Etapa indigena en la educacion.

IByCENECH

HISTORIA MÍNIMA DE DOROTHY TANCK

CAPÍTULO "LA ETAPA INDÍGENA"

Luisa Fernanda Adame Falcón

Lic. Primaria

Historia de la Educación en México

En las obras escritas en el siglo XVI sobre la educación antes de la conquista española, apenas mencionaban la infancia en diversas acciones.

El tema de la educación interesaba muchísimo, en especial a los franciscanos.

Las distinciones de clase y de género en los procesos de enseñanza fueron muy importantes.

En la infancia, los niños convivían estrechamente con sus padres y se convertían en colaboradores a la vez que aprendían oficios y tareas. Las niñas se dedicaban a trabajos del hogar y los niños a trabajos de campo.

Los hijos de los nobles también pasaban tiempo con sus padres los primeros años de vida, a partir de los seis años pasaban a ser cargo de sus sirvientes y preceptores, estos ayos guiaban a los niños nobles por la calle para enseñarles la forma en que debían saludar a los transeúntes y mostrar su excelente educación.

A las niñas nobles, las ayas eran las encargadas de acompañarlas por los jardines del palacio y a sus raras salidas al mercado y a las calles para cuidar su honra, insistían que se comportaran con recato y las pellizcaban s levantaban la vista para mirar a alguien.

Existen noticias de las fuentes escritas en el siglo XVI sobre la dureza con la que eran reprendidos los niños, los golpes eran comunes, a veces con troncos, también era común acostar a los niños en la tierra mojada, hacerles cortes en las orejas, y en el caso de que el castigo fuera cruel los obligaban a inhalar el humo acre de chiles puestos a las brasas.

Las fuentes no permiten determinar la edad a la cual los niños comenzaban a asistir a la escuela, pero son claras sobre la existencia de la educación escolar para la totalidad de varones nahuas y algunas mujeres. Los niños eran prometidos al templo tas su nacimiento, y así los padres adquirían la responsabilidad de que asistieran a la escuela adjunta al templo. Se menciona que entraban a la escuela cuando eran “mancebillos” o “telpuchtotontin” probablemente entre diez y doce años.

La mayoría de los jóvenes mexicas acudían durante varios años (tres o cuatro), a la telpochcalli, que era la institución para los hijos de plebeyos, ahí recibían educación enfocada al entrenamiento militar, en esta escuela se hacían las águilas y los jaguares, es decir los guerreros valientes, al llegar a este nivel vivían con honores y beneficios superiores a cualquier plebeyo, pero también expuestos a grandes riesgos.

Los hijos de familias nobles acudían al calmécac, allí se preparaban para desempeñar los altos cargos de gobierno y sacerdocio. Los estudiantes tenían obligaciones religiosas, sus maestros eran sacerdotes. Los jóvenes estaban sometidos a una rutina de mortificaciones y auto sacrificios que tenían la finalidad de habituarlos a realizar ofrendas de sangre, así como endurecerlos y acostumbrarlos a la disciplina.

Los castigos en esta escuela eran severos, se les azotaba, se les apaleaba con leños ardientes, también podían ser castigados con la muerte aquellos que reiteradamente se embriagaban y mantenían relaciones sexuales con las mujeres.

El calmécac era el más importante recinto de conservación y transmisión de saberes, los jóvenes que estudiaban ahí debían ocuparse a comprender lo que decían los libros y el arte pictográfico.

Los oficios artesanales alcanzaron en Mesoamérica un grado de diversificación y especialización muy notable. La transmisión de estos saberes artesanales probablemente ocurrió dentro de los barrios o en talleres familiares, seguramente los jóvenes artesanos continuaban su aprendizaje en el oficio paterno en los horarios que la escuela les dejara libres.

El maestro ayuda al niño a crecer y a endurecerse.

Una de las conductas que se deseaba obtener de los jóvenes en la cultura nahua, era la diligencia y la rapidez para cumplir con las encomiendas.

A los nobles se les exigía una conducta ejemplar para justificar su posición de privilegio, se les pedía que fueran especialmente diligentes, prestos en el saludo, rigurosos en sus desvelos y ayunos religiosos.

La sociedad mexica, como las sociedades nahuas en general, tenían reservados para los varones los puestos del sacerdocio, judicatura, milicia y gobierno.

Las fuentes son especialmente escasas y ambiguas en las explicaciones sobre la instrucción de tipo escolar de las mujeres.

Las mujeres eran minoría, pasaban un tiempo en reclusión en los recintos religiosos, y esto hacían solo aquellas que habían tenido un procedimiento perinatal y habían sido prometidas al templo.

Tras la puesta de sol, los jóvenes acudían al cuicacalli que quiere decir casa de canto, ahí también acudían las jóvenes acompañadas por viejas guardianas que evitaban mala conducta o distracciones. Ahí los muchachos de condición plebeya participaban en ensayos de canto y danza. Estas prácticas eran indispensables para participar en numerosas fiestas religiosas del calendario.

Estas danzas servían también para reunir y vincular a los jóvenes macehuales con las muchachas de su misma condición.

Todos los hombres jóvenes iban a la guerra y formaban el gran ejercito mexica. Los jóvenes nobles acudían a recibir instrucción directamente de los capitanes más destacados, que les enseñaban el modo de tomar prisioneros, esto era un merito para cualquier combatiente.

La retorica tuvo un papel importantísimo en la cultura de los pueblos mesoamericanos y especialmente de los nahuas. Los padres y madres hacían largos discursos para dar consejos a sus hijos cuando dejaban la infancia, los incitaban a comportarse adecuadamente y alejarse de los vicios y delitos.

Cuando se preparaba una boda había distintos discursos, desde los parientes más viejos del muchacho como sus instructores en la escuela, las casamenteras y  los parientes del muchacho se dirigían a la mujer. Cuando había un embarazo los abuelos se dirigían a los demás parientes y vecinos para anunciarlo.

Había discursos para solicitar los servicios de una partera.

Había gran variedad de instrucciones y discursos ligados a las especialidades laborales o profesionales.

Además de la enseñanza en os conventos, los frailes fundaron algunas instituciones dedicadas exclusivamente a la instrucción especializada de los indios. En 1527 los franciscanos abrieron una escuela de artes y oficios, en los terrenos anexos a la capilla de San José de los Naturales, en la ciudad de México.

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