Proceso Migratorio Argentino

                           Proceso inmigratorio argentino

  En 1850, comenzaron a abrirse las puertas a la inmigración en la Argentina. Durante la presidencia de Mitre comenzó a tomar fuerza, para hacerse más fuerte aún durante la presidencia de Sarmiento, quién veía en Europa, la fuente  civilización y cultura.

  Un gran defensor de la inmigración fue  Alberdi quien afirmó, en su libro “Bases …”, en 1852, que “gobernar es poblar”, pero no de cualquier manera, sino con educación, apostando al progreso, grandeza y prosperidad de la patria.

  Los requerimientos de mano de obra para los nuevos trabajos generados por la producción agrícola y ganadera, impulsaron la llegada de miles de inmigrantes que cambiaron profundamente la organización tradicional en la sociedad argentina.

     Esta sociedad  estaba constituida por un grupo perteneciente a la alta sociedad compuesto por los descendientes de españoles, los políticos de la Independencia, los estancieros;  luego, una clase media (profesionales, empleados de comercio, empleados públicos) y los sectores humildes (los peones de campo, obreros de frigorífico, de ferrocarril o de la poca industria existente).

  En 1869, el 12,1 % de los habitantes de Argentina eran extranjeros y en 1914 el porcentaje ascendió al 30,3 %.

  Debido a los cambios económicos y la inmigración masiva, tuvo lugar una modificación de la estructura de la sociedad argentina. Un rasgo notable fue el crecimiento de los sectores medios que de aproximadamente un 10 % en 1869, pasaron a representar un 25,2 %  en 1895. Paralelamente disminuyó el analfabetismo, gracias a la Ley de Educación común, primaria, obligatoria, laica y gratuita.

  Entre 1870 y 1929 llegaron a la Argentina más de seis millones de inmigrantes europeos.

    El gran proceso inmigratorio se inicia en Argentina en 1856, año en que llegaron los primeros inmigrantes provenientes de Suiza, aunque algunos eran franceses y alemanes, estableciéndose en Esperanza, Santa Fe, el 8 de septiembre, hoy recordado como el “Día del Agricultor”.

   Los principales pueblos o grupos étnicos que llegaron a nuestro país fueron italianos, españoles, franceses, sirios-libaneses, ingleses, alemanes, armenios, rusos, polacos, suizos y galeses. También vino un importante número de judíos, quienes habitaban en distintos países de Europa.

   Algunos de ellos sencillamente buscaban un estilo de vida mejor, pero muchos llegaron porque Europa se había convertido en un polo de rechazo de población, debido al crecimiento demográfico, a la crisis agrícola que generaba desocupación y hambre, y también, a causa de las guerras y conflictos religiosos.

La inmigración europea se vio favorecida por:

• Los adelantos en la navegación marítima, ya que hicieron que los traslados fueran más económicos y más rápidos.
• Las disposiciones del gobierno argentino para atraerlas: financiamiento de pasajes, hospedaje, alimentación a la llegada al puerto de -Buenos Aires y traslado a su lugar de residencia.

  La mayoría de los inmigrantes eran agricultores de sexo masculino. Inicialmente se instalaron en las regiones donde se estaba produciendo la expansión agrícola. Luego, al verse cubiertas las necesidades rurales y no poder acceder a la propiedad de la tierra (debido a que las mejores tierras ya estaban ocupadas y eran propiedad de grandes terratenientes), se instalaron en los centros urbanos de Buenos Aires y el Litoral.

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