Expulsión De Los Moriscos 1609

EXPULSIÓN DE LOS MORISCOS EN 1609

Se trata de un texto de carácter jurídico, pues su objetivo es decretar de forma legal la expulsión de los moriscos de España.

El decreto se firmó el 9 de Abril de 1609, pero fue publicado por el Virrey de Valencia el 22 de Septiembre del mismo año.

El destinatario es el pueblo, por tanto tiene un carácter público, oficial divulgativo de ámbito nacional.

El decreto lo firmó Felipe III, pero el autor real del mismo fue el Duque de Lerma, valido del monarca.

Felipe III nació el 14 de abril de 1578 en Madrid fue el último hijo sobreviviente de Felipe II y de su cuarta esposa Ana de Austria. En 1582 se le designó heredero al trono, que ocupó el 13 de septiembre de 1598. De carácter tímido, recibió su educación de aristócratas y eclesiásticos, que le forjaron un carácter extremadamente religioso. Contrajo matrimonio en Valencia el 18 de abril de 1599 con su prima Margarita de Austria, tuvo ocho hijos, el tercero de ellos, Felipe, a su muerte, sería proclamado Rey de España como Felipe IV.

Con el sistema de gobierno de los primeros Austrias, el Consejo de Estado fue reorganizado en 1600 con un mayor protagonismo en la política general. Su poca capacidad y su gran afición a la caza, anuló un gobierno personal en favor de un delegado o favorito sin cargo específico. Desde 1598 gobernó como valido el duque de Lerma, su amigo personal, que desde los primeros momentos recibió autorización para firmar en su nombre. Así controló todos los órganos de la administración tomando decisiones ejecutivas

La suspensión de pagos de 1607 marcó el inicio de un periodo pacifista. El 9 de abril de 1609 se firmó una tregua de doce años con los Países Bajos, reconociéndose oficialmente la existencia de Holanda. Ya antes se llegó al fin de hostilidades con Inglaterra, tras la muerte de Isabel I.

A causa de la difícil situación política y la crisis económica, Felipe III cambia en el año 1618 a Lerma por su hijo, el duque de Uceda, con menos libertad de acción en la tramitación de las consultas y con un mayor protagonismo de Baltasar de Zúñiga en los asuntos exteriores. En 1618 España apoya al emperador Fernando II de Austria contra el elector del Palatinado, Federico V, dando comienzo a la guerra de los Treinta Años.

Felipe III falleció el 31 de marzo de 1621 en Madrid.

Francisco Gómez de Sandoval-Rojas y Borja (Duque de Lerma) nace en Tordesillas en 1553. Hijo de Francisco Gómez de Sandoval y Zúñiga e Isabel de Borja y nieto de San Francisco de Borja. Perteneciente a una familia con títulos nobiliarios y de descendencia noble se educa en la corte de Felipe II recibiendo el puesto de menino del príncipe consorte Carlos, hijo del rey y de María Manuela de Portugal.

El acceso al Trono de Felipe III tras la muerte de su padre en 1598 le permitió a Lerma hacerse con el poder en la corte. Alejó a los cortesanos más influyentes del reinado anterior y restringió en beneficio propio el acceso al rey, organizándole continuos viajes, incluso trasladó la corte a Valladolid entre 1601 y 1606.

Amasó una gran fortuna y engrandeció a su Casa con nuevos privilegios, títulos, cargos, rentas y territorios.

Reformó los órganos de gobierno de la monarquía, fortaleciendo las Juntas en detrimento de los tradicionales Consejos, lo que aumentaba el poder ejecutivo en su propio beneficio. Impuso una política pacifista, reconociendo con realismo las dificultades financieras y militares por las que atravesaba el país. El gobierno de Lerma realmente no tomó ninguna decisión importante, excepto el decreto de expulsión de los moriscos, aprobado el 9 de abril de 1609

Debido a un caso de corrupción, la reina Margarita acusa al duque de participar en actos de traición, en los que se encuentra inculpado Rodrigo Calderón, ejecutado en la plaza Mayor de Madrid. Francisco de Sandoval, debido a la amistad con el rey, no es ejecutado pero si enviado a la ciudad de Lerma, donde pasa el resto de sus días.

Antes, y para ponerse a salvo de represalias, se hizo nombrar cardenal en 1618, por lo que quedó fuera del proceso que se abrió contra él; no obstante, el proceso le fue muy desfavorable y murió en medio del mayor desprestigio.

El Duque de Lerma muere en Valladolid en 1625, aunque no se sabe la fecha exacta.

ANÁLISIS DEL TEXTO:

En el primer párrafo es donde aparece la idea principal sobre las que se argumentan las demás, es decir la expulsión de los moriscos de España. Sigue hablando de que pueden llevarse las pertenencias que puedan transportar en las manos y después los barcos los llevarían a Berbería, es decir que pocos bienes podrían llevar consigo. Serían llevados a los barcos para trasladarles a Berbería (Norte de África), sin que sufrieran maltrato, lo que parece ser no se llevó a cabo, ya que se sabe que algunos fueron degollados y arrojados al mar y que hubo robos y asaltos una vez desembarcados en África. Por último y como consecuencia de incumplir el mandato serán castigados con la muerte.

En el segundo párrafo aparece una idea secundaria, de carácter temporal, y es que pasados tres días de la publicación de este bando cualquier cristiano que encontrara a un morisco, podía, sin sufrir ninguna represalia, robarle y entregarle al Justicia, que era el cargo de índole jurídica más importante de los territorios de la Corona de Aragón, valedor de los fueros de cada territorio. Esto propició que hubiera bandas que se dedicaban a buscar moriscos para aprovecharse de ellos y quedarse con lo que llevaban encima.

El tercer párrafo es una orden muy específica hacia los moriscos, para que permanezcan en su lugar hasta que sean recogidos por el Comisario (personas nombradas para que hicieran que la expulsión se llevara a cabo según el decreto promulgado) y sean llevados a la embarcación.

COMENTARIO DEL TEXTO:

El problema morisco se había venido planteando a los largo de los siglos XV y XVI. El origen del mismo data de la conquista del reino de Granada por el RR.CC. en 1492. Cuando se hizo, el Cardenal Cisneros y los miembros más importantes del reino, pensaban que los musulmanes se irían convirtiendo poco a poco, cosa que no sucedió. Durante el reinado de Carlos I no hubo en este sentido grandes problemas. Los moriscos mantuvieron sus costumbres, lengua y cultura.

Sin embargo

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