“LA REFORMA EDUCATIVA: EDUCACIÓN SOCIALISTA

“LA REFORMA EDUCATIVA: EDUCACIÓN SOCIALISTA”

LUCIA SÁNCHEZ GONZÁLEZ.

INTRODUCCIÓN

La educación socialista que se implementó en los años de 1934 a 1945 en nuestro país, entidad y nuestro municipio Toluca, es una de las reformas educativas que tuvo como principales propósitos lograr cambios sustanciales en el campo educativo, previendo que esta sería la solución a un progreso, una industrialización y la manera a través de la cual se solucionarían todas las problemáticas existentes, esta se realizó durante el sexenio del presidente Lázaro Cárdenas, Sin embargo, como todo modelo educativo causo inconformidades con todos los actores involucrados desde la perdida del poder hasta la de ideologías dominantes. En este periodo la Educación fue la solución y la culpa de todo.

Esta reforma educativa tuvo grandes inconformidades., que dieron lugar a que el clero la viera como un aparato que le quitaría poder y control, algunos padres de familia la vieron como el factor o instrumento que los ayudaría a mejor en su condición de vida, sin embargo para Lázaro Cárdenas era el medio atraves del cual se lograría preparar a sus habitantes para la industria y el comercio, combatir el analfabetismo, repartir la tierra y mejorar las condiciones laborales de los trabajadores agrícolas.

En el presente ensayo se plasman algunas características de este tipo de reforma educativa llamada educación socialista, como se desarrolló, como se ejecutó y como termino su implementación., donde el papel de los maestros fue trascendental para su ejecución, como en todo modelo educativo, ya que son los que lo llevan a la ejecución y la práctica, enfrentándose a retos no contemplados que tuvieron que enfrentar, de los cuales no salieron bien librados, ya que algunas entidades fueron acusados de herejes por contribuir con este tipo o modelo de Educación.

¿PERO CÓMO SURGE?

Respecto al  cual fue origen de esta reforma educativa socialista en nuestro país se presentan fundamentalmente dos elementos que influyeron, un primer elemento es la influencia del pensamiento socialista internacional de Rusia  que ya desde finales del Siglo XIX había empezado a tener una difusión a escala mundial,  lo que  convenció a muchos mexicanos  que era posible realizar cambios revolucionarios hacia el socialismo, se promovió con más fuerza la reforma agraria radical, la lucha por ampliar los derechos obreros y transformar las estructuras sociales. La educación por tanto se transformaría  en un elemento importantísimo en el desarrollo de este proyecto una educación socialista  para la sociedad mexicana con ello se enfatizarían  los aspectos disciplinarios y de control social en la educación; la segunda contemplaba a la escuela como un espacio para despertar la conciencia popular y estimular la movilización de las comunidades en favor de las reformas estructurales, aunque no fue posible lograrla en un 100 % ya existieron diversos factores que impidieron su realización. La reforma socialista  no sólo supuso la introducción de una doctrina en la educación pública, definió además, por primera vez, la sujeción de la escuela privada a los programas oficiales, por lo que provoco las protestas de las fuerzas clericales y conservadoras que habían venido oponiéndose a la intervención del estado en la educación. Por otra parte, las organizaciones obreras y campesinas se inclinaron por apoyar la reforma educativa porque se les daba la oportunidad de incursionar en la productividad y en la mejora de su vida familiar.

Se desato en todo el país una intensa discusión que involucro a todos los sectores de la sociedad. Las autoridades eclesiales ante la inminencia de la aprobación de la reforma socialista amenazan con  excomulgar a todos los que la  apoyaran  y  mandaran a sus hijos a las escuelas públicas, el Estado de México y la ciudad de Toluca no fue la excepción.

“En el Estado de México la reforma educativa tuvo que enfrentar la oposición de la iglesia, la cual conto con el apoyo de terratenientes, pequeños propietarios y diversos núcleos urbanos” (Civera, 1993).

En la reforma educativa socialista el rol del maestro fue transcendental ya que fue  considerado el director intelectual, moral y social de la comunidad, sin embargo se suscitaron  acciones violentas en contra de los maestros rurales  promovidas por las élites ranchera y comercial, a las que el programa de reformas enarbolado por la educación socialista les resultaba amenazante. Los caciques encontraron en la cuestión religiosa un medio para justificar y frenar el reparto agrario y fracturar las relaciones entre el magisterio federal y las comunidades indígenas. Ellos facilitaron la penetración de ideología católica y se autonombraron defensores de la autonomía cultural indígena frente a los extranjeros y agentes del diablo, que eran los promotores de la educación socialista

El magisterio tuvo que enfrentar el antagonismo de los caciques locales. En las zonas del sur y del centro,  los maestros se toparon con otro tipo de dificultades para llevar al cabo su labor. Primero tuvieron que negociar con los líderes agraristas el control de los edificios y de las parcelas escolares; después se vieron en la necesidad, de concertar con las comunidades contenidos de la currícula relacionados con asuntos de salud, higiene y relaciones de género. Entre otras cosas, se exigió a las madres que compartieran con los maestros la educación de sus hijos y modificaran prácticas de alimentación, higiene, trabajo, salud y cuidado de los niños. Muchas de las propuestas  implicaban cambios en la cultura y en la economía familiar, así como en las relaciones domésticas. Las mujeres respondieron de manera heterogénea a estos retos. (Civera, 1993). El trabajo con las mujeres facilitó la inserción de la escuela socialista y estrechó los vínculos entre ésta y las organizaciones populares, sin embargo tampoco fue de manera homogénea, aquellas mujeres que aceptaron este tipo de educación vieron en ella la oportunidad de mejorar económicamente pero como la iglesia seguía coartando este tipo de ideología los que asistían a centros escolares desertaban y como consecuencia no habían alumnos a quien instruir. Era una lucha de poder entre Estado e iglesia, en que la clase desfavorecida no sabía que línea a rubro tomar, lo único que sabía era que quería mejorar sus condiciones de vida tan precarias.

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