoca que el Estado tenga que asumir mayores gastos porque el importe de las pensiones aumenta, así como los pagos al personal funcionarizado.

A parte del aumento de los tipos de interés que conlleva la subida de la inflación, provocara que el Estado tenga que asumir mayores costes por la deuda emitida para poder financiarse, tal y como pasa en la actualidad, que España ha incrementado su deuda pública, llegando a emitirla asociada a unos intereses muy elevados.

Al igual que pasa con el déficit, los préstamos y los créditos se encarecen, ya que el riesgo en la situación actual es mayor y la concesión de créditos es reducida y a un alto tipo de interés que en años anteriores.

Los españoles pierden poder adquisitivo: Esta consecuencia se ve mayoritariamente reflejada en personas con salarios bajos, así como los pensionistas, ya que la subida generalizada de los precios nos permite adquirir menos productos y servicios con el mismo salario.

Se reduce la inversión: Debido a la situación actual la empresas se reducen la inversión, ya que con el encarecimiento de los tipos de interés no pueden acceder a la financiación externa, al igual que los gastos fiscales de las empresas se han visto incrementados, y si a todo esto le sumamos la reducción del consumo y que el estallido de la burbuja inmobiliaria ha afectado al sector con más peso en la economía española, entendemos que no se invierta, sino que más bien las empresas tiendan a intentar disminuir sus costes, ocasionando gran volumen

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