PRIMER CAPÍTULO "SIN PADRES, CON NOVIO" - EN WATTPAD

- ¿Ahora qué es lo que pasa? - preguntó el profesor notablemente cansado mientras entraba al salón. Solo había salido por medio minuto, pero eso fue suficiente como para armar el alboroto que recién ahora se calmaba.

Todos se dispersaron por el aula y se sentaron lo más rápido que pudieron. Yo fui lentamente hacia mi lugar, sin ninguna preocupación, pero como estaba al fondo del salón... específicamente, en la esquina, me detuve algunos sitios antes para conversar con unas amigas y me senté a medias al lado de un chico cuyo nombre no me interesó - ¡Mackenzie! - mi nombre resonó en el salón que en estos momentos se encontraba casi en completo silencio - ¿Qué haces ahí? - exigió saber mientras su ceño fruncido se hacía más prominente -

- Nada, profe - le respondí desinteresada y sin ningún rastro de gracia. Me estaba esforzando demasiado al no reírme en su cara, pero se me hacía casi imposible. Su expresión estaba provocando que una sonrisa se asomara poco a poco por mis labios -

- ¿Nada? - subió el tono de su voz "Este está más que exasperado" Rodeé los ojos y seguí mirándolo fijamente - Estás sentada en un sitio que no es el tuyo - recalcó lo obvio haciendo que soltara un pequeño bufido - ¿Crees que soy idiota? - enarqué una ceja "¿En serio quiere saber mi opinión sobre eso?" -

- Si - musité y escuché risitas a mi alrededor. El profesor ahora tenía ambas cejas levantadas y los ojos muy abiertos por la sorpresa "¿Lo escuchó?" Me pregunté a mi misma divertida -

- ¿Qué fue lo que dijo?

- Que si - repetí con voz firme - ¿No escucha acaso? - el chico que estaba sentado a mi lado dio un respingo pero no me inmutó. El silencio ahora era más notorio ya que todos estaban atentos en la discusión que, como era de costumbre, yo había empezado.

El señor que tenía en frente era irreconocible, había hecho que su paciencia se agotara completamente. Su expresión se había transformado y estaba apretando fuertemente sus puños mientras respiraba agitado -

- A la oficina del director - logró decir entre dientes a la vez que su cara enrojecía por la furia - ¡AHORA! - señaló la puerta bruscamente y yo solté una bocanada de aire "¡Genial! Ahora a caminar un montón para ir a esa estúpida oficina que para colmo huele a muebles viejos y humedad"

Me paré sin mucho entusiasmo y seguí su indicación, pero antes de salir, me giré y besé mi dedo medio justo antes de mostrarlo a sus espaldas. Él no se dio cuenta hasta que todo el salón estalló en carcajadas haciéndolo voltearse hacia mi - ¡¿Qué te dije?! - me miró intentando saber por qué yo aun seguía allí parada -

- Ya me voy, ya me voy - levanté ambas manos en gesto de calma y salí, alejándome a paso lento del salón. Caminé bastante y casi a mitad del recorrido, me dio algo de sed, asi que giré sobre mis talones y fui hacia los bebederos. Cuando llegué, ya había alguien ahí. "Joder" Exhalé frustrada y me paré de modo que dejaba mi peso sobre una pierna -

- ¿Te vas a demorar mucho? - pregunté cruzándome de brazos y el tipo no me prestó atención "¿Otro sordo?" - ¡Dije si te ibas a demorar! - repetí alzando la voz como pretendía y el chico reaccionó, pero al voltearse olvidó cerrar la llave, haciendo que un chorro de agua cayera directamente en mi pecho - ¡¿Qué te pasa?! - chillé mientras miraba mi camiseta con una gran mancha oscura y mojada. Luego levanté la vista, fulminándolo con la mirada -

- ¡Lo siento! - exclamó preocupado, yo solo inspiraba fuertemente procurando no decirle toda su vida en estos momentos -

- ¿Ves lo que haces? - le reproché apretando los labios - No sabes cuánto me costó este polo... - exhalé y volví a darle una mirada "Está del asco... y ya empiezo a sentirlo mojado sobre mi piel" -

- Veinte dólares - regresé mi mirada hacia él frunciendo el ceño -

- ¿Qué?

- Veinte dólares - repitió sin expresión alguna "¡Claro que lo escuché! ¡Pero pensé que no era tan idiota como para decirlo!" - Es el mismo polo que tiene mi hermana "No puede estar hablando en serio" - Te pagaría, pero... no es para tanto - hizo una mueca - Se seca en un rato - añadió tomándome por sorpresa. Nadie me había hablado así nunca... si no eran mis amigos, eran simples extraños que me conocían y por lo tanto, me respetaban. Pero parecía que él no lo sabía. "Debe ser nuevo" Traté de encontrar una explicación mientras lo miraba atónita. "Pero no puedo estar tan segura de eso aun" -

- ¿Sabes quién soy?

- No - respondió seco haciendo que mis ojos se abrieran más -

- ¿No me conoces acaso? - insistí extrañada -

- No - repitió una vez más - Solo eres una chica exagerada que no puede esperar su turno en la fila... - "¿Qué fue lo que dijo?" Mi boca se abrió haciendo que soltara un jadeo involuntario -

- ¿Qué me has dicho? - le exigí molesta acercándome más a él -

- Lo que escuchaste - sonrio mirándome fijamente "¡Ya no puedo más! ¡Es un imbécil!" Apreté mis labios pero ya no podía contenerme, estaba a punto de gritarle cuando volvió a hablar - Tranquila - dijo serio he hizo un vago gesto señalando el bebedero - Ya puedes tomar tu preciada agua - sin darme cuenta, había hecho que me tragara todos los insultos que estaba por lanzarle - Yo ya me voy... - Y así, sin más, se fue dejándome sin palabras "Ese chico o es nuevo o no se relaciona con nadie" Intentaba aclarar mi mente encontrando una explicación "¡Pero si hasta los nerds me conocen! ¡Todo el jodido colegio me conoce!" Apreté mis puños y solté un quejido. "Ya hasta se me fue la sed por el mal rato que me había hecho pasar ese idiota pelinegro"

Suspiré frustrada y caminé con paso decidido pero al rato, paré en seco ¿tenía algo que hacer? Me pregunté mientras buscaba una respuesta y una razón para estar en medio del patio yo sola. Pero no recordé nada, asi que regresé al salón -

- ¿Tan rápido regresaste? - preguntó el profesor a penas crucé la puerta "¿Ah?" -

- ¿Regresar? ¿De dónde? - le respondí con preguntas y lo miré confundida. Al instante, se escucharon algunas risas, las que hicieron que el profesor se alterara frente a mis ojos "¿Qué le pasa?

...