Los Orígenes De La Revolución Industrial.
Enviado por Mi1219 • 25 de Marzo de 2014 • 1.210 Palabras (5 Páginas) • 302 Visitas
En la Introducción, Hobsbawm aclara algunos de sus puntos de partida y premisas de arranque, entre las que destaca el hecho de que el sentido moderno de la palabra nación no se remonta más allá del Siglo XVII. Esto no es sorprendente en sí mismo, porque si consideramos «la nación» como una novedad muy reciente en la historia humana, así como fruto de coyunturas históricas concretas, e inevitablemente localizadas o regionales. También que al abordar la cuestión nacional es más provechoso empezar con el concepto de la nación es decir, con el nacionalismo que con la realidad que representa. Así mismo, aclara por tanto, que el nacionalismo antecede a las naciones, lo que lo lleva a afirmar que las naciones y los fenómenos asociados con ellas deben analizarse en términos de las condiciones y los requisitos políticos, técnicos, administrativos, económicos.
También caracteriza el concepto liberal de nación diciendo que ésta la nación tenía que ser del tamaño suficiente para formar una unidad de desarrollo que fuese viable, lo que conlleva a una subsecuente jerarquización por tamaños y a una relevancia cada vez mayor del proceso, o por lo menos su capacidad potencial de expansión que la nación lleve a cabo. De esta caracterización, Hobsbawm presenta lo que se podría denominar como los criterios que permitían que un pueblo fuera clasificado firmemente como nación; estos son, a saber, la asociación histórica con un estado, la existencia de una antigua élite cultural y la probada capacidad de conquista.
Tampoco es posible, a decir verdad, reducir siquiera la «nacionalidad» a una sola dimensión, ya sea política, cultural o de otro tipo (a menos, por supuesto, que uno se vea obligado a hacerlo por la fuerza mayor de los estados). Las personas pueden identificarse como judías aun cuando no compartan la religión, la lengua, la cultura, la tradición, el origen histórico, las pautas de grupo sanguíneo ni la actitud ante el estado judío. Tampoco entraña esto una definición puramente subjetiva de «la nación».
La Nación es un conjunto de personas unidas por lazos patrióticos, que se consideran hermanados por una historia común, tradiciones, costumbres, lengua, religión, etcétera, que los enlaza a pesar de no estar juntos territorialmente. Así como en el Estado es imprescindible compartir un territorio, en la nación no es necesario, aunque muchas veces el concepto de nación se considere sinónimo de Estado. Con mayor precisión el concepto de Estado es político y el de Nación es sociológico, pues no se impone sino que se siente. Es lo que comúnmente expresamos cuando decimos “Esta es mi patria”
El nacionalismo es una ideología y un movimiento sociopolítico, basado en la conciencia de la nación, que expresa la creencia en la existencia de ciertas características comunes en una comunidad nacional o supranacional, y el deseo de modelarlas políticamente. El sentimiento de pertenencia a la nación propia se llama patriotismo, que llevado más allá de ese sentimiento se convertiría en nacionalismo. Con precedentes en la Edad Media, sobre todo en las monarquías absolutas, a partir de la Revolución Francesa surge el nacionalismo moderno, simultáneamente con el apogeo de la burguesía industrial.
La característica básica de la nación moderna y de todo lo relacionado con ella es su modernidad. Esto se comprende bien ahora, que la identificación nacional es tan natural, primaria y permanente que precede a la historia, está tan generalizado, que tal vez sea útil ilustrar la modernidad del vocabulario de la materia misma. En el primer capítulo, titulado La nación como novedad: de la Revolución al Liberalismo, pueden verse dos grandes partes. La primera, como el mismo autor la llama, consiste de los términos nación, tierra, patria, entre otros. Una segunda parte
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