Primeros planteamientos psicológicos en las Ciencias del Espíritu.
Enviado por Javier Alberto Soto Cortez • 21 de Agosto de 2017 • Ensayo • 1.097 Palabras (5 Páginas) • 258 Visitas
Primeros planteamientos psicológicos[pic 1]
en las Ciencias del Espíritu.
La psicología filosófica es una psicología que se desarrolla en el marco de la filosofía, pero, poco a poco fue recibiendo influencias de las ciencias empíricas hasta que en el siglo XIX dio un paso definitivo como una ciencia experimental ya que para el análisis del fenómeno de la vida mental utilizo el método de las ciencias naturales.
El principal problema en la filosofía medieval es la existencia del mundo mismo, el hecho de que dios haya creado todo lo que existe y es por eso que el hombre medieval reflexiono sobre sí mismo y se dedicó a buscar por el mundo rastros del plan creador de dios. Ésta filosofía siguió dos orientaciones: la de Agustín de Hipona y la de Tomás de Aquino.
La Agustiniana es una psicología humana muy introspectiva, que no observa hacia el exterior para describir que es el hombre, sino que se enfoca en la interioridad humana para desvelar su verdadera realidad y cuyo objeto es una sustancia espiritual que tiene una actividad independiente del cuerpo. Tomás supera el dualismo espiritualista y señala que el alma es subsistente, pero que lleva una relación intrínseca a la materia sin la cual no puede existir. La unión alma-cuerpo es un bien y fuente de bienes. El cuerpo y el alma no son dos sujetos reales, de forma que cada uno posea por sí sólo su razón de existir y de obrar, sino que forman un sólo sujeto de ser y de obrar. Se entiende que es el alma racional, el intelecto y la forma sustancial del cuerpo.
Lo más importante en el paso de la Edad Media a la edad Moderna fue la modificación del humanismo, esto rechazó las especulaciones teológicas y cosmológicas para poner a la persona en el centro de las preocupaciones. El pensamiento fue centrándose cada vez más en el ser humano y cada vez menos en Dios. La concepción medieval del mundo y del universo acabó siendo sustituida por otra científica, matemática y mecanicista.
Los datos directos obtenidos por una experiencia atenta comenzaron a ser más valorados y fueron sustituyendo la especulación. Este modo de conocimiento en el que la experiencia prima sobre la razón aspiró a formar leyes generales que eran capaces de explicar los fenómenos, favoreció un despliegue del saber con la aparición de ciencias, singularmente de la naturaleza.
El campo de la naturaleza inorgánica se redujo a elementos, lo que convirtió la naturaleza en un conjunto de entidades cuantitativas, asentando el principio de que la objetividad del mundo consiste en la proporción matemática implícita en las cosas.
El mecanicismo en las explicaciones de lo inorgánico pasó a las ciencias de lo orgánico, en términos de un mecanicismo fisiológico. La tendencia de considerar el cuerpo como máquina fue incrementando hasta llevarla a la concepción del cerebro, y de aquí al pensamiento. La mecanización de la imagen del mundo dio paso a la mecanización de la imagen de la persona. Ya casi nada se parecía esta nueva concepción científica, con el viejo concepto que se había manejado en la época medieval.
Descartes intentó fundar una ciencia universal, en la que se realizara el triple ideal de unidad de la ciencia, del método y de certeza. “El conocimiento, la ciencia, no debe partir de la realidad de las cosas para llegar a la idea, sino que debe comenzar de la idea para llegar a la realidad: de una idea que sea evidente a la razón” – Descartes.
En la antigüedad el alma tenía un sentido entitativo, sólo era principio de la actividad vital a través de las diferentes facultades. Para Descartes, por el contrario, el alma es actividad y sobre ella fundamenta toda la vida psíquica. El pensamiento es esencial a todo ser de naturaleza espiritual. La esencia del alma es ser pensamiento, y el de la materia es ser extensa, si la materia dejara de ser extensa, dejaría de ser materia y eso pasa también con el alma, no puede dejar de pensar, porque dejaría de existir.
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