Historia Laboral De Chile
arnoldo1511 de Mayo de 2014
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EXPOSICION HISTORIA LABORAL DE CHILE
Los antecedentes históricos revelan que en los siglos XVII y XVIII, aún cuando la minería aparecía en un lugar secundario, la explotación artesanal de diversos yacimientos de oro, plata y cobre de altísimas leyes eran una gran fuente de recursos, que posibilitaron la mantención del comercio interno e internacional.
Chile vivió un siglo XVI en el que la minería permitió a los primeros conquistadores la acumulación del capital que hizo viable la empresa constructora de la Capitanía.
En el siglo XVII el Reino de Chile fue redimensionado, y la actividad agrícola –a través de las encomiendas/haciendas– pasó a concentrar la economía dada la prioridad de la supervivencia alimentaria. La exploración de yacimientos se desplazó fuera de las zonas de guerra por la larga resistencia de los aborígenes del sur de Chile, iniciándose con ello la explotación de las primeras minas en el norte.
Después de la Conquista y luego de la explotación de los lavaderos de oro, la minería desapareció casi por completo en el país; pero resurgió durante el siglo XVIII, gracias a la consolidación del comercio externo, siendo el principal producto la plata y luego el oro. Esto contribuyó en gran medida a aumentar la fortuna de los altos círculos sociales de la época y, a través del impuesto llamado quinto real, ayudó al Estado español a financiar sus gastos en el país. El cobre, en cambio, se producía en pequeñas cantidades, solo para las necesidades locales, exportando esporádicamente a Perú o al otro lado de la cordillera.
Sistema de trabajo
Cuando los españoles llegaron a América, venían con la intención de enriquecerse rápidamente a costa de lo que esta tierra les ofreciera, para lo que obligaron a los aborígenes a trabajar en todo tipo de faenas. Los gobernadores, a nombre del rey,encomendaban grupos de aborígenes a cada dominador español, para que estuviesen bajo su tutela y mando. Este sistema fue más conocido como encomienda, y cada español a cargo de un grupo de indígenas recibió el nombre de encomendero. Según las intenciones de cada gobierno español, los aborígenes debían pagar tributos al encomendero, en especies o dinero. Pero ellos no se conformaban con eso; además los obligaban a trabajar arduamente, lo que se mantuvo constante durante esta época en Chile.
Sin embargo, a cambio de los beneficios que recibían los encomenderos, debían cuidar a sus aborígenes, proporcionarles alimentos, ropa e integrarlos a la fe cristiana. Pero esto nunca se cumplió; solo se encargaron de hacerlos trabajar muy duro para obtener la mayor cantidad de beneficios personales, cometiendo grandes abusos en contra suya.
Con el tiempo, los aborígenes fueron disminuyendo, por lo que a la encomienda se le restó importancia, hasta su abolición, aprobada por el rey y puesta en práctica más tarde por el gobernador Ambrosio O'Higgins.
Al finalizar el período colonial, los mestizos se habían convertido en la principal fuerza de trabajo. Los esclavos negros tuvieron menor importancia, dado su alto precio y el riesgo que significaba que pescaran alguna enfermedad o murieran.
Agricultura y ganadería
La actividad ganadera predominó durante los primeros cien años de la Colonia, siendo el sebo y el cuero los principales productos. Mientras el primero constituía la materia prima en la elaboración de las velas, el segundo era exportado hacia Perú, donde era transformado en diversos objetos, como suelas, badanas o cordobanes.
Durante el siglo XVIII la agricultura fue la actividad económica más importante. Factores externos (una devastadora plaga arrasó con casi la totalidad de los cultivos peruanos) aceleraron la demanda de nuestros productos, especialmente del trigo. Chile fue considerado, entonces, el granero del Perú, haciendo disminuir así las labores ganaderas e implementándose incluso una red vial para facilitar la exportación de los productos agrícolas.
Entre los cultivos más frecuentes que se desarrollaron en las estancias se encontraban el trigo, la cebada, el maíz, árboles frutales, hortalizas y viñedos.
Condiciones de trabajo indígena
Durante la Colonia, los gobernadores asignaban cierto número de indígenas a cada conquistador para que estuviesen bajo su cuidado. Estos debían trabajar según las órdenes de los españoles y pagarles tributos (en dinero o especies), debiendo recibir a cambio protección, comida y abrigo. Este sistema se conoció con el nombre de encomiendas y cada español a cargo de un grupo de indígenas recibió el nombre de encomendero.
Sin embargo, la situación no era tan ideal y, finalmente, las condiciones de vida de los aborígenes bajo el sistema de encomiendas eran paupérrimas.
Por ello, durante el siglo XVII fueron impulsadas una serie de medidas que intentarían regular y mejorar las condiciones de trabajo indígena. Sin embargo, a pesar de contar con el apoyo de importantes autoridades, pocas fueron implementadas y la mayoría obtuvo solo el repudio de los encomenderos.
En 1609 se intentó finalizar el servicio de encomiendas, pero solo se logró excluir a las mujeres y a los niños menores de 18 años. Doce años más tarde se promulgó la Tasa de Esquilache, que en 1622 sería modificada y llamada Tasa Real; esta medida fracasaría al igual que su antecesora. Ya en 1633 se redactó la Tasa de Laso de la Vega, donde se fijaba el tributo en diez pesos. Gracias a la iniciativa de Ambrosio O'Higgins, en 1789, se puso término oficial al sistema de encomiendas. La corona española determinaría su abolición definitiva en 1791.
Impuestos coloniales
La directa vigilancia y administración que ejercía la corona española sobre el comercio de nuestro país no dejaba escapar ningún detalle, beneficiándose con cada una de las actividades económicas que se desarrollaban en el territorio.
El diezmo era el tributo que se cobraba a la producción agropecuaria y que sustentaba las labores religiosas, mientras que el quinto real gravaba el oro extraído en las minas y lavaderos correspondiendo a un quinto del total. También existía el almojarifazgo (impuesto de aduana sobre las mercancías que circulaban entre España y América), la alcabala (relacionado con la compraventa de bienes muebles o inmuebles) y la anata o media anata (correspondiente al pago del sueldo de uno o medio año).
Instituciones españolas
- Corona: Fue instituida en el reinado de los Reyes Católicos, bajo un cetro común, la cual terminó de estructurarse como tal en el reinado de Felipe II, uniendo los Reinos Europeos de Aragón, Castilla, Cataluña, Navarra, Valencia, etc. Con los Reinos Americanos de Nueva España, Nueva Granada, Nueva Extremadura, etc.
La corona, con el fin de proteger la libertad de acción tanto individual como colectiva de sus súbditos americanos, puso a disposición diversos medios para que pudieran hacerse oír por el rey y por sus representantes más cercanos (virreyes, gobernadores, etc.).
A la cabeza de esta institución se encontraba el rey, cuya principal función era atender el bien de su comunidad, desde la cual emanaba su poder, sin poder usarlo para su propio beneficio.
Manejaba al resto de los organismos menores, los cuales estaban a su cargo y todos dependían de la decisión del monarca.
- Consejo de Indias: El Real y Supremo Consejo de Indias, conocido simplemente como Consejo de Indias, fue el órgano más importante de la administración indiana (América y las Filipinas), ya que asesoraba al Rey en la función ejecutiva, legislativa y judicial.
No tenía una sede física fija, sino que se trasladaba de un lugar a otro con el Rey y su Corte. Este consejo actuaba con el monarca y, en algunas materias excepcionales, actuaba solo.
Fue fundada alrededor de 1524 por Carlos V. Como institución se formó poco a poco, y ya los Reyes Católicos designan a Juan Rodríguez de Fonseca para estudiar los problemas de la colonización de las Indias con Cristóbal Colón. Al morir Fernando de Aragón se hace cargo de la Corona de Castilla en calidad de regente el Cardenal Cisneros, quien no tenía buenas relaciones con Rodríguez de Fonseca, de tal manera que lo separa de sus funciones y le encarga a dos miembros del Consejo de Castilla: Luis de Zapata y Lorenzo Galindes de Carvajal, para que formen un pequeño consejo, que se pasó a llamar "Junta de Indias".
En 1516 cuando Carlos I se hace cargo de América, continua existiendo esta junta y ya en 1524 pasa a llamarse definitivamente Consejo de Indias. Su primer presidente fue el fray García de Loayza, quien se convertiría después en Arzobispo de Sevilla.
Las reformas borbónicas de 1714, con la creación de los ministros de despacho, quitan las atribuciones administrativas y legales del Consejo. En 1717 el Rey Felipe V crea una Secretaría de Marina e Indias, por lo que el Consejo va decayendo hasta que fue suprimido en 1812, luego nuevamente puesto en funcionamiento en 1814, cuando recupera la corona española Fernando VII y definitivamente abolido, como organismo asesor, en 1834.
- Casa de Contratación: En 1503 se estableció por decreto real la Casa de Contratación de Indias en Sevilla, creada para fomentar y regular el comercio y la navegación con el Nuevo Mundo. Su denominación oficial era Casa y Audiencia de Indias.
- Tribunal de la Inquisición: Fue instituido en el año 1569 por el rey Felipe II y quedó a cargo de una orden eclesiástica: los dominicos y en América solo se aplicó en México y Perú.
Su principal y única función era moderar las costumbres de la época, es decir, juzgar y procesar todo lo que estuviera fuera
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