Explicación Ciéntifica Del Reiki
Enviado por jacanaped • 30 de Mayo de 2013 • 2.153 Palabras (9 Páginas) • 533 Visitas
La búsqueda de una explicación científica de la energía de Reiki.-
Por: William Lee Rand
Poco a poco la ciencia comienza a comprender algunos aspectos de las energías curativas. Para
poder desarrollar una teoría científica sobre los efectos de Reiki es necesario ocuparse de los
campos magnéticos que produce todo ser viviente. El médico Dr. James Oschman describe
este fascinante tema en un libro recientemente publicado: “Energy Medicine, The Scientific
Basis”
Se sabe desde hace bastante tiempo que nuestro cuerpo es atravesado por la corriente
eléctrica. Fluye a través de nuestro sistema nervioso y forma parte de las fuerzas de
autocontrol de nuestro cuerpo. Cada órgano y cada tejido de nuestro cuerpo está comunicado
con nuestro sistema nervioso. Desde este sistema y partiendo del cerebro se emiten las
señales que controlan todas las actividades corporales.
También dentro de las células y entre ellas circula corriente eléctrica. Muchas de ellas
contienen incluso cristales líquidos. Estos cristales vivientes se alojan en las membranas
celulares, en la mielina de los nervios y en otros lugares. Cuando se ejerce presión sobr los
cristales, estos producen descargas piezoeléctricas. Por esta razón los cristales líquidos del
cuerpo generan constantemente corrientes eléctricas. Estas corrientes se relacionan a menudo
con otras cosas. Esto significa que, al igual que ocurre en el láser, las frecuencias están al
unísono con un cierto entorno. Tales vibraciones láser pueden propagarse dentro del cuerpo e
irradiar hacia su alrededor. Esto hace recordar los posibles efectos curativos del sonido del
tambor. Cuando la presión de un golpe de tambor actúa conjuntamente con el tejido corporal,
se producen campos y corrientes eléctricas rítmicas que influyen en la actividad biológica de
los tejidos.
Existe además otro sistema nervioso, el sistema perineural. Está compuesto por una capa de
tejidos entrelazados que rodean el sistema nervioso. Han sido descritos por Robert O. Becker
en una serie de artículos. Más de la mitad de las células cerebrales son células perineurales o
gliales. Debe imaginarse al sistema perineural como un segundo sistema nervioso que trabaja
con corriente continua. Es dirigido por las células cerebrales y toma parte activa en todo
proceso de curación. Si una parte del cuerpo se encuentra dañada, el sistema perineural
genera un potencial eléctrico en ese lugar, que advierte al cuerpo del daño. Con ayuda de ese
potencial eléctrico el sistema perineural dirige células hacia el lugar lastimado, como glóbulos
blancos, fibroblastos o células móviles de la piel. El potencial eléctrico se modifica durante el
proceso de curación. El sistema perineural es además muy sensible a los campos magnéticos
exteriores.
Cuando la corriente eléctrica fluye a través de un conductor, siempre aparece alrededor suyo
un campo magnético. Las corrientes eléctricas en el cuerpo humano producen campos
magnéticos, denominados campos biomagnéticos. Penetran en el cuerpo y lo rodean. Se han
podido mensurar estos campos por medio de medidores biomagnéticos sensibles. El Dr. John
Zimmerman de la Facultad de Medicina de la Universidad de Colorado utilizó un así llamado
SQUID (Super Conducting Quantum Interference Device) para medir los campos biomagnéticos
de muchas partes del cuerpo, por ejemplo, el cerebro, el corazón y distintos órganos. Estos
resultados biomagnéticos nos ayudan a comprender las funciones del cuerpo y a diagnosticar
enfermedades.
El mas potente de los campos biomagnéticos se haya localizado en el corazón. Ha llegado a ser
medido a una distancia de 4.50 metros. El cerebro y otros órganos están rodeados de sus
propios campos biomagnéticos. Estos campos pulsan con distinta frecuencia y actúan en forma
interrelacionada. Cuando un órgano está sano tiene una frecuencia determinada, si se enferma
esta frecuencia se modifica. Todos estos campos biomagnéticos conforman un gran campo
biomagnético que rodea el cuerpo. Efectivamente se corresponde con lo que denominamos
aura. Por esta razón, aún cuando existen otros aspectos, el campo biomagnético es uno de los
componentes principales del aura.
Estos campos tienen a su vez influencia sobre otros campos que se encuentran en las
proximidades, aún sobre los de otras personas. Este principio se denomina inducción. Significa
que un campo magnético puede actuar sobre otro, en la medida en que produce cambios en el
campo o modifica incluso la intensidad y frecuencia de la corriente eléctrica que circula en su
conductor. Es decir, el campo biomagnético de una persona puede actuar sobre el de otra y de
esta manera influir a veces sobre el bienestar general así como sobre el funcionamiento de los
órganos y los tejidos. De este modo se define el verdadero significado del concepto
“personalidad de gran magnetismo”. Al mismo tiempo es el fundamento científico del hecho
de que una persona puede producir un efecto terapéutico sobre otra.
Desde un punto de vista científico la piel no representa el límite de una persona, sino que su
personalidad se extiende hacia el entorno. Sabemos, por experiencia pesonal, que esto es
cierto, ya que cada uno de nosotros alguna vez ha sentido la presencia de otros. Esto está
ahora probado e incluso explicado científicamente.
También las manos están rodeadas de campos biomagnéticos. Se han medido los campos de
los terapeutas durante los tratamientos y se comprobó que eran mucho mas intensos que los
de las personas corrientes. Se utilizó un simple medidor magnético compuesto de dos bobinas
de 80.000 vueltas cada una y se lo conectó a un amplificador. Las manos de los terapeutas
alcanzaron un valor de 0.002 Gausios, lo cual es mil veces mas alto que cualquier otro campo
que emite el cuerpo. El campo pulsó con diferentes frecuencias entre 0.3 30Hz, oscilando
mayormente entre 7 y 8 Hz.
La fuerza curativa en las manos es producida, al menos en parte por el sistema perineural. Este
sistema rodea los nervios y ofrece un camino para la corriente continua. Las corrientes son
moduladas por impulsos cerebrales que, a su vez, son dirigidas por el tálamo.
Las manos emiten posiblemente también otros tipos de energía que tienen efectos
terapéuticos. Hay ciertos indicios
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