Fernando Rocchi El imperio del pragmatismo
Enviado por RafaelRipoll • 25 de Enero de 2023 • Apuntes • 1.981 Palabras (8 Páginas) • 73 Visitas
Fernando Rocchi El imperio del pragmatismo.
Introducción.
El libro comienza hablando de una publicación Américo Guerrero en donde se sostenía que los industriales habían salido moralmente fortalecidos de una lucha titánica contra un ambiente hostil cuya encarnación más diabólica era el estado que había demostrado sobradas veces enemistad frente a la actividad manufacturera. En donde las tarifas proteccionistas y los créditos estatales baratos habían brillado por su ausencia en los años de economía abierta y quienes habían sido favorecidos fue las actividades agropecuarias. Esta visión fue aceptada y predomino en la historia económica argentina durante gran parte del siglo XX. (En resumen, que el estado había apoyado a los agropecuarios y nada a la industria)
Este texto se encargará de analizar el significado de las políticas industriales durante el periodo del auge agroexportador que va desde las últimas décadas del siglo XIX hasta la primera guerra mundial, que ha sido llamado como el Orden conservador.
Fue en la década de 1940 en donde se empezó a escribir sobre este problema industrial, la versión canónica termino cautivando al mundo académico que lo tomo como propio. Hasta en cierto punto se llegó hablar de un proteccionismo al revés por el cual el estado desprotegía a las industrias, pero agravaba los insumos que utilizaba. Con el análisis publicado por Adolfo Dorman y por Ezequiel gallo en 1970 se comenzó a ver que las bases de esta visión eran endebles. Respecto a la política anti-industrial del periodo, Gallo va a señalar que las leyes proteccionistas habían proliferado justamente cuando el librecambio habría sido más hegemónico.
Existía la idea de que argentina debía ser proteccionista o librecambista pero nunca se pensó una posición intermedia. Para el autor esta rigidez no sirve para hacer referencia a la relación entre estado y económica en argentina en este periodo. Nuevos estudios han cuestionado el carácter librecambista del estado argentino a partir de 1880 entre los cuales sobresale el análisis de Eduardo Zimmerman o como el de Paula Alonso en donde ha demostrado como el radicalismo ha convertido al librecambio una de sus banderas para atacar el proteccionismo del PAN.
El incremento del nivel de las tarifas a la importación y el crecimiento de la demanda agregada se conjugaron para que surgiera una industria local que comenzó a producir bienes de manera estandarizada, en donde sus fábricas estaban ubicadas en Bs.As. Este fenómeno fue paralelo al triunfo de un discurso que convertía la protección industrial un uno de sus emblemas. El artículo se centrará en la formación y desarrollo de este discurso para mostrar, más allá de la protección efectiva que se haya logrado, el papel que cumplía dentro del espectro político argentino. Tratando con varias fuentes el estado se mostrará más favorable a la protección industrial de lo que tradicionalmente se pensaba, pero la posición de este era más compleja que la simple protección de toda industria como alternativa frente al libre cambio.
La irrupción del proteccionismo.
La crisis de 1890 desencadeno una serie de fuerzas que modelaron por casi una década un escenario donde el desequilibrio y la inestabilidad parecían ser la moneda corriente. En el ámbito económico la administración de Carlos Pellegrini se caracterizó por la aplicación de tarifas a las importaciones sobre un abanico más amplio de bienes y con niveles cuantitativamente más alto que los aplicados por Avellaneda. Las practicas más novedosas fue la aparición de la idea de crear instituciones públicas como el banco de la nación argentina.
Los primeros años de la década de 1890 fueron seguido por la crisis de legitimidad que vivía el régimen político instaurado en los ochentas por un periodo en el cual los organismos que tejían el entramado institucional argentino se encontraron con el deber de definir cuál era su papel en la esfera del poder gubernamental. En medio de esta atmosfera la protección industrial irrumpió como tema de debate.
Como señala Gallo la industria y el agro convivían y podían crecer de manera paralela. Desde la formación del estado argentino la estructura impositiva se había basado en los impuestos a las importaciones, aunque la incidencia de estos resulto cada vez menor para los 80 todavía quedaba un remanente. Con el objetivó de promover las exportaciones el gobierno decidió por entonces abolir los que todavía se aplicaban y que incluían unas series de productos derivados de la ganadería. Pronto surgió la idea de aumenta los impuestos a ciertos artículos importados como los elaborados a partir del tabaco, los licores, la cerveza y el vino. Esto llevaría un conflicto en donde las tarifas a la importación resultaban de una compleja conjunción de necesidades fiscales y de defensa de intereses. A pesar de las quejas de la Cámara de Comercio, la atmosfera iba tornándose favorable para el proteccionismo. Esta fue tomando mayor forma en los 90 cuando el escenario industrial irrumpió con renovado vigor a partir de las crisis. Las tarifas implantadas por Pellegrini se sumaron a la depreciación del peso para hacer que las industrias que ya existiesen pudieran continuar con su expansión y otras que plegaran al escenario manufacturero a partir de la sustitución de importaciones de ciertos artículos.
El proteccionismo gubernamental encontró su mayor apoyo en el congreso donde se formó una colación que se desplego en un amplio abanico de esferas donde los intereses, las ideas y los temores de los legisladores estaban en juego.
El proteccionismo como interés y como idea.
El congreso era visto por los defensores del librecambio como la encarnación misma de los intereses particulares en las instituciones de gobierno argentinas. Pero a pesar del énfasis que ponían algunos diarios, estaba lejos de ser una asociación de industriales. Otra versión sostenía que era el locus preferencial de la política de presión ejercida por los industriales, para estos la industria había formado un poderoso Lobby que nunca dejaba de hacerse escuchar cuando se discutía un tema de las tarifas. Lo cual si harán uso para hacer valer sus intereses y presionar. Pero no eran los únicos que practicaban esta forma de influenciar, también lo hacían la Cámara de comercio española y el correo argentino, por ejemplo.
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