Laberinto De La Soledad

Octavio Paz Lozano nació el 31 de marzo de 1914 en la Ciudad de México, poeta, escritor y diplomático mexicano que fue acreedor al tan honorable reconocimiento Premio Nobel de Literatura en el año de 1990, es considerado uno de los mas grandes escritores del siglo pasado, además de uno de los escritores hispano mas importantes de todos los tiempos, en México cualquier persona que presuma ser, al menos, un poco culto, sabe de la existencia de este señor escritor que ha dejado un gran legado no solo plasmados en papel, si no también reflejado en varias generaciones que se han deleitado con su sorprendente intelecto y su personal manera de redactar textos.

En este libro Octavio Paz profundiza en el mexicano, no solamente exteriormente, si no que va mas alla, se mete hasta los mas profundo de este, y saca a relucir muchos aspectos aparentemente invisibles al mirar de una persona normal, analiza la manera de vestir, de andar, de relacionar, en pocas palabras, desnuda al mexicano y lo presenta en su faceta mas cruda y básica.

Paz hace una analogía entre un adolescente y un pueblo en cierto punto de crecimiento, como lo era el México pos-revolucionario, y menciona que en algún momento de nuestra vida nos preguntamos, ¿hacia dónde vamos?¿que es lo que de verdad quiero hacer?, existe un momento en el que el adolescente se percata de su entorno y entiende, se distrae y cambia las preguntas por alguna otra cosa, que tal vez, no le da la respuesta, dice que un pueblo es muy similar y es que llega un punto en el que un pueblo se identifica con su historia y su pasado y hasta cierto punto deja de ver hacia delante, solo viendo atrás y sintiéndose parte de su entorno

Analiza al mexicano en su paso por el país vecino de los Estados Unidos, menciona la existencia de varios mexicanos aislados, que a pesar de haber vivido ya por muchos años en aquel país, siguen siendo mexicano y no porque los defina su raza o aparencias ya que aunque se vistan, actúen y se sientan norteamericanos su pasado sigue siendo el de un mexicano. Define una “especie” de persona, de mucha peculiaridad, pero a la vez de mucha fascinación y magia, esta persona es el “pachuco”, personaje situado en el sur de este país que aparentemente ha perdido todos aquellos rasgos mexicanos que le caracterizaban, y que quiere dejar de pertenecer al estereotipo mexicano, pero que al mismo tiempo no quiere ser miembro participe de la sociedad norteamericana, más bien se aísla y crea su propia tribu con su propio lenguaje, vestimenta o idiosincrasia , ya sea por el paso del tiempo o bien por la necesidad debido a la naturaleza patriota del estadounidense de menospreciar a todo aquel extraño que llegara a invadir su tan preciada patria. A esta especie de espécimen diferente Paz defiende solo que no por ser diferente y hasta cierto punto estar solo, no significa que se sienta menos preciado, simplemente rompe con el estereotipo y no es como el montón. El mexicano esta muy arraigado a las creencias religiosas y a la muerte, que según las creencias es la compañera natural de la vida, y la que es la dadora y cesadora de esta.

Si nos ponemos analizar la historia de México es la clara búsqueda por una identidad perdida, debido a la mezcla de razas surgidas en el pasado y que según Paz fue el detonante para la perdida de esta y que desemboca en la búsqueda futura de una personalidad.

Paz plasma que el mexicano, por miedo al exterior, muestra una mascara distinta dependiendo la situación, se pudiera ver como un mecanismo de defensa, un camuflaje que nos defiende del exterior, ya que la hombría se demuestra en base a ser hermético, cerrado, aquel que demuestra flaquezas es aquel que se abre al mundo exterior, aquel macho, es aquel que no se “raja”, aquel que permanece guardado, metido en sí mismo, sin dar cabida al exterior.

También la mujer es vista desde multiples facetas, la madre es vista como dadora de amor y de cariño, en un pedestal muy alto e intocable, pero aquella mujer que ose a lastimar a un hombre es objeto de canciones crueles de amor y a los insultos y menosprecios mas crueles, la mujer en México, en esos tiempos, era vista como como un instrumento del hombre, mujer que servía y actuaba pero no gracias a su consentimiento, ni voluntad, si no a voluntad del hombre.

Las máscaras del mexicano no es mas que un claro reflejo del pasado y del futuro, la historia a enseñado que no es bueno abrir las puertas al exterior ya que, generalmente sales dañado, a enseñado al residente a cambiar y camuflajearse según lo exija lo que está fuera de él.

Uno de los análisis de Paz que me llamo mucho la atención (y no es por alardear pero yo me había percatado con anterioridad) es como en México si hay algo sagrado, son las festividades y es que en México se celebra por cualquier pequeñez, dia del trabajo, de la bandera, de la independencia, de la revolución, del maestro, del albañil, del pintor, feria de San Marcos, de los Chicahuiles, de la Guayaba, etc. En México cada profesión, oficio, hobby y de mas, tiene su día, y es que en cada festividad las personas derrochan, tal vez pensando que de el derroche salga la abundancia, o tal vez es esa sensación de sentirse identificado de, como dice Paz, abrirse al exterior, tal vez si en el día del trabajo, no se trabajo, futuramente el trabajo abundar; y es que nadie es más mexicano que el día de la independencia o el día en que México juega un partido de futbol, pareciera un acto de magia salido de Hollywood como de un día para el otro, hasta el mas antipatriota trae los cachetes pintados de los colores nacionales, o como el rico porta un enorme sombrero presumiendo a los 4 vientos su origen mexicano; pero pasando la festividad sigue menospreciando a todos aquellas personas que vistan así, eso si hay que dejar

...