Pintura Barroca Italiana
Enviado por gabyllll • 10 de Mayo de 2014 • 837 Palabras (4 Páginas) • 275 Visitas
Pintura Barroca Italiana
Se desarrolló desde finales del siglo XVI y a lo largo de todo el XVII y buena parte del XVIII. Precisamente el Barroco, como estilo artístico diferenciado del clasicismo y su epígono el manierismo, nació en Italia, concretamente en Roma. No obstante, luego se desarrollaron escuelas nacionales como la española o la holandesa. Dos son los principales movimientos artísticos, eltenebrista Caravaggismo y la el clasicismo romano-boloñés. La pintura barroca italiana se convirtió, como el resto del arte barroco, en un instrumento de la Iglesia Católica al servicio de la Contrarreforma, de manera que los pintores se convirtieron, gracias a sus obras, en un intermediario necesario para alcanzar con eficacia el ánimo de los fieles. }
Giuseppe María Crespi
(14 de marzo de 1665 – 16 de julio de 1747),
Apodado Lo Spagnuolo (El Español) fue un pintor italiano del barroco tardío, perteneciente a la Escuela Boloñesa. Su ecléctica producción incluye pintura religiosa y retratos, pero es actualmente famoso sobre todo por sus obras de género.
Para la década de los noventa del siglo XVII, acabó varios retablos de altar, incluyendo una Tentación de san Antonio, encargo del conde Carlo Cesare Malvasia, hoy en San Niccolò degli Albari.
Artista ecléctico, Crespi fue un retratista y un brillante caricaturista, y también fue conocido por sus aguafuertes según Rembrandt y Salvator Rosa. Podía decirse que pintó una serie de obras maestras en diferentes estilos
Crespi incluía la caricatura incluso en temas bíblicos o heroicos, caía en manierismos, y pintaba con pocos colores y pocas pinceladas. Lo cierto es que la pintura de Crespi poco tiene que ver con la pintura académica boloñesa de generaciones anteriores.
Alrededor de 1712 pintó una célebre serie de lienzos, Los siete Sacramentos, que actualmente se encuentran en la Gemäldegalerie, de Dresde. Originalmente se ejecutó para el cardenal Pietro Ottoboni en Roma, y a su muerte pasó al Elector de Sajonia. Estas imponentes obras están pintadas con pincelada suelta, pero aun así conservan una sobria piedad.
No usa símbolos hieráticos, como santos o putti, sino gente corriente para ilustrar la actividad sacramental. Renuncia, pues, al tono alegórico y adopta un toque humorístico en su estilo narrativo. Demuestra su observación de los gestos y del movimiento. Evidencia sus efectos de luz, irregulares e imprevibles. En esta serie se pone de manifiesto la influencia de Rembrandt. Está considerada la obra maestra de Crespi.
Fiel a su eclecticismo es la naturalística Confesión de la reina de Bohemia, obra tardía. En este cuadro, se dice mucho mediante los rostros parcialmente en sombras. Su Resurrección de Cristo es un arreglo dramático en perspectivas dinámicas, en parte influidas por el retablo de Annibale Carracci sobre el mismo tema.
Crespi
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