Pueblos Indigenas

El desarrollo de los pueblos indígenas ha sido históricamente limitado por diferencias de orden cultural, social y económico. Las desventajas que encuentran estos grupos ante las políticas económicas establecidas por los grupos en el poder, tienen orígenes diversos, sin embargo, la educación indígena es uno de los principales mecanismos de reproducción de un sistema que discrimina, excluye y elimina la diversidad cultural del país.

La educación indígena impartida en el territorio nacional, responde a políticas exteriores que desconocen la cosmovisión ancestral de los pueblos indios, que no respetan su identidad y contribuyen a la desaparición de la diversidad cultural.

Esta educación diseñada desde el exterior representa una educación “para indígenas”, para mantener a las minorías étnicas en un estado de inferioridad constante.

Para contrarrestar estas políticas indigenistas se han creado en nuestro país proyectos de educación indígena alternativa, basados en las necesidades de los propios pueblos, atendiendo a la recuperación de sus raíces históricas y herencia cultural como primer paso para una educación bilingüe que permita partir de un conocimiento de la cultura materna al interior de los grupos indígenas y una posterior inserción en la cultura nacional mestiza.

La historia de nuestro país se encuentra llena de desigualdades y conflictos entre los miembros de su población desde la aparición de los primeros pueblos que habitaron este territorio, así como en el transcurso de su desarrollo y la construcción gradual de su identidad. Las recientes celebraciones son prueba de que, el pueblo sabe sobre su pasado solo lo que unos cuantos quieren que sepa, pero ignora mucho de lo que debería saber.

La mayoría de la población sabe (o al menos ha escuchado) acerca de los pueblos prehispánicos que habitaron nuestro país antes de la llegada de los españoles, conoce también monumentos arqueológicos que aún sobreviven en algunas regiones del territorio nacional, tiene una noción vaga, débil, incluso tendenciosa de la historia, pero parece negar la existencia de grupos humanos que son el remante histórico de ese pasado, grupos indígenas que aún conservan una cultura propia, lenguas, rituales y tradiciones. Que han sobrevivido a pesar del abandono, el rechazo del resto de la población, la implementación de políticas desfavorables que los han llevado al borde de la desaparición y que hoy se encuentran en franca decadencia.

El mexicano se refiere a lo indígena con un doble discurso, una doble moral: con orgullo habla del pueblo Azteca, de sus hazañas, se envuelve en esa gloria milenaria, se identifica con penachos de hermosos plumajes, escudos, danzas y sacrificios humanos. Expresa su grandeza al mundo, grita a los cuatro vientos su origen se adueña de una cultura y de un pasado lleno de esplendor. Sin embargo, al hablar del indio, el vínculo vivo, con ese pasado lleno de grandeza y orgullo, todo cambia. Se niega a los pueblos indígenas, el mexicano siente vergüenza de ese pasado, lo usa como parte de un atractivo turístico, ve lo indio como algo pintoresco, algo ajeno, tan solo como una imagen que no debería representar al mexicano, se usa la palabra “indio” como insulto, entonces el indio ya no es más que un ignorante, un extraño, es el otro, el diferente, el inferior.

Resulta difícil precisar en donde surgen estas ideas opuestas, esta dualidad en el tema del indio, ¿quién dice cuándo lo indio es motivo de orgullo y cultura y cuándo es sinónimo de ignorancia e inferioridad? Quinientos años de desigualdad y desprecio no fueron suficientes para desaparecer estos grupos, pero han configurado una imagen estereotipada del indio actual, imagen que el mexicano se forma de él, la cual puede tener muchas fuentes, entre los que se pueden mencionar los mass media, el discurso de la élites políticas gobernantes, las versiones históricas que muestran al indio como un perdedor, un ser inferior o un ignorante, pero sin lugar a dudas, es la educación que recibe el mexicano, la que determina el concepto que en general se tiene del indio.

Tomando a la educación como una responsabilidad

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