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La Educacion Como Derecho Humano


Enviado por   •  6 de Diciembre de 2014  •  8.714 Palabras (35 Páginas)  •  292 Visitas

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Foro Social Mundial 2009

La educación como derecho humano: la escuela en la cárcel

Del 30 al 31 de enero de 2009 -Belem do Pará - Brasil

Seminario: La Educación en el sistema carcelario - contexto mundial.

“La educación pública en cárceles en América Latina: garantía de una igualdad sustantiva” Presentación del Lic. Francisco Scarfó

Mi primer día de clases: ..Mi primer día en la escuela para mi significó mucho, a pesar de estar privado de mi libertad, me di cuenta lo importante que es la educación, poder escribir una carta a mis seres queridos, o leer una carta y no tener que recurrir a otros para que me escriban y me lean. Aprender a sacar cuentas, sumas, restas y multiplicaciones. Cosas que me serán muy útiles en un futuro y de esa manera conseguir un empleo... Luis, 1er ciclo. EGBA 701

Esquema de la presentación.

0) Introducción

1) ¿Qué involucra la educación pública en las cárceles? Educación pública en prisiones en tanto perspectivas: la complejidad del acto educativo y la especificidad que genera el contexto de la prisión.

2) La situación actual del desarrollo del derecho a la educación en las cárceles y la política pública para ese ámbito.

2.1. En cuanto a su instrumentación, desarrollo y alcance.

2.2 En cuanto a las universidades y la educación en prisión.

2.3 En cuanto a la sociedad civil y la educación en prisión

2.4 En cuanto a la educación y los Derechos Humanos.

3. Desafíos y acciones posibles para el fortalecimiento del disfrute del derecho a la educación en las prisiones.

4. Conclusiones para seguir pensando...

5. Bibliografía utilizada.

Desarrollo

0) Introducción

La educación en cárceles en Latinoamérica presenta una complejidad profunda y una sumatoria de acciones dispersas y a veces improvisadas por parte del Estado garante de las políticas educativas oficiales.

Para contextualizar la afirmación anterior es clave caracterizar brevemente la situación penitenciaria en la región y a partir de allí evaluar cuáles son las perspectivas y los desafíos actuales que quedan por realizar en cuanto a la educación pública en las cárceles.

En las últimas décadas, la tendencia es implementar una acción estatal basada en una política penal destinada a solucionar los problemas sociales emergentes –conflicto social- habiéndose pasado de un estado benefactor a un estado punitivo . Esto se evidencia en el uso y ampliación del aparato represivo, aumento de las penas, construcción sostenida de cárceles, leyes que reducen las excarcelaciones, entre otras medidas. A partir de esta política criminal emergen factores claves a destacar. El primer factor es el uso unívoco y excedido de la prisión como respuesta estatal ante el delito . Las consecuencias son: el encierro “preventivo” y la sobrepoblación carcelaria, que tiene por correlato una serie de problemas tales como la falta de personal de seguridad, de profesionales de la salud, de educadores/as, de espacio físico, etc.

En segundo lugar, el hacinamiento en las cárceles sumado al mal estado de la infraestructura edilicia, genera una situación de violencia constante, una imposibilidad de dar con el tratamiento penitenciario acorde a las necesidades de cada persona, la imposibilidad de cumplir con lo que marca la ley y los tratados de Derechos Humanos, el aumento de enfermedades (tuberculosis y VIH), la implementación de un trato indigno (maltratos físicos y psicológicos) y casos de torturas, etc.

El tercer factor es la lentitud de la justicia y/o un proceso judicial que tiende a encerrar a las personas procesadas por tiempos que no son acordes a una perspectiva de Derechos Humanos, tiempos que sobrepasan los 5 (cinco) años de proceso sin sentencia (encarcelamiento preventivo), generando aglomeraciones de personas privadas de su libertad; en fin todos ellos son inocentes sometidos a la violencia intramuros.

Un cuarto factor es la desatención de la diversidad de los colectivos sociales encarcelados en situación de alta vulnerabilidad, que ya suelen arrastrar miradas discriminatorias y desiguales tanto de la sociedad en general como de las acciones y la gestión pública. La diversidad que se compone de colectivos sociales encarcelados como mujeres, niños/as, adolescentes, personas con discapacidad mental y física, drogadependientes, portadores/as de virus HIV, valetudinarios/as, hospitalizados/as, con diferentes etnias, migrantes, extranjeros/as, personas con diferente orientación sexual y religiosa, sancionados/as, bajo resguardo de integridad física, sectorizados/as, condenados/as a pena muerte, entre otros colectivos.

No hay que olvidar que la situación descripta anteriormente se enmarca en una creciente demanda de los medios de comunicación y muchos sectores de la sociedad, por mayor seguridad y más “mano dura o “tolerancia cero”. Esta situación genera que los cuerpos legislativos generen y aprueben leyes que tienden al endurecimiento de las penas, entre varias medidas en dicho sentido.

Además hay que sumar otros factores que se dan hacia adentro de la cárcel y que intervienen al momento de hacer un balance sobre la educación en las cárceles en América Latina. Uno de ellos es el mayor peso del criterio de “la seguridad sobre el tratamiento”, que condiciona el acceso a los derechos, entre ellos el de la educación. Se señala como ejemplo: los traslados excesivos de detenidos de una unidad a otra con graves secuelas para el desarrollo educativo de las personas detenidas .

A la falta de infraestructura edilicia, que limita el acceso físico y permanente al goce del derecho a la educación; se suele dictar clases en lugares destinados a otros fines o de usos compartidos. Otra cuestión, es no contar con la decisión política sostenida para que la educación en las cárceles este a cargo de la agencia estatal educativa responsable de llevar adelante este derecho; la necesidad de un Estado que garantice de igual manera la educación pública tanto a los que están fuera como dentro de la cárcel .

Sin embargo, hay que enunciar que en los últimos años en América Latina se implementan acciones estatales con una tendencia favorable a revertir la situación antes descripta. Dichas acciones aún les resta ser integrales y articuladas con otras acciones estatales, como con la sociedad civil, que hagan mejorar la situación de las cárceles.

Se observa un aumento de la presencia de escuelas públicas primarias de adultos o centros educativos en la gran mayoría de las Unidades Penales; la extensión de escuelas de educación media o secundarias; la diversificación

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