La Revolucion Francesa
Enviado por Isco27 • 21 de Abril de 2014 • 4.708 Palabras (19 Páginas) • 193 Visitas
Para los judíos de Europa Occidental y de América, el siglo XVIII consignó una consolidación que los condujo hacia la emancipación.
Fue un hecho importante en la historia de los judíos y, al mismo tiempo, en la vida social de la época. No obstante, era sólo una minoría de judíos que participó en dicha emancipación e iluminación. Para la mayoría fue un siglo de muchos conflictos como consecuencia de las divisiones que puso fin a la existencia de Polonia como estado independiente. Millones de judíos cayeron bajo el régimen ignorante, hostil y déspota de los zares. La creciente miseria en esa parte de Europa constituyó el lado oscuro del brillo de la emancipación política.
En el siglo XVII y XVIII, las comunidades prósperas fueron mayormente sefaradíes. Sólo pocas personas y algunas comunidades en Europa Central y Occidental empezaron a ocupar un lugar importante en la vida social, incluso en los países relativamente progresistas. Las condiciones de vida de los judíos fueron cambiando lentamente. En Francia, los judíos de Bayona y Burdeos vivían relativamente bien, pero en Alsacia que pertenecía a Francia desde el Tratado de Rijswijk 1697, la situación económica fue difícil. Mientras algunos judíos palaciegos elevaron su nivel social rivalizando en riqueza y lujo con los nobles cristianos; en otras ciudades europeas la vida poco cambió para el judío común. De todos modos, en la segunda mitad del siglo XVIII comenzó a cobrar actualidad el concepto de la emancipación judía, expresión destinada a designar su ascenso a la ciudadanía. Se trató de poner fin a la época del ghetto y su sistema cerrado de aislamiento. Los judíos, como colectividad, dejaron de ser un cuerpo autónomo foráneo, casi un estado dentro del estado con sus estructuras internas y su jurisdicción propia. En este proceso el individuo judío tenía que dejar de ser considerado incapaz, inhabilitado y comenzar a participar plenamente en la vida del país que lo albergara.
El movimiento de la emancipación nació casi simultáneamente en Alemania y Francia la segunda mitad del siglo XVIII. Los verdaderos signos del movimiento se encontraron en los campos político-social y religioso. No fue el producto de la caridad cristiana o de un filosemitismo, sino de un cambio ideológico entre los intelectuales. Las ideas de Rousseau, Voltaire y de los Enciclopedistas se difundían en la sociedad urbana de Londres y en los salones de Paris y Berlín. Una tímida creencia en los “derechos del hombre” fue más poderoso para asegurar la igualdad de los judíos que cualquier lucha previa por estos mismos derechos.
Influyeron en el proceso de “iluminación”, la actividad de intelectuales reconocidos de la época. Mencionemos en primera instancia la obra literaria por los justos derechos de los judíos del poeta y filosofo alemán Gotthold Efraim Lessing (1729 -1781), con la publicación de su famosa obra teatral “Nathan el Sabio". También el escritor político Christian Willhelm von Döhm (1751- 1820), en su influyente publicación "Über die bürgerliche Verbesserung der Juden” - “Sobre el mejoramiento civil de los judíos”, analizó la influencia de la legislación antijudía en el carácter del individuo judío y en la estructura social de la comunidad judía. Llega a la conclusión que si les concedieran plenos derechos, los judíos podrían transformarse en ciudadanos útiles.
En Francia, el idealista y sacerdote constitucionalista Abate Henri Grégoire (1750-1831) publicó su "Essai sur la regeneración physique, morale et politique des Juifs " -”Ensayo acerca de la regeneración psíquica, moral y política de los judíos” vio la causa de “la discriminación” actual de los judíos como consecuencia de la persecución y el desprecio de que fueron objetos durante siglos. Invitó a los cristianos a poner fin a este desprecio injusto, abriéndoles los brazos como amigos y ciudadanos.
Los mismos integrantes de la comunidad tomaron algunas medidas destinadas a crear las condiciones indispensables para la obtención de los derechos civiles, en especial la reforma de la educación, a fin de adaptarla a los métodos occidentales. Este movimiento dio comienzo en el círculo literario, científico-social, que rodeaba al filósofo Moses Mendelssohn (1729-1786). Su promotor principal era uno de sus más íntimos colaboradores (co-traductor con Mendelssohn del Pentateuco) y discípulo, Neftalí Herz Wessely (1726- 1805) quien, en su obra "Divre shalom veemet" - "Palabras de paz y verdad”, publicada en 1782, afirmó la necesidad de que los judíos adquirieran un dominio completo del idioma de su país, y por lo menos conocimientos rudimentarios en las ciencias naturales, geografía e historia universal. Pese a la oposición vehemente de las esferas rabínicas conservadoras, sus ideas encontraron eco bien pronto en toda Europa Central y Occidental.
No todos los judíos estuvieron en favor de la emancipación. Por un lado unos líderes comunales vieron de pronto minados su poder por la nueva evolución, y por el otro, personas habituadas a un tipo de vida segregada, apreciaron más su forma de vida tradicional, considerando el precio de la igualdad demasiado elevado. Sin embargo, la historia demostró también en esa época, que no se puede hacer parar o revertir el paso del tiempo.
La tan anhelada igualdad social y política llegó a ser realidad primeramente al otro lado del Atlántico, y sin mucha preparación social o política. Poco antes de la Revolución Americana, los hombres de ciencia dieron un buen ejemploalhaberadmitido estudiantes judíos en distintas universidades. Al estallar la Revolución, muchos judíos se unieron al ejército revolucionario.
En 1776, el Congreso Continental aseguró la igualdad de derechos y dignidades de todos los habitantes del país. No resultó siempre fácil para el ciudadano americano común, considerar al judío como un igual. La Convención Constituyente en 1787 declaró, que “ninguna prueba religiosa se exigirá jamás como calificación para ningún oficio o cargo público en los Estados Unidos", y la primera enmienda de 1789 agregó que "el Congreso no hará ley alguna con respecto al establecimiento de la religión o que prohíba su ejercicio". Así los judíos llegaron a ser ciudadanos iguales en una sociedad occidental, por primera vez ,desde el derrumbe del Imperio Romano.
Los judíos americanos tenían la ventaja de que en el continente americano no existía ninguna tradición del ghetto, ni recuerdo alguno de matanzas o expulsión de judíos. En Europa, el proceso de la emancipación
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