Juan Carlos Calderon
Enviado por juankys • 10 de Marzo de 2013 • 2.165 Palabras (9 Páginas) • 479 Visitas
Universidad Metropolitana de Tlaxcala María Saray Calderón Carrasco
El Contrato Social
Blanca Ivonne Díaz Díaz
#1
Rousseau nos habla que la familia es el primer modelo de las sociedades políticas. “El jefe es la imagen del padre y el pueblo es la imagen de los hijos”. Habla de que un pueblo no pude estar esclavizado. Sigue diciendo que la obediencia que es por la fuerza, no necesita el deber de obedecer y que cuando a un pueblo ya no lo fuerzan a obedecer, entonces ya no esta obligado a hacerlo. Dice que la fuerza no es un derecho y que solo hay una obligación que es la de obedecer a los poderes legítimos. Habla de que ningún hombre tiene autoridad natural para someter a otro hombre. También nos dice que el uso de la fuerza no produce derecho para que un hombre esclavice a otro, pues la única manera de que un hombre puede estar sometido a otro, es si ambos han llegado a un acuerdo para hacerlo; esta es la verdadera autoridad legitima. La esclavitud por otro lado es un derecho nulo, absurdo e ilegitimo. Rousseau expone la necesidad de la convención para crear una obligación, entre el pueblo y su rey electo. Dice que la lección tiene que ser unánime, pues mil que quieren un amo no pueden disponer de diez que no lo quieren. Los hombres no pueden engendrar nuevas fuerzas sino unir y dirigir solamente las que existen, a través de una suma de fuerzas que obren por mutuo acuerdo. Esta suma de fuerzas tiene que hacer de la colectividad, del concurso de muchos y los principales instrumentos para su conservación, son la libertad y la fuerza de cada hombre.
El acto de asociación implica un compromiso mutuo entre el público con los particulares, cada individuo se contrata consigo mismo y se compromete bajo una doble relación. Como miembro del soberano se compromete con los particulares y como miembro del estado se compromete con el soberano. Todos deben obedecer la voluntad del soberano y cualquiera que se rehúse a obedecer la voluntad general será obligado a ello por todo el cuerpo. Cuando el hombre vive en estado civil dejando atrás su antiguo estado natural se produce un cambio muy notable, pues sustituye en su conducta, la justicia por el instinto y da a sus acciones la moralidad que carecía en un principio, esto es una libertad moral, que hace al hombre dueño de si, pues el impulso de querer hacer las cosas a su antojo constituye la esclavitud, en tanto a que la obediencia a la ley es la libertad.
La soberanía es indivisible e inalienable, que no existe una división de poderes, por ser esta un cuerpo compacto, donde todos tienen funciones que determinan la función del estado. El pueblo quiere y busca siempre su bienestar, pero no siempre lo pude comprender. El pueblo no puede ser corrompido pero si puede ser engañado, es entonces cuando parece querer su mal. Si el pueblo discute y decide sobre algo que esta suficientemente informado resultaría siempre la voluntad general y la resolución seria buena. Para tener una buena voluntad general es necesario que cada ciudadano opine con arreglo a su manera de pensar; de esta manera el pueblo no se equivocara nunca.
El poder soberano por muy absoluto, sagrado e inviolable que sea, no traspasa ni puede traspasar los limites de los contratos generales; y todo hombre, n virtud de estos contratos, puede suponer plenamente de lo que haya sido dejado de sus bienes y de su libertad, entonces el estado a través del soberano, no tiene injerencia alguna a adentrarse dentro de lo individual, hasta donde se le hace permisible, esto es hasta el limite de la libertad que por naturaleza lo expone el hombre común.
En el contrato social se piensa en garantizar la vida y no en disponer de ella; pero todo malhechor al atacar al derecho social, se convierte en un traidor a la patria y desde ese momento deja de ser miembro de ella, pues violo sus leyes, y se rebelo contra ellas. Por esta razón la existencia del rebelde es incompatible con la existencia del estado par que uno sobreviva, dice Rousseau, es necesario que uno de los dos perezca, y al aplicar la pena de muerte al criminal, la patria no lo considera ciudadano sino enemigo.
Todo gobierno legítimo es republicano. Las leyes son las condiciones de la vida en sociedad. El pueblo debe ser el autor de las leyes y estar sumiso a ellas, pues solo a el le corresponde arreglar las condiciones de su vida social.
Para hacer leyes perfectas, serian necesarios dioses para crearlas, el legislador es como el mecánico que inventa la maquina, el príncipe o gobernante, es quien la monta y la pone en marcha. El legislador es un hombre extraordinario dentro del estado.
Un sabio legislador no redacta leyes buenas si primero no comprueba que el pueblo a quien están dirigidas esta en la capacidad de soportarlas y aceptarlas. Una vez que malas costumbres se han arraigado en el pueblo es difícil y peligroso querer cambiarlas, pues el pueblo, como esos enfermos que tiemblan en presencia del medico, no puede soportar que le toquen siquiera sus males para destruirlos. Cuando un pueblo esta en estado de barbarie, con desordenes
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