Los Tlatoanis

Acamapitzin o Acamapichtli (El que empuña la vara de caña). El rey tepaneca Acolnahuácatl acepta su nombramiento con el fin de asegurarse la fidelidad de los aztecas, iniciándose así el linaje mexica en 1375. El rey contrajo nupcias con Ilancueitl, hija de Acolmiztli, señor de Coatlichan, pero debido a que resultó estéril, se casó por segunda vez (sin repudiar a la primera) con una hija del señor de Tepepanco, llamada Tezcatlamiahuatl, con la cual tuvo muchos hijos, entre ellos Huitzilihuitl y Chimalpopoca, que le sucedieron. Gobernó pacíficamente su ciudad, edificando las primeras casas de piedra y acequias. Reinó hasta 1391.

Chimalpopoca (Escudo que humea), hermano de Huitzilíhuit. Dice Clavijero que a partir de esta elección se sentó el precedente para elegir a un hermano del difunto rey y, a falta de hermano, a uno de sus sobrinos. La historia de este rey es francamente conmovedora y digna de una novela trágica llena de intrigas, traiciones y sucesos extraordinarios, por ello extenderé su relato, que refleja con peculiar plasticidad el mundo político, militar, religioso y el sentido del honor de la época.

La paz entre los señores de Azcapotzalco y Texcoco fue pactada por necesidad, sin embargo, las hostilidades y rencores continuaron. Así, Tezozomoc urdió una charada y emboscada contra Ixtlixóchitl, rey de Texcoco, para lo cual utilizó a sus vasallos y aliados, los señores de Otumba y Chalco, quienes con engaño y traición convocaron al rey con el pretexto de revelarle un gran secreto. Pero una vez que Ixtlixóchitl estuvo en terreno enemigo sin dilación le quitaron la vida. Al darse cuenta del atentado, el ejército del rey acudió en su auxilio, pero fue derrotado por tropas emboscadas que lo asaltaron por sorpresa. Entre tanto, Nezahualcóyotl, hijo de Ixtlixóchitl, debería ocupar el trono heredado de su padre, pero no fue así, ya que Tezozomoc había previsto que al momento del asesinato del rey sus tropas asaltaran las principales ciudades enemigas y aliadas: tomó a sangre y fuego Texcoco, Huexotla, Coatlichan, Coatepec e Iztapalapan, matando a muchos de sus habitantes, mientras otros huyeron a los cerros a refugiarse de la matanza.

De esta cruel manera Tezozomoc se hizo proclamar rey de Acolhuacan, dando la ciudad de Texcoco a Chimalpopoca y la de Huexotla al rey de Tlatelolco en premio por los servicios prestados en la guerra, convirtiéndose en tirano y usurpador durante ocho años, hasta su muerte. Aunque el trono correspondía a Tayatzin, como sucesor nombrado, otro hijo de Tezozomoc, Maxlaton, desplegó desde un principio toda suerte de protagonismo e iniciativas para dar a entender su disposición y ambición para hacerse del poder.

Maxlaton convocó así a los reyes de México y Tlatelolco y a su hermano a un convite en una casa real. Chimalpopoca, que sospechaba alguna conjura, se excusó cortésmente de asistir. Llegado el día, relata Clavijero: “Concurrieron los convidados y cuando estaban más divertidos, entró gente armada a la sala y dio con tal violencia sobre el desventurado Tayatzin, que apenas abrió los ojos para ver a los que lo acometían, cuando se los cerró la muerte”. No contento con estos sucesos, Maxlaton se sintió indignado contra el rey de México y se ocupó de hacerle varias descortesías e injurias, hasta que un día urdió una ofensa gravísima que consistió en invitar con engaños a su palacio a una de las mujeres favoritas de Chimalpopoca; una vez allí la vejó. Al regresar a Tenochtitlán, la señora cubierta de ignominia y dolor se quejó ante su señor de los hechos ocurridos. Éste, ante la impotencia de vengar la afrenta dada la disparidad de poder entre ambos reinos, decidió inmolarse en sacrificio ritual para lo cual consultó con los sacerdotes, quienes acceden a su petición y procedieron a organizar la ceremonia sacrificial, precedida de danzas solemnes y otros sacrificios previos al del tlatoani, reservado para el final. Enterado de estos planes, Maxlaton dispuso con la mayor presteza a un buen número de tropas con órdenes de apresar al rey antes del sacrificio para trasladarlo a Azcapotzalco, como así ocurrió. Luego de permanecer por largo tiempo preso, lleno de amargura y aflicción e impotente ante el destino, decidió quitarse la vida ahorcándose de uno de los palos de su celda, valiéndose de su mismo ceñidor. Gobernó de 1417 a 1427.

Itzcóatl (Serpiente armada de pedernales) era hijo natural de Acamapitzin y una esclava. Antes de su investidura dio amplias muestras de nobleza, durante su servicio como “general” de las tropas mexicanas. Itzcóatl logra establecer una alianza con los reinos de Tlacopan y Texcoco (la famosa Triple Alianza) para enfrentar al de Azcapotzalco; salió triunfador, fusionando a este reino con el Mexica, teniendo como vasallos a Chalco y Cuautitlán y como aliados a Texcoco (entonces gobernado por el célebre tlatoani Nezahualcóyotl, quien recuperó el trono usurpado desde Tezozomoc) y Tlacopan, lo que constituyó una sólida base para desplegar el poder imperial a partir de entonces. Gobernó de 1427-1440.

Moctezuma I, Ilhuilcamina (Su Señor el Airado, El que flecha al cielo), hijo de Huitzilíhuitl, estuvo al mando del ejército azteca durante los reinados de su medio hermano Chimalpopoca y de su tío Itzcóatl, siendo el principal estratega y artífice de la derrota militar contra la tiranía de Maxlaton. Cuando este afamado príncipe y general ascendió al trono, México-Tenochtitlan ya era un reino poderoso y un imperio emergente, así que las ceremonias de coronación fueron suntuosas, elaboradas y muy concurridas por reyes y emisarios extranjeros. Durante su reinado logró una vertiginosa expansión del imperio apoyado por sus tradicionales aliados, consolidando el dominio absoluto del valle del Anáhuac y extendiéndolo hasta lo que ahora son zonas de los estados de Guerrero, Hidalgo, Puebla, Oaxaca y Veracruz. Con el objeto de aplacar la ira de los dioses manifiesta en distintas catástrofes y desastres naturales y hambrunas acaecidas en esos años, se iniciaron entonces las llamadas guerras floridas contra los reinos de Tlaxcala y Huejotzingo, para capturar prisioneros que luego eran sacrificados como ofrenda. En todo caso, durante su reinado México-Tenochtitlan entró en una época de esplendor económico, cultural, social y político. Edificó el gran templo de Huitzilopochtli, publicó muchas leyes, incrementó el esplendor de su corte, instituyó nuevos ritos y acrecentó el número de sacerdotes. Sus exequias se celebraron con gran aparato debido a la magnificencia de la corte y el acrecentado poder mexica. Reinó de 1440 a 1469.

Axayacátl

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