Profesiones antiguedad

Durante la antigüedad hubo un momento en el cual el ritmo de crecimiento de la población fue muy acelerado, de esta manera se requirió de la expansión de los cultivos para mantener el equilibrio entre la población. Por lo tanto tuvieron que mejorar las técnicas que se tenían para facilitar la agricultura, se logro un mayor perfeccionismo en el arado de rueda, el sistema de tiro de animales y los molinos de viento.
Consecuente con esto el comercio comenzó a ser igual de importante, ya que el crecimiento de la tecnología estableció desde épocas pasadas una mayor comunicación entre los pueblos lo que permitió la comercialización. Quienes tenían las mejores naves, tanto pequeñas como  medianas podían transitar grandes distancias para recorrer las costas occidentales de Europa, pero además llegar a Rusia y América. El comercio estaba estimulado con productos como las pieles finas, las cuales eran muy apreciadas en toda Europa,  además de dedicarse a la piratería y al robo. Con la ayuda de la brújula quienes se dedicaban a trasportar mercancías lograban establecer mejores rutas de comercio y de esta manera estar mayormente orientados.

Por otra parte la vía terrestre era otra forma de comercialización, el uso de caballos con cargas les permitían  comercializar algunos productos. Además
el comercio es el factor fundamental para el resurgimiento de las ciudades algunas herederas de las antiguas y otras completamente nuevas. Dentro del sistema feudal, las ciudades constituyen una ruptura desde el momento en que no pertenecen al campo ni se dedican a la producción agrícola, por lo que no deben su existencia a la voluntad de algún señor propietario de la tierra y tampoco deben vasallaje o servidumbre.

Además la economía se basaba en la producción artesanal de todo tipo de productos los cuales posteriormente eran comercializados con el  mercado local y el regional.
Por lo tanto los artesanos constituyeron la fuerza productiva de las ciudades medievales, logrando niveles de producción muy superiores a los que se podían conseguir en el medio rural de los campesinos, siervos y trabajadores dependientes del señor feudal. Los artesanos establecieron sus talleres cercanos o dentro de sus propias casas, que a su vez podían estar ubicados en barrios especializados según la artesanía que producían. Estos talleres estaban equipados con el mobiliario y herramientas especializadas para cada trabajo, con lo cual sus productos los construían cada vez con mayor rapidez, mejor diseño y calidad.

Valenzuela, s. (s.f.). La Baja Edad Media en Europa: evolucion económica, social, politica y cultural.

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