INDEPENDENCIA Y CIUDADANÍA

INDEPENDENCIA Y CIUDADANÍA

Sería interesante comenzar con una observación de José Carlos Mariátegui que todos conocen. Me refiero aquella que plantea que no existió una correspondencia entre los lemas de la independencia. Por eso quiero hacer dos pequeñas observaciones.

La primera es la siguiente: creo que si hubo proyectos de independencia. El segundo punto preliminar: considero que en estas preocupaciones eran más realista y menos románticas y utópicas de lo que se piensa.

Quisiera señalar algunas preocupaciones. Uno de ellos es el problema de la autoridad; qué tipo de republica debería ser el Perú. Otra preocupación es la tensión entre Lima y las provincias: qué peso se le debe dar al poder central y luego a las regiones. Una tercera preocupación es aquella que nos remite a la fisonomía de la sociedad, cómo se va a producir la unión entre criollos, indios, mestizos, negros. Una cuarta preocupación es lo económico. Aquí podemos apreciar la oposición entre conservadores y liberales. Otra preocupación es el problema de la integración americana. Cómo formar una nación frente a los planes de Bolívar y San Martin. El último problema o dilema será el de la Iglesia. Esto fue un problema para todos los grupos de ideólogos en las diversas independencias en América Latina.

Estas son, como se puede apreciar, un conjunto de áreas de preocupación, de tensión, en las que los distintos proyectos tienen que responder o decir algo: región, raza, economía, Iglesia y autoridad.

La primera tradición política que se desarrolla en el siglo XVIII, que es un factor en la independencia, es el mismo liberalismo. Hubo un deseo de crear una nación democrática. Considero que no hubo tanta dependencia, en esta tradición liberal, de los esquemas franceses. Mucho desconocen que autores ingleses y norteamericanos citan a Suárez y De las Casas. Lo que quiero decir es que hay una tradición hecha “en casa’’.

En el momento de la independencia hay liberales y curas luchando juntos. Lo interesante es que los curas también son liberales. En general en toda América Latina no hubo un sentimiento antirreligioso.

Existió también otra tradición. Me refiero a toda la traición corporativa católica hispana. La idea que se tiene de esta tradición es la de un estado que no es precisamente ni una dictadura ni una democracia. Se puede decir q esta tradición concibe a la sociedad como compuesto por cuerpos establecidos: los criollos, los plateros, los indios, los gremios, etc., y que desde ahí, desde esos cuerpos, la gente se expresa. Tomare un ejemplo para indicar la vigencia de esta tradición en el siglo XVIII. La ubicación ambigua de los indios fue un tema muy difícil para la historiografía tradicional. La gran masa de los indios estaba en los ejércitos realistas. Si bien, algunos estaban por la fuerza, otros porque creían que eso era lo que se debía hacer.

Me interesa en esta parte hablar de tres personajes, el primero es Túpac Amaru, quien intenta integrar las dos tradiciones mediante una síntesis bastante original. El segundo personaje es Faustino Sánchez Carrión. Un liberal, digamos puro y criollo en el momento de la independencia.

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