La Historia En Los Normalistas

Primeramente la historia en la actualidad no se le ha dado un enfoque primordial en la educación, siendo que ha sido de poco interés por parte de los profesores y posteriormente en los alumnos. Dado que este patrimonio, por decirlo así, en parte de nuestra identidad y en cierta manera de nuestros orígenes.

En lo absoluto, la historia es la herramienta establecida por el ser humano para determinar y resolver su necesidad de conservar sus experiencias ordenadas cronológicamente, coexistiendo sucesos o procesos que han pasado y abarcan todas las ciencias o campos.

En el mundo contemporáneo historiadores, profesores, expertos en la enseñanza de la historia y grupos de la sociedad civil reflexionan en torno al papel que debe jugar la educación histórica en la formación de los alumnos que serán los ciudadanos del mañana.

¿Qué competencias profesionales deben desarrollar los futuros docentes y los docentes en servicio para poder lograr que sus alumnos adquirieran una conciencia histórica y desarrollen el pensamiento histórico? La lógica explícita de esta visión de la historia es que el estudio de la misma, permite desarrollar las competencias del pensamiento crítico, de la reflexión y el análisis.

Para el aprendizaje de la historia como tal, de una cierta educación histórica que permita a los ciudadanos actuar con conciencia que el pasado nos constituye y el presente en el que actuamos constituye el pasado del futuro. Lo que hacemos hoy como seres humanos, como miembros de una colectividad regional o nacional, como miembros de un colectivo profesional, será lo que habrá de configurar el futuro de nuestro grupo. Por ende, somos seres históricos y hemos logrado desarrollar la conciencia histórica.

Los conocimientos históricos de los estudiantes normalistas resultan fragmentarios y basados en la memoria, en disminución de la comprensión, lo que concuerda con el modelo docente al que se ven expuestos.

Para los estudiantes normalistas la forma en la que se les enseña la historia resulta aburrida y poco significativa para enfrentar los problemas académicos que enfrentan en el mundo contemporáneo. A pesar de ello, los estudiantes normalistas, comprenden que el estudio de la misma es relevante en la educación básica y en su propia formación y se identifican con modelos de docencia distintos a los que se ven expuestos.

Todo ello nos lleva asegurar que la propuesta de reforma curricular y en la que los docentes normalistas han contribuido, redundará en una formación que se adecue con mejor suerte al entorno complejo al que se enfrentan los estudiantes normalistas en la actualidad.

En particular en el área de historia, la reforma a los planes y programas de estudio, responde a las necesidades de aprendizaje de los estudiantes normalistas, aprovechando las fortalezas con las que en este campo de las humanidades los docentes normalistas.

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