Huesos De Lagartija

El libro “Huesos de lagartija” es uno de los muchos libros del escrito Federico Navarrete Linares.

Federico Navarrete es doctor en estudios mesoamericanos por la UNAM, investigador de tiempo completo en el Instituto de Investigaciones Históricas y profesor en la Facultad de Filosofía y Letras de la misma casa de estudios. Es miembro del Sistema Nacional de Investigadores.

Se ha especializado en el estudio de los grupos indígenas del México prehispánico, colonial y contemporáneo; ha analizado diversos aspectos que abarcan desde la vida cotidiana, el estudio de la mitología, narrativa y literatura, hasta el análisis de obras históricas indígenas.

Ha escrito varios libros y artículos. Entre sus trabajos se encuentran la novela histórica Huesos de lagartija y La vida cotidiana de los mayas. Además ha escrito algunos artículos especializados en revistas mexicanas y extranjeras y los libros de divulgación La conquista de México y La migración Mexica.

Hueso e lagartija consta de XIV capítulos.

Esta es una historia de ficción basada en hechos reales durante la conquista de México-Tenochtitlán de 1519 a 1521. Los personajes principales Cuetzpalómitl, su hermano

Cuahuitlícac, su padre, su madre.

Desarrollo

El libro “Huesos de lagartija” es una historia que nos relata la conquista de México contada por un hombre de llamado Cuetzpalómitl.

Cuetzpalómitl cuenta a sus nietos todo lo que tuvo que pasar su pueblo para sobrevivir antes, durante y después de la conquista.

Cuetzpalómitl durara muchos años vivo pus su nombre tiene un significado, como en cierto momento de lo dijo un hombre viejo y muy sabio:

-Naciste el día de la lagartija, por eso te llamas así, huesos de lagartija, y por eso eres como eres, flaco pero duro y nervudo. Tú vas a sobrevivir, vas a llegar a viejo. No importa lo que te pesa: vas a caer y a levantársete como una lagartija que cae de lo alto de un muro y sale corriendo por el piso como si no le hubiera pasado nada. Y vas a prosperar también: No pasaras hambre porque las lagartijas siempre encuentran alimento.

A si bien empieza por platicarles como antes de la llega de los españoles, cuando el todavía era un niño, los mexicas (su pueblo) eran dueños de todas las tierras, mandaban sobre todas las naciones y recibían tributo de los pueblos dominados en las guerra.

Antes los jóvenes no vivan en sus casas sino en el calmécac en el barrio de Yopico. Los sacerdotes eran sus maestros. En el calmécac se hacían penitencias, ayunaban, pasaban noches sin dormir.

De esta forma se hacían fuertes para sus deberes como nobles. Cada quien tendría diferentes tarea; algunos

servirían a los dioses, otros más irían la guerra y por último los más afortunado serian gobernantes o ayudarían a los emperadores.

Antes se hacía una gran fiesta al Señor Xipe. Cada año se le hacia una fiesta y se le ponía una piel nueva con las pieles de los prisioneros de la guerra.

Para tener contentos a sus dioses tenían que hacerles ofrendas pinchándose las piernas, los brazos y la lengua, luego recogían la sangre con tiras de papel y las quemaban en un brasero.

Se adornaba los templos de los dioses con flores que habían surgido gracias a las ofrendas de los jóvenes sacerdotes. Y se cantaba para traer al Señor Xipe.

Noteuh achalchiuhmama

Tlacoapan a itemoya oy

Quetzal aueutl ay

Quetzal xiuicoatl ay

Poco tiempo después se enteraron todos los mexicas que los españoles habían llegado los españoles a su tierra. Todos estaban asustados y sorprendidos. Todos se hacían preguntas muy similares como: ¿Cómo es que pudieron venir por el océano?, ¿Serian dioses? Porque para ese entonces pensaban que eran los únicos habitantes del mundo, que le mar los rodeaba y su tierra terminaba con una pared que los unía al cielo.

Los españoles los describían aquellos que los habían visto como hombres blancos con cabello amarillos. Venían con seres de otro mundo, parecían venados enormes y muy fuertes, con cabeza y cuerpo de hombres, pero con patas de animales.

Lo más preocupante es que esos individuos extraños

ya conocían a los mexicas, pues venían con una mujer de su pueblo que se podía comunicar con los extraños y con ellos.

Todos los días los mexicas conocían nuevas noticias de los recién llegados. Se enteraban de que habían hecho amigos de los pobladores de la costa, los totonacas y lo más inquietante fue saber que querían venir a México para hablar con su rey Moctezuma. Cuetzpalómitl pronto se convirtió en un guerrero aprendiz.

Tiempo después el pueblo mexica se entero de que los españoles habían llegado a Tlaxcala, donde vivían sus peores enemigos. Muchos pensaban que los tlaxcaltecas podrían vencer a estos hombres, y así nadie tendría que preocuparse de cómo luchar en contra de los invasores. Pero no fue así, pronto llego la lamentable noticia de que los tlaxcaltecas habían sido derrotados por los invasores. Después

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