Los Aztecas
Enviado por darknemesis • 12 de Diciembre de 2013 • 2.109 Palabras (9 Páginas) • 344 Visitas
Según la leyenda los aztecas vivían en Aztlan, una isla que se encontraría cerca de la frontera con los Estados Unidos actuales. Siguiendo las indicaciones de su dios tutelar Huitzilopochtli, migraron desde 1168 para ir a fundar su nueva capital. Pero los aztecas llegaron al Valle de México bastante tarde y debieron enfrentarse a las otras tribus nahuas que los consideraban como indeseables. A partir de 1256, ellos ocuparon algún tiempo la colina de Chapúltepec, al borde del lago Texcoco; pero muy pronto fueron expulsados por los guerreros de Azcapotzalco. Se refugiaron entonces en las tierras de la ciudad de Culhuacan, que les concedió en 1299 un territorio en la región de Tizapán. Pero el entorno era muy hostil, infectado de serpientes, los de Culhuacan pensaron así deshacerse de sus huéspedes indeseados. Sin embargo, los aztecas se adaptaron a la región e hicieron de las serpientes su alimento. Después se unieron con las mujeres de Culhuacan, obteniendo así un parentesco con esta tribu de origen tolteca.
En 1323 su dios Huitzilopochtli les ordena ir a buscar a la hija del rey de Culhuacan, para que ella sea su diosa de la guerra, Yaocihuatl. El rey acepta sin imaginar el funesto propósito de los aztecas: la muchacha fue sacrificada y un sacerdote se vistió de su piel. El rey de Culhuacan, que había venido para asistir a las festividades en honor de la nueva diosa, fue preso del horror y declara la guerra a los aztecas. Una vez más los Mexicas debieron huir una vez más.
Cuando en 1325 vieron el lugar donde Huitzilopochtli les había ordenado construir su ciudad. El lugar donde se encontraba un águila devorando una serpiente sobre un nopal. Era el fin del largo peregrinar del pueblo azteca en la búsqueda de su "tierra prometida". Sobre un islote del lago Texcoco, propiedad de la ciudad de Azcapotzalco ellos fundaron la villa de México- Tenochtitlan. Para ampliar su dominio, tuvieron que construir jardines flotantes, los famosos “Chinampas”. Pero los aztecas debían pagar pesados tributos a los Tepanecas de Azcapotzalco. Poco tiempo después de la fundación de Tenochtitlán, construyeron sobre un islote vecino una ciudad gemela llamada Tlatelolco. Durante varios años la ciudad fue gobernada por los ancianos o los sacerdotes. Un día, en busca de una ascendencia noble, de un origen tolteca, los aztecas suplican al rey de Culhuacan cederles su hijo, a fin de que él fuera su soberano.
Es así que en 1376 Acamapichtli, Acamapichtli, hijo del señor de Culhuacan, fue elegido como primer Tlatoani (rey-sacerdote) de los aztecas. Durante su reinado, Tenochtitlan prosiguió su edificación, pero la ciudad permanecía tributaría de Azcapotzalco.
Sin embargo, los aztecas se afirmaron cada vez más en el arte de la guerra combatiendo al lado de los Tepanecas. A la muerte de Acamapichtli en 1396, lo sucedió su hijo Huitzilihuitl. Casado con una de las hijas de Tezozomoc, soberano de Azcapotzalco, obtuvo de éste último que aliviara los impuestos. Además Tezozomoc se mostraba lleno de atención por su nieto Chimalpopoca. Los aztecas aprovecharon de este período de paz con sus vecinos Tepanecas para consolidar su sociedad. Una sociedad que se apoyaba tanto sobre los principios religiosos emanados de los toltecas como sobre los usos y costumbres del pueblo Mexica. Muchas eran las ciudades de alrededor del lago que veían con malos ojos la expansión de Tenochtitlan. Cuando, a la muerte de su padre, el joven Chimalpopoca fue elegido tercer Tlatoani en 1415, varias tribus Tepanecas mostraron abiertamente su hostilidad. Y en 1426, cuando murieron Tezozomoc, rey de Azcapotzalco, y Chimalpopoca, rey de Tenochtitlan, las dos fuerzas más poderosas del valle de México estaban a punto de enfrentarse. Maxtlatzin, hijo de Tezozomoc, sucede a su padre en el trono de Azcapotzalco. El no esconde jamás su odio contra los aztecas que debieron soportar nuevos impuestos. Estos eligieron a Itzcoatl, hijo de Acamapichtli, para suceder a Chimalpopoca. Ante la amenaza tepaneca, Itzcoatl se aprestaba a reconocer a Maxtlazin como soberano todopoderoso del valle. Pero en ese momento intervino un hombre que iba a cambiar para siempre el destino de los aztecas, que iba a hacer pasar a su pueblo del estado de subordinado al de dominante. Tlacaelel, hijo de Huitzilihuitl, logró convencer a los señores aztecas de la necesidad de no aceptar la sumisión y de luchar contra los tepanecas. Los aztecas se unieron a las ciudades que se encontraban bajo el yugo de los tepanecas. De la unión de Tenochtitlan, Tacuba y Texcoco nació la Triple Alianza. Esta nueva fuerza, dirigida por Itzcoatl, Tlacaelel y su hermano Moctezuma, y el príncipe Nezahualcóyotl de Texcoco, iba a infligir grandes derrotas a los tepanecas, hasta la caída de Azcapotzalco en 1428. Después de esta victoria, Tlacaelel recibió el título de Cihuacoatl, consejero supremo del rey, y se aplicó una reforma completa de la sociedad. Con él nació la visión mística guerrera del pueblo azteca que se consideró la nación elegida del sol. Tlacaelel decidió consolidar el poder azteca bajo una reforma ideológica. Hizo quemar los viejos códigos de los pueblos vencidos para reemplazarlos por aquellos de los Mexicas. Los libros de historia iban a volverse instrumentos de dominación. Los viejos dioses tribales fueron conservados pero los aztecas ubicaron en primer rango sus divinidades más destacadas: Huitzilopochtli y su madre Coatlicue, la diosa de la Tierra.
Los aztecas consideraban que antes habían existido varios soles. Habían sido el sol de la tierra, seguido de aquellos del viento, del fuego y del agua. Todos perecieron en un cataclismo. El quinto sol fue creado en Teotihuacan. Los dioses se reunieron para designar a quien tendría el honor de encarnar al nuevo astro. Este Sol era el del movimiento. Pero, como los precedentes, su destino era desaparecer también en un cataclismo. Es esta perspectiva pesimista el origen de la visión místico-guerrera de los aztecas. Tlacaelel logró persuadir a los sabios de que se podría evitar la muerte del Sol alimentándolo de agua preciosa. Este líquido era la sangre de seres humanos que habría que sacrificar para asegurar la supervivencia del astro solar. Para que no falte jamás el agua preciosa, Tlacaelel instaura el principio de las "guerras floridas" entre las ciudades de la Triple Alianza. El objetivo era de obtener suficientes prisioneros para los sacrificios. Para que el Sol viviera, la guerra se volvía indispensable. Los aztecas justificaban entonces sus conquistas por la misión suprema que debían cumplir. En todo el valle de México los nuevos códigos ilustraron la potencia de Huitzilopochtli y la grandeza del pueblo mexica.
A la muerte de Itzcoatl en 1440, Moctezuma Ilhuicamina, hijo de Huitzilihuitl
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