Literatura De Los Siglos XIV Y XV
Enviado por afsfs • 12 de Junio de 2013 • 1.019 Palabras (5 Páginas) • 712 Visitas
La lírica del siglo XV
En el siglo XV, triunfan los romances entre la poesía popular (sin autor concreto y de transmisión oral), y en la culta (obra de poetas concretos que desarrollaban entorno a la corte) se cultiva la poesía de cancionero, heredera de la poesía provenzal de la Alta Edad Media. Surgen personalidades poéticas fundamentales como el Marqués de Santillana, Juan de Mena y Jorge Manrique.
En el plano histórico, el siglo XV marca el paso de la Edad Media a la Edad Moderna con los primeros atisbos del Humanismo y el Renacimiento.
La lírica tradicional, el romancero
El término romance es, en primer lugar, sinónimo de lengua vulgar en oposición al latín. Luego en Francia, desde Chrétien de Troyes (Cligés 1170) el término ‘roman’ pasó a significar un género literario de ficción en verso. En España, además, también se usó indeterminadamente hasta el siglo XV para referirse a diferentes modalidades de creación. Desde mediados del siglo XV ese término se utiliza casi exclusivamente en Castilla para designar una forma poética específica.
El romancero viejo es el conjunto de romances que cantaban los juglares y el pueblo desde mediados o finales del siglo XIV. Cuando los juglares recitaban los cantares de gesta, la gente pedía que repitieran los fragmentos más interesantes. El pueblo los aprendió y al repetirlos exclusivamente de forma oral, fue cambiando su contenido. En el siglo XV desapareció el gusto por los cantares de gesta, pero se siguieron recordando algunas partes de los mismos que se convirtieron en romances. El rasgo característico de éstos es haber sido elaborados y difundidos oralmente. Se les suele clasificar en tres grupos: históricos, épicos y literarios (novelescos o de aventuras). Cualquiera de ellos obedece a una estructura entre lírica y narrativa, originalmente con versos de dieciséis sílabas de rima continua y después divididos en dos hemistiquios octosilábicos con rima asonante en los pares y, por lo general, con los impares sueltos.
Menéndez Pidal, uno de los grandes investigadores del romancero español junto con Jacob Grimm (1816), Agustín Durán (1848), Milà y Fontanals (1853 y 1882), señala algunos caracteres propios del estilo del romancero:
esencialidad e intensidad;
naturalidad;
intuición, liricidad, dramatismo;
e intemporalidad.
Son recursos que confirman la utilización del diálogo; el desarrollo de un único evento, con variedad de incidentes, más que una sucesión extensa de hechos; la tendencia a actualizar lo que se narra a través de la invocación al lector y al uso del verbo ver; la fragmentación; la repetición; el paso progresivo de una narración próxima al tema de la realidad elegido al gusto por lo misterioso, inmotivado y fantástico.
La lírica culta
La poesía gallego-portuguesa decayó a finales del siglo XIV y, a partir de ese momento, el castellano se impuso como lengua de poesía culta.
Las obras que constituyen este género han sido conservadas por los Cancioneros, que significa “colección de poesías”, y son poesías para leerse, no para cantarse. Los cancioneros no recogen sólo poesías destinadas al canto (canciones) sino también obras destinadas al recitado (decires). Por
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