La ONU Interviene En La Disputa Por Las Islas Malvinas
Enviado por GabyDirectioner • 11 de Junio de 2014 • 2.375 Palabras (10 Páginas) • 404 Visitas
Actualizado el 2012-02-15 a horas: 17:38:49
Argentina denuncia la militarización del Atlántico Sur emprendida por Gran Bretaña
La ONU interviene en la disputa por las Islas Malvinas
Naciones Unidas, Londres y Buenos Aires (PL).- Argentina obtuvo una importante victoria diplomática al lograr la intervención del secretario general de Naciones Unidas Ban Ki-moon como mediador entre Buenos Aires y Gran Bretaña que disputan la soberanía de las Islas Malvinas, ocupadas por la fuerza desde 1833. El gobierno de Cristina Fernández reiteró hoy la denuncia que presentó la semana pasada ante las Naciones Unidas sobre la militarización del Atlántico Sur
Argentina denunció ante las máximas instancias de Naciones Unidas la militarización del Atlántico Sur emprendida por Gran Bretaña desde las Islas Malvinas, incluida la introducción de armamento nuclear. La demanda fue anunciada por la presidenta argentina Cristina Fernández, después que Londres despachó al destructor HMS Dauntless hacia aguas de las Malvinas.
La presidenta Fernández había reiterado ante la Asamblea General de la ONU el reclamo de soberanía de Argentina sobre el archipiélago, y acusó a Gran Bretaña de usar y abusar de su condición de miembro permanente de Consejo de Seguridad (con derecho de veto) para bloquear el inicio de las negociaciones.
La denuncia del reforzamiento bélico de Londres en la región, sin descartar la introducción de armas nucleares, ocupó el centro de las reuniones que el canciller de Argentina Héctor Timerman sostuvo en la sede de la ONU en Nueva York con los presidentes del Consejo de Seguridad y de la Asamblea General y el propio Ban Ki-moon. También con el titular del Comité de Descolonización, Pedro Núñez Mosquera (Cuba), y los embajadores de Colombia y Guatemala, los países latinoamericanos que este año ocupan un asiento en el Consejo de Seguridad.
Con pruebas documentales, Timerman mostró a sus interlocutores y al cuerpo de corresponsales en la ONU detalles de la militarización de la región, como la llegada a las Malvinas del submarino nuclear Vanguard, el destructor HMS Dauntless y aviones Typhoon con misiles Taurus, todos de última generación.
Dijo que las bases militares británicas en las islas Ascensión, Santa Helena, Tristán de Cunha, Malvinas y Georgias y Sándwich del Sur y el territorio antártico dominan el Atlántico Sur y el tráfico marítimo y aéreo entre Sudamérica y África y el acceso al Pacífico y el Índico. Se trata de un control ejercido por una potencia militar que se encuentra a 14 mil kilómetros de Las Malvinas, subrayó.
Reveló que el gobierno argentino todavía espera una respuesta de Londres sobre si introdujo o no armas nucleares en la región, como le han preguntado varios países preocupados por esa posibilidad. Ya en 2003 se produjo un accidente en Las Malvinas durante el traslado de material nuclear entre dos barcos ingleses, lo cual pudo derivar en una propagación de radiactividad. Como otra prueba de la escalada militarista británica en la región austral, Timerman indicó que el actual presupuesto de Defensa del Reino Unido fue recortado en todos sus acápites, menos en lo relacionado con Las Malvinas.
El enviado de Buenos Aires también llamó la atención sobre la vigencia del Tratado de Tlatelolco, suscrito por todos los países de América Latina y que convirtió a la región en una zona libre de armas nucleares. (1) Timerman criticó la reiterada negativa del Reino Unido a reanudar las negociaciones dispuestas por la ONU y las ilegales medidas unilaterales dictadas por Londres para la exploración y explotación de recursos naturales renovables y no renovables del área de la controversia, una actuación que cobra mayores dimensiones dada la condición de Gran Bretaña como uno de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad, órgano encargado de velar por la paz y seguridad internacionales.
Los argumentos argentinos no pudieron ser desmentidos con categoría por el embajador británico en la ONU Mark Lyall Grant, quien trató de enfrentar la ofensiva de Timerman con una conferencia de prensa en la cual se limitó a señalar que “nada ha cambiado en relación a nuestro puesto de defensa en las islas” Malvinas. No obstante, admitió que hay submarinos nucleares de bandera británica “por todo el mundo” y que Londres aumentó su poderío militar en ese archipiélago desde 1982, cuando Argentina y su país fueron a una guerra que costó la vida a 649 argentinos y a 255 ingleses.
La postura argentina está respaldada desde la década de 1960 por una sucesión de resoluciones del Consejo de Seguridad, la Asamblea General y el Comité de Descolonización de la ONU. Y en el plano internacional por declaraciones de agrupaciones regionales como el Mercado Común del Sur, la Unión de Naciones Suramericanas, la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños y las Cumbres Iberoamericanas.
La cuestión de las Malvinas está en la agenda del Comité Especial de Descolonización que cada año aprueba una resolución sobre el asunto. La más reciente fue adoptada en junio del año pasado y reiteró la necesidad de una solución pacífica y negociada de la controversia sobre soberanía que existe entre los gobiernos de Argentina y el Reino Unido. El texto resaltó el amplio respaldo internacional a esa negociación y lamentó que aún no hayan comenzado a aplicarse las resoluciones de la Asamblea General sobre esta cuestión.
Sin embargo, faltaba un fuerte impulso a la larga batalla de los argentinos para poder ejercer su soberanía sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur, Sándwich del Sur y los espacios marítimos circundantes. El detonante para la nueva y exitosa campaña diplomática realizada en la sede de la ONU por el canciller Timerman, fue la creciente militarización del Atlántico Sur emprendida por el Reino Unido.
El 13 de febrero, dos modernos cazas británicos Typhoon escoltaron a una aeronave ligera pilotada por un capitán de la aerolínea British Airways bajo el pretexto de las tensiones por Islas Malvinas, informó el diario The Mirror. El piloto Chris McLaughlin, de 51 años, y su esposa Corrine sobrevolaban las Malvinas en una avioneta Cessna como parte de un recorrido de caridad dirigido a recaudar fondos para un hospital londinense, donde 18 meses atrás Chris salvó la vida tras someterse a un trasplante de hígado.
En pleno vuelo, la pareja advirtió la presencia de los cazas de la Real Fuerza Aérea que de acuerdo con el rotativo británico “fueron enviados para custodiarlos debido a la creciente tensión con la Argentina”. Sin embargo, hasta ahora, el Gobierno austral sólo ha llamado a Londres para que los europeos acaten la resolución de la ONU sobre una resolución pacífica negociada al conflicto.
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