Historia del Edificio del Archivo Nacional Histórico de Chile

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Historia del Edificio del Archivo Nacional Histórico.

El edificio que actualmente ocupa el Archivo Nacional Histórico está asentado en lo que antiguamente, en los siglos coloniales, se conoció como el solar de las Clarisas, es decir, donde estuvo el Monasterio de estas religiosas de espiritualidad franciscana.

Las fiestas del centenario de la Independencia (1810-1910) contemplaron la construcción de un edifico único que reuniera la Biblioteca Nacional, el Museo Histórico y un Archivo Nacional. Se fijó como el mejor emplazamiento, el solar comprendido entre las calles Avenida Libertador Bernardo O'Higgins, Mac Iver, Moneda y Miraflores.

El Consejo de Obras Públicas aprobó entre los proyectos el actual diseño, que corresponde al arquitecto Gustavo García del Postigo. La primera piedra fue colocada el 23 de agosto de 1913, con la asistencia del Presidente de la República, don Ramón Barros Luco. Las obras estuvieron a cargo del ingeniero Adolfo Wainer Müeler.

Originalmente, el plan de edificación constaba de un grupo de construcciones en forma de cruz de Malta, con cuatro fachadas armónicas que daban hacia las calles colindantes. El conjunto comprendía cinco pabellones independientes pero comunicados entre sí: el central y los de Alameda y Moneda, destinados a la Biblioteca Nacional; el de Miraflores, al Museo Histórico; y el de Mac Iver al Archivo Nacional, que nunca llegó a construirse. Recién en 1939, culminó la construcción del ala oriente del edificio, que da a la calle Miraflores, donde se instaló inicialmente el Museo Histórico Nacional y que hoy ocupa el Archivo Nacional. 

Sin embargo, de las tres instituciones sólo las dos primeras se situaron en el edificio del perímetro de la Alameda, Mac Iver, Moneda y Miraflores. El Archivo Nacional quedó relegado a la sala de periódicos de la Biblioteca Nacional.

El edificio se inscribe dentro del estilo neoclásico, de corte académico, imperante en la construcción monumental de comienzos del siglo XX. Sus elementos clásicos, tratados con libertad, ordenan la imposición de las fachadas y de la arquitectura interior. En la fachada principal, columnas de doble altura separan los ventanales que iluminan las salas de este cuerpo. En su interior, las terminaciones -posiblemente las más finas que hasta la fecha se realizan en un edificio público- fueron encargadas a artistas y artesanos nacionales.

El edificio fue declarado Monumento Histórico mediante el Decreto Nº 1.290 de 30 de Diciembre de 1976 y ampliado mediante el decreto Nº 620 de 15 de Noviembre de 1996 del Ministerio de Educación.

El crecido volumen de documentación que se reunió con el pasar de los años obligó a las autoridades a traspasar el archivo a las dependencias donde funcionaba el Museo Histórico en 1982/1983, a un costado de la Biblioteca Nacional, el que fue traslado al antiguo edificio donde se albergó la Real Audiencia en la Plaza de Armas. De esta manera el Archivo Nacional fue instalado en el lugar que actualmente ocupa frente al Cerro Santa Lucía y a un costado de la Biblioteca Nacional, reuniendo en una cuadra el patrimonio documental e histórico que posee el país.

En términos institucionales, en la actualidad el Archivo Nacional está constituido por cuatro sedes y una serie de servicios de apoyo. El Archivo Nacional Histórico, ubicado en la sede de Miraflores 50 (este edificio) que conserva, principalmente, la documentación de las instituciones coloniales y de los gobiernos republicanos del siglo XIX. Junto a esta documentación también es posible encontrar en esta institución los registros de las Intendencias, Gobernaciones y Municipalidades, que junto a los expedientes judiciales conforman el universo documental que posee y que coloca a disposición de los ciudadanos para la salvaguarda de la memoria e identidad de la nación. Además, posee algunas colecciones privadas que han sido legadas al Archivo Nacional por diversas instituciones y personas.

El Archivo Nacional de la Administración (ARNAD) o Archivo Siglo XX, ubicado en Agustinas 3259 (esquina de Matucana), conserva principalmente documentación administrativa del Estado producida durante el siglo XX. El Archivo de la Administración fue inaugurado en el año 1996. El Archivo de la Araucanía ubicado en la ciudad de Temuco fue inaugurado en 1997 y conserva la documentación judicial de la IX región y los archivos de la CONADI. Finalmente el Archivo de Tarapacá ubicado en la ciudad de Iquique en convenio con la Universidad Arturo Prat fue inaugurado el año 2000 y conserva principalmente la documentación judicial de la I Región.

El Archivo Nacional tiene, además, una serie de servicios transversales y que entregan apoyo y asesoría a los diversos Archivos del país a través del “Sistema Nacional de Archivos”. Parte de esos servicios son el Servicio Nacional de Conservación y Restauración de Documentos y el Departamento de Descripción y Catalogación de Documentos. Estos dos departamentos asesoran a los diversos archivos privados del país en materias de conservación y descripción documental.

Presentación de los Fondos del Depósito Histórico

del Archivo Nacional.

El depósito histórico custodia mucha más documentación que la que su nombre indica. No sólo los fondos de las instituciones coloniales se encuentran ahí: este lugar cobija un importante grupo de documentos que tienen en común el salitre, como producto esencial en la economía chilena de fines del siglo XIX hasta la primera mitad del siglo XX.

¿Cómo llegan estos documentos? Estos documentos llegan al Archivo Nacional en la década de 1980 producto de una donación realizada por la Sociedad Química y Minera de Chile (SOQUIMICH), quien atesoró los documentos de las compañías extractoras del mineral, más su propia documentación que también forma parte de este legado.

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