La Gurbia Loca
Enviado por • 14 de Noviembre de 2013 • 674 Palabras (3 Páginas) • 324 Visitas
erase una vez una gurbia muy loca La emperatriz ya se esfuerza por casar a su hija con el mayor de los nietos del rey Luis XV, el Delfín Luis Augusto y futuro Luis XVI, que tiene más o menos la misma edad que ella. Al mismo tiempo María Teresa acaricia la idea de unir a otra de sus hijas, Isabel, con el viejo Luis XV. Se trata de sellar la alianza franco-austríaca nacida de la famosa «caída de las alianzas» concretada en 1756 por el tratado de Versalles, con el fin de neutralizar la ascensión de Prusia y la expansión de Inglaterra.
María Antonieta cerca de 1767-1768.
Cuando María Antonieta tiene 13 años, la emperatriz, vieja dama y viuda, se interesa más por su educación con el fin de casarla. La archiduquesa toma lecciones de clave con Gluck y de baile francés con Noverre. Cuando su madre elige, además, a dos actores para darle clases de dicción y de canto, el embajador francés protesta oficialmente (los actores pasan entonces por ser personajes poco recomendables). María Teresa I le pide entonces que nombre a un preceptor aceptado por la corona de Francia. Será el abad de Vermond, admirador del Siglo de las luces y aficionado a las bellas artes quien, enviado a la corte imperial, iba a reparar las lagunas en la educación de la joven archiduquesa y comenzar a prepararla para sus futuras funciones.
El 13 de junio de 1769, el marqués de Durfort, embajador de Francia en Viena, realiza la petición de mano para el Delfín. María Teresa I acepta de inmediato. En Francia el partido devoto, hostil por la caída de las alianzas llevada a cabo por el duque de Choiseul en favor del enemigo sempiterno, llama ya a la futura Delfina «la Austríaca», sobrenombre que le había sido dado por las hijas del rey Luis XV.
Delfina[editar · editar código]
Medallón con el perfil de la delfina María Antonieta en 1770, alegoría de su matrimonio.
El 17 de abril de 1770, María Antonieta renuncia, oficialmente, a sus derechos sobre el trono austríaco4 y el 16 de mayo se casa con el Delfín en Versalles.5 El mismo día de la boda se produce un escándalo de protocolo: las princesas de Lorena, alegando su parentesco con la nueva Delfina, se permitieron bailar antes que las duquesas, grandes damas de la nobleza, que murmuran ya contra «la Austríaca». Esa misma tarde 132 personas mueren como consecuencia de un incendio causado por los fuegos artificiales desplegados en la ceremonia de casamiento.
Archiduquesa Maria Antonieta, lleva una ropa de caza. Este retrato fue ejecutado en Francia antes de ser enviado a la emperatriz María Teresa de Austria.
Joven, bella, inteligente, heredera de Habsburgo y con un árbol genealógico impresionante, su llegada aviva también los celos del pequeño mundo de la nobleza versallesca y de las múltiples y dudosas alianzas; pero la joven Delfina tiene miedo de no acostumbrarse a su nueva
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