Las Ventajas De Ser Marginado
Enviado por brastelizcar • 7 de Abril de 2014 • 2.980 Palabras (12 Páginas) • 209 Visitas
Parte
1
25 de agosto de 1991
Querido amigo:
Te escribo porque ella dijo que escuchas
y comprendes y que no intentaste acostarte
con aquella persona en esa fiesta aunque
hubieras podido hacerlo. Por favor, no
intentes descubrir quién es ella porque
entonces podrías descubrir quién soy yo, y
la verdad es que no quiero que lo hagas.
Me referiré a la gente cambiándole el
nombre o por nombres comunes porque no
quiero que me encuentres. Por la misma
razón no he adjuntado una dirección para
que me respondas. No pretendo nada malo
con esto. En serio.
Solo necesito saber que alguien ahí
afuera escucha y comprende y no intenta
acostarse con la gente aun pudiendo
hacerlo. Necesito saber que existe alguien
así.
Creo que tú lo comprenderías mejor
que nadie porque creo que eres más
consciente que los demás y aprecias lo
que la vida significa. Al menos, eso
espero, porque hay gente que acude a ti en
busca de ánimos y amistad. Por lo menos,
eso he oído.
Bueno, esta es mi vida. Y quiero que
sepas que estoy al mismo tiempo contento
y triste y que todavía intento descubrir
cómo eso es posible.
Intento pensar que mi familia es una
de las causas de que yo esté así, sobre
todo después de que mi amigo Michael
dejara de ir al colegio un día la primavera
pasada y oyéramos la voz del señor
Vaughn por el altavoz:
—Chicos y chicas, lamento
informaros de que uno de nuestros
estudiantes ha fallecido. Haremos una
ceremonia por Michael Dobson en la
asamblea escolar de este viernes.
No sé cómo se extienden las noticias
por el colegio ni por qué a menudo no se
equivocan. Quizá fuera en el comedor. Es
difícil de recordar. Pero Dave, el de las
gafas raras, nos dijo que Michael se había
suicidado. Su madre estaba jugando al
bridge con una de las vecinas de Michael
y oyeron el disparo.
No me acuerdo demasiado de lo que
pasó después de aquello, salvo que mi
hermano mayor vino al colegio, al
despacho del señor Vaughn, y me dijo que
parara de llorar. Luego, me rodeó los
hombros con el brazo y me dijo que
terminara de desahogarme antes de que
papá volviera a casa. Después fuimos a
comer patatas fritas a McDonalds y me
enseñó a jugar al pinball. Incluso bromeó
con que gracias a mí se había librado de
las clases de la tarde y me preguntó si
quería ayudarlo a arreglar su Chevrolet
Camaro. Supongo que yo debía de estar
hecho un desastre, porque hasta entonces
nunca me había dejado arreglar su
Camaro.
En las sesiones de orientación, nos
pidieron a los que apreciábamos de
verdad a Michael que dijéramos algunas
palabras. Creo que temían que algunos
intentáramos matarnos o algo así, porque
los orientadores parecían muy tensos y
uno de ellos no paraba de tocarse la
barba. Bridget, que está loca, dijo que a
veces pensaba en el suicidio cuando
ponían anuncios en la tele. Lo decía
sinceramente, y esto desconcertó a los
orientadores. Carl, que es muy amable con
todo el mundo, dijo que estaba muy triste,
pero que nunca podría suicidarse porque
es pecado.
Uno de los orientadores fue pasando
por todo el grupo hasta que al final llegó a
mí:
—¿Tú qué piensas, Charlie?
Lo extraño de esto era que yo no
había visto nunca a este hombre porque
era un «especialista», y él sabía mi
nombre aunque yo no llevara ninguna
tarjeta identificativa, como se hace en las
jornadas de puertas abiertas.
—Pues... a mí Michael me parecía un
chico muy si.jpgmpático, y no entiendo
por qué lo hizo. Por muy triste que me
sienta, creo que no saberlo es lo que de
verdad me preocupa.
Acabo de releer esto y no parece mi
forma de hablar. Y mucho menos en ese
despacho, porque todavía seguía llorando.
Todavía no había parado de llorar.
El orientador dijo que sospechaba
que Michael tenía «problemas en casa» y
que creyó que no tenía a nadie con quien
hablar. Tal vez por eso se sintió tan solo y
se suicidó.
Entonces empecé a gritarle al
orientador que Michael podía haber
hablado conmigo. Y me puse a llorar con
más fuerza todavía. Intentó calmarme
diciendo que se refería a algún adulto,
como un profesor o un orientador. Pero no
funcionó, y al final mi hermano vino a
recogerme al colegio con su Camaro.
Durante el resto del curso, los
profesores me trataron de forma especial
y me pusieron mejores notas, aunque yo
no me había vuelto más listo. Si te digo la
verdad, creo que los ponía nerviosos.
El funeral de Michael fue raro
porque su padre no lloró. Y tres meses
después abandonó a la madre de Michael.
Al menos, eso nos contó Dave a la hora
de comer. A veces pienso en ello. Me
pregunto qué pasaba en la casa de
Michael cuando se acercaba la hora de la
cena y los programas de televisión.
Michael no dejó una nota, o al menos sus
padres no se la dejaron ver a nadie. Quizá
fueran los «problemas en casa». Ojalá lo
supiera. Podría hacer que lo echara mejor
de menos. Podría darle un triste sentido a
lo que hizo.
Lo que sí tengo claro es que esto
hace que me pregunte si yo tengo
«problemas en casa», pero me parece que
un montón de gente lo tiene mucho peor
que yo. Como cuando el primer novio de
mi hermana empezó a verse con otra chica
y mi hermana estuvo llorando durante todo
el fin de semana.
Mi padre dijo:
—Hay gente que lo tiene mucho
peor.
Y mi madre se quedó callada. Y eso
fue todo. Un mes después, mi hermana
conoció a otro chico y empezó a poner
música alegre otra vez. Y mi padre siguió
trabajando. Y mi madre siguió barriendo.
Y mi hermano siguió arreglando su
Camaro. Bueno, hasta que se fue a la
universidad a principios del verano. Juega
al fútbol americano en el equipo de Penn
...