Métodos de resolución de conflictos

Si algo quedó demostrado con las pasadas elecciones para presidente en Colombia, es que el proceso de paz con las Farc no se ha socializado lo suficiente por parte del Gobierno de Juan Manuel Santos la mitad del país cree que la negociación con ese grupo guerrillero es la manera de conseguir una paz duradera, mientras que la otra mitad cree que esta se consigue derrotando a la guerrilla en el plano militar o en una mesa de negociación.

La experiencia en resolución de conflictos enseña que si un proceso de paz no tiene el suficiente apoyo de la sociedad civil, este puede fracasar una negociación bien estructurada y tal como la aconsejan los expertos tiene que hacerse por fuera del país, con una agenda precisa, con participación de la sociedad civil, sin cese al fuego, con discreción. Los expertos aseguran que para solucionar un conflicto como el colombiano, por su duración, complejidad y dureza, es necesario involucrar a toda la población civil,

Aparte de los beneficios materiales (en términos económicos y de desarrollo) que trae un acuerdo de paz para el país, para los expertos, el principal valor es la posibilidad de volver a construir el tejido social de las sociedades afectadas mediante procesos de reconciliación y perdón.

Colombia desde el mismo momento de su independencia generó violencia. Primero fueron las guerras entre centralistas y federalistas, después la partidista que dominó la primera mitad del siglo XX, para dar paso a la de las guerrillas, a la del narcotráfico, a la de los paramilitares, y ahora con la de las Bacrim. Todas son la misma violencia, pero con diferente nombre.

Es esa violencia la que ha vuelto a la sociedad colombiana más intolerante y sin ningún respeto por el otro ni por su vida. La que ha afectado la vida diaria y que hace pensar que todo se tiene que resolver mediante el insulto, la ofensa, los golpes, el cuchillo y el revólver.

Para romper con ese ciclo de violencia perpetua que traen consigo los conflictos armados a las sociedades, la única posibilidad es hacerlo mediante un proceso integral de reconciliación que incluya verdad, misericordia, justicia y paz, y esto se logra mediante acuerdos y no con la derrota y, menos, con la humillación del otro al hablar de humillación del otro, se refiere en negociaciones, a hacer ver y sentir al adversario como un perdedor. Está comprobado que la derrota y la humillación no lleva a una reconciliación, sino a que los rencores queden agazapados y se intensifiquen, esperando el momento para resurgir y crear un nuevo conflicto, aún más violento que el anterior.

Con un acuerdo de paz, la sociedad colombiana aprendería que la única forma de solucionar los problemas no es mediante la derrota , sino mediante el diálogo y el consenso con una educación para la paz, se aprendería a ver al opositor, como eso, y no como un enemigo al que hay que destruir personal, sociológica

...