Historia Educativa Nacional
Enviado por nakala • 27 de Mayo de 2014 • 2.393 Palabras (10 Páginas) • 434 Visitas
Recorrido histórico de las diversas metodologías aplicadas en la Argentina
1.1. Recorrido histórico:
La educación en Argentina ha tenido una historia complicada. No hubo un plan de educación efectivo hasta que el presidente Domingo Sarmiento (1868-1874) hizo hincapié en actualizar el país con las prácticas de los países desarrollados. Sarmiento alentó la inmigración y el asentamiento de educadores europeos y construyó escuelas y bibliotecas públicas en todo el país, en un programa que finalmente duplicó la matrícula de los estudiantes durante su mandato. Las primeras leyes nacionales que obligan a la educación universal, obligatoria, gratuita y laica (Ley 1420 de Educación Común) fueron sancionadas en 1884 durante el gobierno del presidente Julio Roca. El carácter no religioso de este sistema, que prohibía a las escuelas parroquiales la expedición de títulos oficiales directamente, sino sólo a través de una universidad pública, dañó las relaciones entre el Estado argentino y la Iglesia Católica, provocando la resistencia del clero local y un conflicto con las Santa Sede (a través del Nuncio Papal).
A raíz de la reforma universitaria de 1918, la educación argentina, sobre todo a nivel universitario, se hizo más independiente del gobierno, así como la influyente Iglesia Católica. La iglesia comenzó a resurgir en el sistema educativo secular del país durante el gobierno de Juan Perón, cuando en 1947 se volvió a introducir el catecismo en las escuelas públicas y las instituciones parroquiales comenzó nuevamente recibir subsidios. Un repentino cambio en la política en 1954, contribuyó en el violento derrocamiento de Perón, después de lo cual las previas políticas pro-clericales fueron reintegradas por el general Pedro Aramburu. La Ley de Aramburu N°6403 de 1955, que avanzó la educación privada en general, y parroquiales (sobre todo, las escuelas católicas) en particular, ayudó a llevar a la creación de la Universidad Católica Argentina.
El programa de la desregulación y la privatización llevada a cabo por el presidente Carlos Menem en reacción a la crisis socio-económica del país de 1989 condujo a la descentralización del sistema de la escuela secundaria argentina, por lo que, a partir de 1992, la administración y la financiación de las escuelas se convirtieron en una responsabilidad provincial. La debilidad de la política, sin embargo, radica en que la coparticipación federal no aumentó acordemente, sobre todo teniendo en cuenta la decisión de mover dos años de la escuela primaria a la secundaria.
1.2. Caracterización de la sociedad postmoderna:
Para dilucidar la magnitud de los problemas de la enseñanza, en nuestro contexto histórico, hay que examinar ésta en sus coordenadas espacio-temporales, a fin de tomar en consideración la complejidad de los factores que conlleva la evolución cultural de la sociedad llamada por algunos postmoderna. Conviene, sin embargo, tener en cuenta que ésta presenta diferencias tan notables entre países que bien podrían situarse en diferentes etapas históricas de la civilización humana. Ball dice que ha llegado la era en que la política cede el lugar a la educación, esto nos gustaría que fuera cierto. Literalmente se expresa así: “Creo que en la etapa postmoderna, en la que estamos entrando ahora, la política (…) cederá el lugar a la educación como la idea que informará nuestra era”. Nominar una de las etapas de la humanidad como “la edad de la educación” implicaría el reconocimiento de la trascendencia, que ésta, de hecho, tiene para el desarrollo del espíritu humano. Y no sólo reduciendo el desarrollo a los aspectos económicos, según figura en la mayoría de los tratados. Pues, en lo que se refiere a la educación el progreso concierne al perfeccionamiento de las cualidades específicas de la humana naturaleza, en particular, de la conciencia, la razón, la sabiduría y la voluntad para vivir conforme a una ética.
Ética implica “los valores” que entrañan los Derechos Humanos, de los que sólo fue posible lograr código universal, a mediados del siglo XX. Hecho sin precedentes para la educación humana a la que compete llevar a la práctica dichos valores. Esta era cuenta con entidades reales al alcance del quehacer educativo mediante su aplicación universal en la enseñanza a todos los niveles.
1.3. El último cuarto de siglo en la educación:
Este último cuarto de siglo ha estado marcado por notables descubrimientos y progresos científicos, muchos países han salido del subdesarrollo, el nivel de vida ha continuado su progresión con ritmos muy diferentes según los países. Y sin embargo, un sentimiento de desencanto parece dominar y contrasta con las esperanzas nacidas inmediatamente después de la última guerra mundial.
Se puede entonces hablar de las desilusiones del progreso, en el plano económico y social.
Nuestros contemporáneos experimentan una sensación de vértigo al verse ante el dilema de la mundialización, cuyas manifestaciones ven y a veces sufren, su búsqueda de raíces, referencias y pertenencias.
La educación debe afrontar este problema porque se sitúa más que nunca en la perspectiva del nacimiento doloroso de una sociedad mundial, en el núcleo del desarrollo de la persona y las comunidades. La educación tiene la misión de permitir a todos sin excepción hacer fructificar todos sus talentos y todas sus capacidades de creación, lo que implica que cada uno pueda responsabilizarse de sí mismo y realizar su proyecto personal.
Esta finalidad va más allá de todas las demás. Su realización, larga y difícil, será una contribución esencial a la búsqueda de un mundo más vivible y más justo. La Comisión desea recalcarlo enfáticamente en un momento en que ciertas mentes se ven embargadas por la duda respecto a las posibilidades que ofrece la educación.
Todo convida entonces a revalorizar los aspectos éticos y culturales de la educación, y para ello dar a cada uno los medios de comprender al otro en su particularidad y comprender el mundo en su curso caótico hacia una cierta unidad. Pero hace falta además comenzar por comprenderse a sí mismo en esta suerte de viaje interior jalonado por el conocimiento, la meditación y el ejercicio de la autocrítica.
En esta perspectiva, todo se ordena, ya se trate de las exigencias de la ciencia y la técnica, del conocimiento de sí mismo y de su medio ambiente, de la creación de capacidades que permitan a cada uno actuar como miembro de una familia, como ciudadano o como productor.
Esto significa no se subestima de ninguna manera la función central de la materia gris y de la innovación, el paso a una sociedad cognoscitiva, los procesos endógenos que permiten acumular
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