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Formación de las lenguas criollas


Enviado por   •  1 de Julio de 2013  •  Tutorial  •  15.859 Palabras (64 Páginas)  •  295 Visitas

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Las lenguas sabires o pidgins (o, simplemente, "los sabires") suelen definirse como sistemas lingüísticos muy reducidos que se emplean para contactos puntuales entre hablantes de distintas lenguas y que no son nativas de ninguna comunidad o grupo (De Camp, 1971). El nombre procede del pidgin llamado sabir usado en el mediterráneo por marineros de diferentes nacionalidades como lingua franca de comunicación intergrupal.

En ocasiones se utilizan como sinónimos los "sabires" y las lenguas "criollas", y, aunque comparten ciertas características, el criterio para distinguirlos es genético: son lenguas criollas aquellas que surgen cuando los sabires disponen de hablantes nativos.

El sabir, originalmente lingua franca, es un pidgin hoy desaparecido, pero utilizado entre los siglos XIV y XIX por los marinos y mercaderes del mar Mediterráneo para la comunicación entre hablantes de lenguas distintas.

El sabir tomó su léxico y parte de su gramática de distintas lenguas romances y otras lenguas mediterráneas; se estima que la versión más temprana adoptó directamente términos del latín, adaptándose luego a la evolución del italiano, el catalán, el occitano, el castellano y el portugués, e incorporando posteriormente vocabulario árabe, turco y griego.1 El primer uso documentado se remonta a 1353 en Djerba, en el actual Túnez. Con los años, en la costa tunecina y argelina fue nutriéndose además del francés.

De acuerdo con el Ethnologue, hoy en día es posible que exista una variedad en las islas del mar Egeo, en que la sintaxis es predominantemente árabe, mientras que el vocabulario se nutre del italiano, el español, el francés, el catalán y el turco.

Una lengua criolla, llamada también criollo, es una lengua que nace habitualmente en una comunidad compuesta de personas de orígenes diversos que no comparten previamente una lengua, que tienen necesidad de comunicarse, y por ello se ven forzados a crear una nueva lengua con elementos de las suyas propias para poderse comunicar.

Un ejemplo típico es el de los esclavos africanos llevados después de la conquista de América a las plantaciones del Caribe o de las poblaciones autóctonas de regiones de Sudamérica, Oceanía y África que se vieron obligadas a utilizar la lengua de la potencia colonial (el inglés, el castellano, el francés, el portugués y el neerlandés) para comunicarse.

Tradicionalmente el término «lengua criolla» se refería a cualquier lengua mixta, producto de la convivencia prolongada entre hablantes de varios idiomas nativos.

Formación de las lenguas criollas

Existen discrepancias entre los lingüistas sobre la formación de las lenguas criollas. Para los lingüistas Ronald Wardhaugh y Robert A. Hall, Jr., inicialmente la comunicación toma la forma de un pidgin, una segunda lengua que toma el léxico, muy deformado y simplificado, de la lengua impuesta y que, sin embargo, mantiene una sintaxis propia de las lenguas indígenas. Los hijos y los descendientes de los hablantes perfeccionarán este lenguaje reducido para transformarlo en una lengua más eficiente, en un proceso llamado nativización.1 Cuando el pidgin nativizado se convierte en su idioma materno, una lengua con una sintaxis más estructurada y un léxico estable y más amplio, se habla entonces de lengua criolla.2

Para otros lingüistas, las lenguas criollas serían el resultado de la evolución progresiva de un idioma en contacto con otras lenguas, sin la necesidad de pasar por la etapa de transición del pidgin.

Los sabires —llamados tambiénlenguas francas y lenguas de intercambio— representan el resultado más extremo que se conozca del proceso de préstamo.

Durante la expansión europea y el desarrollo del comercio mundial por obra de los mercaderes de ese origen, surgieron a menudo circunstancias en las que era esencial para los europeos comunicarse con otros que no conocían su lengua y cuya lengua ellos tampoco entendían. Tal ocurrió, por ejemplo, en el comercio con China. En un intento desesperado por hacerse entender, el mercader inglés o yanqui hablaría a menudo en un "inglés chapurreado" o en una "media lengua" artificial, basándose en el falso supuesto de que así los chinos lo entenderían más fácilmente. Éstos, a su vez, harían un esfuerzo igualmente desesperado por imitar ese inglés, ya muy contrahecho. Transcurrido un tiempo suficientemente de ese toma y daca, algunas convenciones quedaron establecidas: había surgido lo que en este caso se conoce como sabir chino inglés, en inglés Chinese Pidgin English. La palabra inglesa pidgin que aparece en la denominación de esta lengua —y de otras que surgieron en la misma forma— es un préstamo del sabir chino-inglés, el cual a su vez la derivó de la palabra inglesa business /bíznes/ 'negocio, asunto'. La palabra española sabir, por su parte, es originariamente, lo mismo que lengua franca, uno de los nombres con que se designa a una lengua de intercambio compuesta de elementos árabes y románicos que se usa en el Mediterráneo; ambos nombres han servido luego ara designar a cualquier lengua de intercambio del mismo tipo.

Descriptivamente, la información más importante respecto de un sabir es que es una lengua. No obstante las circunstancia en que se origina, un sabir, una vez que está establecido, tiene vida propia. El mero hecho de alterar la gramática o de pronunciar las palabras en forma "simplificada" de invención personal no le permite hoy a un hablante de inglés hacerse entender en un sabir de base inglesa. Para llegar a hablar un sabir debe emprenderse su aprendizaje con la misma seriedad que se requiere para aprender con éxito cualquier otra lengua.

Sin embargo, un sabir, en tanto lo sigue siendo, tiene ciertas caracterísitcas de que carecen las otras lenguas. La principal de ellas es la extrema redundancia. El sistema fonológico es poco preciso, de modo que permite una gran variación en la pronunciación sin que ello afecte necesariamente la comprensibilidad, incluso hasta el punto de que muchos morfemas tengan varias configuraciones fonemáticas distintas. La gramática es tan regular como la de cualquier otra lengua y no tiene que ser simple necesariamente. El vocabulario, por lo general, es reducido, creado fundamentalmente para el manejo de las negociaciones comerciales y para transmitir órdenes prácticas de señor a criado o comunicaciones prácticas de criado a señor. Con las necesarias paráfrasis, empero, pueden expresarse casi todos los mismos medios de que disponen las lenguas "normales"; en especial, naturalmente, por medio de continuos préstamos. En muchas partes de Melanesia, donde hay literalmente cientos de lenguas vernáculas distintas, el sabir melanesio-inglés es la lengua en que se conversa aceca

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