Porfiriato
Enviado por joselogomez • 14 de Junio de 2015 • 1.447 Palabras (6 Páginas) • 195 Visitas
PORFIRIATO
José de la Cruz Porfirio Díaz nació el 15 de septiembre de 1830 en Oaxaca, cursó estudios en el
Seminario Conciliar, se decidió por la carrera militar. El 2 de Abril de 1867, al frente de una columna
Militar tomó la ciudad de Puebla, el mismo año ocupó la capital de la República, el 9 de Noviembre de
1871 Profirió Díaz lanzó el “plan de la noria”. En dicho documento se planteaba “que ningún hombre
se imponga y perpetúe en el ejercicio del poder y esta será la ultima revolución”. Profirió Díaz se refu-
gió en E.U.A.; a la muerte de Benito Juárez, regresó a México para fijar su residencia en Veracruz.
Profirió Díaz se unió al plan de Tuxtepec. José María Iglesias, como presidente de la Suprema Corte
de Justicia de la nación, desconoció la reelección de Lerdo de Tejada y se trasladó a Salamanca. Se
convirtió en presidente rechazando el plan de Tuxtepec.
Las fuerzas porfiristas y lerdistas se trabaron en combate, el general Ignacio Alatorre fue derrotado
y su ejército dispersado. Las tropas victoriosas del general Díaz ocuparon la ciudad de México el 26
de noviembre y asumió la presidencia de México interinamente. José María Iglesias, al igual que
Sebastián Lerdo de Tejada, se refugiaron en E.U.A. Al lapso histórico comprendido entre 1876 y 1911
se le conoce como Porfiriato.
Los largos años de lucha dejaron diezmada a la nación. El régimen de Díaz logró detener el bandidaje.
Los grupos sociales adeptos al presidente de la República exigían estabilidad y seguridad. La dictadura
Se caracterizó por otorgar apoyo a los inversionistas mexicanos y extranjeros, sin tener en cuenta a los
Campesinos. Díaz pudó estabilizar la economía del país.
La guerra de Reforma, la intervención francesa y los diversos levantamientos contra Benito Juárez y
Lerdo de Tejada, trajeron consigo un ejército muy numeroso y bastante propenso a insurreccionarse.
Los altos mandos de las fuerzas armadas sentían que el poder político era un botín al cual tenían todo
El derecho. Díaz realizó una política de premiar a los diversos generales. Por medio de alianzas políticas
Y económicas, Díaz pudo introducir una nueva dinámica en el ejército y termino con los motines y
Levantamientos. El mantener un ejército unido y disciplinado fue la base de su gobierno dictatorial.
Durante la etapa porfirista se hizo más clara la existencia de desigualdades sociales, que agrupaban por
Un lado a la mayoría de la población obrera y campesina, que representaba 70% de la población
Económicamente activa, 29% lo conformaban pequeños propietarios (rancheros) y profesionales libe-
rales (médicos, licenciados, ingenieros, maestros). El otro 1% restante lo conformaba una minoría,
Representada por dos grupos a los que favoreció el porfiriato: la burguesía extranjera y la burguesía
Nacional. Los grupos favorecidos por el porfiriato fueron los terratenientes, los militares, la alta jerar-
quía eclesiástica, los banqueros y administradores de las compañías extranjeras. Para mantener este sistema de desigualdad social fue necesario disponer de un ejército antipopular.
Una vez que Profirió Díaz asumió el gobierno, planteó anular a los antiguos seguidores de Juárez. Mu-
chos De los antiguos juaristas e importantes de Díaz fueron desterrados; otros fueron ganados para la política porfirista. Otra forma de anular la resistencia de sus enemigos fue la represión física, como la
sublevación en Tlacotalpan y Alvarado, en Veracruz.
La oposisión mas franca al régimen de Díaz fue la revolucionaria. Publicaciones revolucionarias como
El diario del Hogar, El Amigo del Pueblo, La Alianza de los Obreros, El obrero y el hijo del Ahuizote,
eran clausurados y sus impresores detenidos. Todas estas publicaciones, de pleno enfrentamiento al
gobierno del dictador Díaz, eran consideradas en esa época como prensa de arrabal. La actitud repre-
siva en contra de las ideas de la oposición hicieron posible la irrupción violenta d las masas integradas
por miles de inconformes con la situación económica del país en 1910.
Desde antes de la llegada de Díaz al poder, las medidas reformistas permitían los despojos en contra
en contra de las comunidades indígenas para favorecer a los hacendados. En Puebla y Morelos se
realizaron huelgas de peones en 1880; también se rebelaron los Zapotecas en Juchitán, en 1881; el
levantamiento de los indios mayos en Sonora, en 1891; la rebelión de Tomochic, 1882. Para finales
del siglo XIX, la guerra que se ha dado en llamar guerra de castas tuvo como desenlace la represión.
La huelga estaba prohibida legalmente. El descontento social alcanzó tales proporciones que durante
el porfiriato estallaron 250 huelgas.
Después de 4 años de ausencia en el gobierno, Porfirio Díaz retornó a la presidencia en 1884 y no la
abandonó sino hasta
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