Presupuesto General del Estado
Enviado por jjri • 2 de Octubre de 2013 • 2.097 Palabras (9 Páginas) • 483 Visitas
Universidad José María Vargas
Facultad de Administración, Gerencia y Contaduría
Cátedra: Comercio Internacional
ANÁLISIS DESCRIPTIVO
Alumna:
Jocirmar Rivas
C.I.: 17.610.423
Prof. Rossana Sandoval
Caracas, Septiembre 2013
Modelos de teorías del Comercio Internacional.
A finales del Siglo 18 y principios del 19, Adam Smith y David Ricardo, investigaron las causas del comercio internacional tratando de demostrar los beneficios del libre comercio. Smith sostenía que, con el libre comercio, cada país podría especializarse en la producción de aquellos bienes en los cuales tuviera una ventaja absoluta (o que pudiera producir de manera más eficiente que otros países) e importar aquellos otros en los que tuviera una desventaja absoluta (o que produjera de manera menos eficiente).
Esta especialización internacional (o división internacional del trabajo) conduciría a un incremento de la producción mundial, el cual sería compartido por los países participantes en el comercio. Pero, ¿qué sucedería si un país no posee una ventaja absoluta en ningún producto? ¿Cesaría, en tal caso, el comercio entre ellos? Esta cuestión encuentra solución en la teoría de las ventajas comparativas de D. Ricardo que estableció que aun cuando un país tuviera una desventaja absoluta en la producción de ambos bienes con respecto al otro país, si los costes relativos (o coste de un bien medido en términos del otro bien) son diferentes el intercambio es posible y mutuamente beneficioso. La nación menos eficiente debería especializarse en la producción y exportación del bien en el cual su desventaja absoluta es inferior. Este es el bien en el que el país tiene ventaja comparativa. Por otro lado, el país debería importar el bien en el que su desventaja absoluta es superior, o sea, el bien en el que tiene desventaja comparativa. Esto se conoce como Ley de la ventaja comparativa.
El modelo Ricardiano.
Este modelo se centra en la ventaja comparativa y es probablemente el concepto más importante en la teoría del comercio internacional, donde los países se especializan en producir lo que mejor hacen. Este modelo predice que los países se especializarán completamente en lugar de producir una amplia gama de mercancías. No considera las dotaciones de factores, como las cantidades relativas de trabajo y capital disponibles en un país. Muchas veces no está lo suficientemente fundamentado, por lo que recibe muchas críticas y es el menos aceptado en el mundo por sus incoherencias y afanes de capitalizar aquellos países desarrollados y desacreditar los países en vías de desarrollo.
Cada país podría especializarse en la producción de aquellos bienes en los cuales tuviera una ventaja absoluta (o que pudiera producir de manera más eficiente que otros países) e importar aquellos otros en los que tuviera una desventaja absoluta (o que produjera de manera menos eficiente)
El Modelo Clásico de Adam Smith.
Los orígenes del enfoque clásico se remontan a hace más de 200 años, por lo menos al famoso economista escocés Adam Smith. En 1776, publico su obra clásica llamada: Las Riquezas de las Naciones, en la que propone el concepto de mano invisible. Este concepto se basa en que, si hay mercados y los individuos gestionan sus asuntos económicos buscando su propio provecho, la economía en su conjunto funcionara bien. En palabras de Smith, en una economía de mercado los individuos, en su búsqueda de su propio provecho, parecen llevados por una mano invisible a maximizar el bienestar general de todos los miembros de la economía.
La escuela clásica del pensamiento está compuesta por ideas de Adam Smith, David. Ricardo, entre otros. En términos generales para estos autores el crecimiento de las economías se basaba fundamentalmente, en la evolución que experimentaba el progreso tecnológico en la relación con el proceso demográfico.
El aumento de la productividad económica en el plano de la empresa solo significa, en algunos casos, aumento de la tasa de ganancia para el empresario, sin repercusión en el nivel del ingreso global. Por consiguiente no se debe confundir el aumento de productividad en el plano micro económico con el desarrollo, el cual difícilmente puede concebirse sin aumentos del ingreso real per cápita. No obstante, el aumento de la productividad física en el plano de la empresa es un fenómeno de gran importancia para el mecanismo del desarrollo, por el hecho de que, casi siempre, dicho aumento se basa en la introducción de nueva tecnología y contribuye a liberar mano de obra.
Adam Smith se planteó este problema, ¿Porque aumenta el producto social?, él pensó que la causa última de tal fenómeno radicaba en los progresos de la división del trabajo, en la cual vio tres virtudes: aumento de habilidad en el trabajo, economía de tiempo y posibilidad de utilización de maquinaria. Siguiendo a J. B. Say, los clásicos de la primera mitad del siglo XIX clasificaban los "elementos de la producción" en tres factores: tierra, capital y trabajo. No obstante, atribuía al trabajo el origen de todo "valor". Con todo, la cantidad de trabajo que podía ser empleada se hallaba determinada por el total del capital acumulado. Esa teoría establecía implícitamente que el nivel de los salarios reales no era arbitrario, y que, por consiguiente, no podía ser modificado por la acción de los sindicatos o del gobierno, sino que dependía de la oferta de trabajo y de la capacidad de empleo de la economía. Ahora bien, la capacidad de empleo era una función de la acumulación del capital.
El modelo de Heckscher-Ohlin.
Fue creado como una alternativa al modelo Ricardiano de ventaja comparativa. A pesar de su mayor complejidad no ha probado mayor precisión en sus predicciones. Aun así, desde un punto de vista teórico brinda una elegante solución incorporando el mecanismo neoclásico de precios en la teoría del comercio internacional.
La teoría dice que el patrón de comercio internacional está determinado por diferencias en las dotaciones de trabajo. Predice que los países exportarán aquellos bienes que hacen uso intensivo de los factores abundantes localmente e importarán bienes que hacen uso intensivo de los factores que son localmente escasos.
La teoría de la ventaja comparativa no explica por qué los costes relativos difieren entre los países. La aportación de dos economistas suecos, Eli Heckscher, en 1919, y Bertil Ohlin, en 1933, ha tenido una influencia decisiva para determinar la causa del comercio internacional.
Heckscher afirmaba que «...los requisitos
...