Orientalismo

El Medio Oriente a lo largo de la historia ha sido un territorio que ha estado envuelto en constantes prejuicios y estereotipos que la mayoría de las veces son errados o mejor dicho bastante sesgados, en este sentido la concepción global que se maneja y se aplica sobre Oriente es principalmente que es un lugar desconocido, místico, religioso con una persistente inestabilidad política, debido a lo primitivo e incivilizado de su población, que carecen de un razonamiento lógico y critico, lo que los lleva a ser impulsivos, radicales e incluso violentos tanto en su forma de pensamiento como en su comportamiento en general. Este concepto que los sujetos occidentales tienen sobre Medio Oriente se ve intensificado indudablemente por los incesantes conflictos religioso-políticos que se han suscitado tanto en el pasado como en la actualidad, en este contexto lo mas cercano a nosotros en el presente es la guerra civil que tiene lugar en Siria, en la cual Estados Unidos a amenazado seriamente con intervenir utilizando fuerzas especiales; el argumento expuesto hacia los ciudadanos para llevar a cabo este propósito es: que hay que castigar el uso de armas químicas que el gobierno Sirio ha empleado contra sus propios habitantes, donde han estado involucrados no tan solo los detractores del régimen de Bashar Al-Asad sino también niños y mujeres que no son el foco de atención, mas bien son victimas inocentes que están presentes en la zona de conflicto.

En particular no ahondare en los detalles ni los motivos que desencadenaron la revuelta de los ciudadanos sirios, ya que aquello no es el objetivo del presente ensayo, pero sí me parece relevante discutir los intereses occidentales tanto en la constante intervención militar-política en los conflictos en el Medio Oriente, como también el discurso oportunista y un tanto reduccionista, con claros indicadores e indicios de superioridad, control y poder que se ha construido entorno al “mítico” Medio Oriente, un ejemplo bastante evidente es la elaboración del concepto “orientalismo” que ha estado expuesto a un exhaustivo análisis y audaces cuestionamientos por parte del autor critico Edward Said, eso si, es pertinente mencionar que mas adelante se retomará con mas fuerza esta idea, pero que en el fondo y en términos muy simples el orientalismo es una construcción netamente Occidental y hace referencia a una forma de relacionarse con Oriente, marcando distinciones radicales y al mismo tiempo categóricas entre estas dos culturas, aparentemente casi sin ningún punto de encuentro identificable entre ambos, de hecho son concebidos por la mayoría de los individuos como enemigos naturales, con posturas que abarcan desde lo territorial pasando por lo político y religioso hasta lo cultural diametralmente diferentes y aun más mutuamente excluyentes, ante todo hay que enfatizar que lo mencionado es un discurso que pretende la expansión y producción de la cultura hegemónica imperante dejando en evidencia el estatuto jerárquico de poder y de control que pretende Occidente contra el Medio Oriente. Otro punto a destacar que no se puede dejar de lado y que esta relacionado con lo dicho son las repercusiones y consecuencias tanto políticas, éticas, epistemológicas, entre otras, que han surgido desde esta visión occidentalita del Medio Oriente.

Oriente y Occidentes son realidades distintas, que sin embargo coexisten y además son mutuamente explicativas, no son culturas estables ni mucho menos estáticas, están en un constante movimiento dinámico. Esta relación que se forma entre ambas es sin lugar a dudas de poder y de control, donde una es la cultura hegemónica dominante y la otra pasa a tomar el papel de antagonista o de contra-cultura en oposición a este incipiente occidentalismo que cada vez esta abarcando más terreno, es por ello que el Occidente ha configurado la concepción de Oriente que mas le sirve en virtud de sus propósitos expansionistas. El orientalismo se desprende entonces de la dinámica y la complementariedad que hay entre ambos, en donde uno es superior al otro, en resumidas cuentas “el orientalismo es un estilo occidental que pretende dominar, reestructurar y tener autoridad sobre Oriente.”(Said,1978) es así que es oportuno mencionar en este momento la noción y la relación estrecha que existe entre discurso, poder y control, conceptos ampliamente definidos y aplicados por el psicologo, historiador y filosofo francés Michel Foucault, en este sentido y como diría Foucault los procedimientos que posibilitan la producción de un discurso o de un saber están mermados por las relaciones de poder que se establecen dentro de un contexto. Es así como de forma automática el poder controla de cierta manera el saber y a su vez el saber produce poder, empleando distintos dispositivos de control del saber. Un ejemplo bastante cotidiano pero frecuentemente no analizado por las personas es: silenciando, repudiando u obviando un discurso que no se enmarca dentro de los criterios definidos por este poder (Obejero,1999), en síntesis toda desviación política, económica, moral, valórica, religiosa, etc. será sancionada, silenciada esto es lo que ha tratado de hacer por mucho tiempo Occidente con el medio Oriente, creando prejuicios y conceptos errados sobre la cultura oriental.

Todo lo que se ha producido dentro del discurso hegemónico tiene una pretensión en mi perspectiva casi dogmatica, es decir, que no se pueda rebatir ni mucho menos criticar o cuestionar y a la vez debe ser aceptado como verdad única y absoluta por lo miembros de una comunidad y además que sea difundido hacia otras comunidades anexas. El mensaje debe ser enviado a todas los lugares en los que sea posible inmiscuirse. Es exactamente esto lo que ha ocurrido y sigue pasando con el orientalismo, es un mensaje creado y producido en virtud de Occidente y al mismo tiempo en desmedro de Oriente para demostrar su superioridad y tener cierto tipo de control sobre lo que se difunde de su “adversario”, elaborando discursos mecanicistas y de fácil acceso a la población que evidentemente puedan ser divulgados por cualquier sujeto, en este contexto la definición académica básica de orientalismo, como el estudio sobre Oriente, me parece absolutamente insuficiente e incluso inapropiada, que no aporta a la discusión que hay detrás del concepto, creo concretamente que hay bastantes problemas metodológicos en esta definición, puesto que ¿Desde donde se estudia el Oriente?, claramente desde la perspectiva Occidental es por ello que, ya al escoger literatura que aborde el tema, existen sesgo que intervienen, como es la propia perspectiva del autor, que hay que recordar está afuera de Oriente, el orientalista hace una representación, pero desde su perspectiva, por lo tanto no es lo real ni objetivo, las definiciones que se realicen sobre Medio Oriente siempre van a estar permeadas

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