La Imprtancia De La Historia En La Primaria
Enviado por Oscar2104 • 28 de Abril de 2013 • 2.887 Palabras (12 Páginas) • 523 Visitas
TEMA: IMPORTANCIA DE LA ENSEÑANZA DE LA HISTORIA EN LA ESCUELA PRIMARIA
AUTOR: CELTZIN SANTIAGO REYES
Tuxpan de Rodríguez Cano, Ver. a 14 de junio de 2010
IMPORTANCIA DE LA ENSEÑANZA DE LA HISTORIA EN LA ESCUELA PRIMARIA
Normalmente caemos en la monótona y redundante idea de que enseñar historia en las escuelas primarias es lo más aburrido que se puede llevar a las aulas, creemos que de todas las asignaturas que nos muestra el Plan de estudios, historia es lo que sale sobrando, historia es lo que debe tener menos tiempo y que de preferencia no debiese existir en el plan y programas pues solo retoma temas que están en el pasado y que no interesan en la actualidad. Como docentes muchas veces se olvida que esta asignatura esta hecha con un fin, olvidamos que ese pasado que en ocasiones resulta aburrido es lo que ha dado pie a nuestra actualidad, es lo que ahora nos permite vivir como vivimos y estar donde estamos.
Actualmente y de generación en generación se ha transmitido la idea de ese aburrimiento que trae consigo esta asignatura, como docentes en ocasiones no solo nos conformamos con no aceptar esta asignatura sino que teniendo la oportunidad y a veces sin pensarlo, con nuestras actitudes también aprovechamos para transmitir ese descontento al abordarla, vemos a la historia como algo que se tiene que ver porque lo estipula el Plan y programas y ante esto solo se hace con el fin de obtener una calificación para poder llenar una boleta que espera un puntaje, por esto, cuando se llega a bordar la asignatura como tal la información que se proporciona al alumno que muy hueca ya que ante explicaciones superficiales no hay sentido en ese conocimiento que se quiere transmitir y por consiguiente solo se hace con el afán de cumplir. Estas actitudes que muchas veces toma el docente llevan al niño a detestar todo ese pasado que no tiene sentido para ellos, si realizáramos una encuesta de sus gustos en cuanto a las materias, lo primero que escucharíamos es que no les gusta historia, que les hace dormir, que es aburrido, que no es interesante y que no sirve para nada, etc., con nuestros actos y gestos contagiamos, ya sea de ánimo o de aburrimiento, al grupo y limitamos todas aquellas aportaciones que de ellos podemos aprovechar y que pueden ser útiles al grupo en general cundo al menos uno, quiere aprender de esa historia que no es tan ajena.
Como docentes, nos enfrentamos al gran reto de cambiar esa mentalidad de apatía por la historia en los niños, que en lugar de que la evadan puedan encontrarla entretenida, pero sobre todo, que le encuentren sentido.
De acuerdo a nuestras prácticas y gracias al hecho de compartir nuestras experiencias y vivencias entre compañeros, al regresar de esas jornadas de trabajo, conocemos un poco más de aquellos niños, su forma de ser y de recibir los conocimientos. A través de estas experiencias hemos podido mejorar, aunque en una mínima parte, la labor que como docentes tenemos que realizar. Cuando hacemos un comparativo entre lo que los diversos autores plantean en sus textos (que revisamos en el aula como fundamento teórico de lo que nuestra labor) y lo que nosotros observamos en las aulas (durante las prácticas), notamos que la diferencia de estos dos puntos de vista no es tan grande, hay tantas similitudes en actitudes y experiencias que los autores dan a conocer y que son aportaciones que recibimos para nuestra formación docente que nos permiten entender mejor de porque las actitudes de nuestros alumnos. Autores como Jean Meyer, Ignacio Pozo, Enrique C. Rebsamen, Juan Delval, Rafael Ramírez, etc. nos ayudan a comprender de las dificultades que se presentan en el aula al momento de hablar de historia y de estrategias que pueden ayudar en el mejoramiento y mayor aprovechamiento de la dinámica del grupo y reafirman de las actitudes del docente.
Como bien se menciona en el Plan y programas de estudio 1993, los contenidos que maneja éste han sido seleccionados por ser considerados indispensables y en afán de establecer prioridades claras, además de que permite la flexibilidad suficiente para que los maestros utilicen su experiencia e iniciativa y para que la realidad local y regional, o sea del contexto donde se ubique, sea aprovechada como un elemento educativo. Ante esto queda mas que claro que el docente puede valerse de todos lo medios que permitan un mayor aprovechamiento de lo que su contexto pueda aportarle, en ningún momento se da pie a limitarlo al uso de una sola estrategia de trabajo, mas bien, abre el abanico al docente para que sea el quien diseñe sus propias estrategias de trabajo para darle un mayor aprovechamiento a los conocimientos de los niños. Por ello las actitudes del maestro frente a la materia, en este caso y la más importante Historia, son determinantes para el papel que los alumnos desarrollaran. En ocasiones el maestro comparte el desinterés y la apatía por la materia con los niños cayendo en circulo vicioso que contagia a los aprendices, en ocasiones y tal vez sin darse cuenta de que también esta siendo victima de un mismo tipo de enseñanza hueca que en un pasado alguien se lo transmitió y que en la actualidad eta haciendo lo mismo; esta situación que es muy conocida y que es fácil de observar en algunas aulas, agrava en mayor medida la problemática y como lo dije anteriormente, genera o convierte esta actitud en un círculo vicioso que se va transmitiendo de generación en generación y que a la larga solo va perjudicando la forma que se ve asignatura cuando se desea dar a conocer y que degrada en gran medida la postura que toma cuando se aborda en las aulas.
Con la experiencia que las jornadas de práctica y nuestras épocas de primaria han podido proporcionarnos, he notado que, como bien hemos comentado, la asignatura de Historia es la más sacrificada porque hay muchos elementos en su contra que no permiten esa actitud de entusiasmo cuando se desarrolla en clase, por una parte y tal vez la más importante, esta el tiempo que se dedica a ella, de las 3 horas que el Plan y programas estipula, en ocasiones solo se llega a abordar la mitad del tiempo ¿y esto porqué?, porque ante la presencia de otras múltiples actividades que se puedan presentar en clase lo más fácil para un docente al que no le gusta Historia y para los alumnos que también la ven aburrida es dejarla de un lado y aprovechan ese tiempo para cualquier otro trabajo. Es fácil comprobar esto, con el solo hecho de ver los horarios de clase en las aulas, regularmente español y matemáticas son los que aparecen en las primeras horas de clase y que se ven diariamente, tal vez esto, o así lo quiero considerar no sea totalmente la culpa del docente sino también del mismo sistema educativo ya que en las evaluaciones que se aplican como Enlace, PISA y las Olimpiadas del conocimiento, la mayor parte
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