Relato enmarcado
Enviado por Susana Beatríz González • 7 de Diciembre de 2015 • Informe • 2.248 Palabras (9 Páginas) • 512 Visitas
Relato enmarcado
Desde la antigüedad, se han escrito “textos”, cuya palabra deriva de un verbo latino que significa tejer, podríamos nombrar el Libro de los exemplos del conde Lucanor o Libro de Patronio, que contiene 51 textos con estructura narrativa, donde un conde plantea un problema y le pide que lo oriente y su consejero le contesta con un relato, que encierra una sentencia o moraleja, a modo de consejo.
Giovanni Bocaccio, quien escribió El Decamerón, que representa un grupo de jóvenes, que huyendo de la peste, se refugian en una casa de campo. El texto se divide en diez jornadas, en cada una de las cuales cada joven cuenta una historia.
Geoffrey Chaucer, quien no logra terminar la historia que lo hace transcender The Canterbury Teles, que desarrolla la historia de un grupo de peregrinos quienes se encuentran en una posada y acuerdan seguir juntos el viaje y en el ínterin cuentan historias para matar el tiempo.
Cada uno de estos autores se refiere a su trabajo en forma diferente, lo que si se debe reconocer, que están escritos en prosa.
Exemplo, novella, tale
En castellano, Don Juan Manuel llama «exemplo» a cada una de las unidades que componen su libro; Bocaccio, en italiano, «novella»; y Chaucer, en inglés, «tale». ¿Qué significan esos términos? ¿Cómo se vinculan con «cuento» y con «novela»?
«Exemplum» (palabra latina) es una estrategia argumentativa: consiste en la narración de una historia (ficcional o no) que se compara con el caso que esté en discusión. Implica un razonamiento inductivo. Los predicadores cristianos usaban el exemplum insertándolo en sus sermones.
En el caso de la “novella” como Boccaccio llama a sus textos, deriva de la palabra italiana “noticia o novedad”, con la que se dignaba a las colecciones de relatos breves, como los de El Decamerón. Otro ejemplo lo tenemos en El Quijote, en el cual Cervantes insertó relatos breves, este autor, escribió además Novelas ejemplares, compuesta por relatos medianamente extensos, de historias de amor, aventura y cautiverio combinadas con sátira social.
Los alemanes supieron atribuir a la Novelle un desenlace inesperado transformando el hecho en un suceso inaudito.
Por su lado Chauser denominaba a sus historias como Tales, que en ingles significa: historias de eventos imaginarios, informe y descripción, tal vez no completamente verdaderos, de un evento o situación (en castellano cuento), que pueden ser escritos u orales, en verso o prosa, en el caso de Chauser compuso los suyos en verso, en tales hay una característica que lo diferencia del cuento y es que tiende a representar una voz que habla. Pero los límites de esta no están del todo delimitados pudiendo con respecto de otras formas, como las de short story, distinguiéndose ambas de la novela por su extensión más breve, y entre ambas la diferencia en que tales es una narración de tradición oral y short story de tradición literaria.
Lo que por un lado también remite a la diferencia de cuento y novella, que en un principio se consideraban relatos breves estableciéndose la diferencia entre ambas en que cuento aludía a relatos espontáneos, populares, recordados por la memoria y en forma orales, pudiéndoselo considerar como chiste, por lo que es necesario una vuelta de tuerca para incluir un carácter jovial y un buen remate. Se puede establecer una conexión entre cuento y romance debido a las características de similitud que tienen, distinguiendo el romance por ser narraciones en verso ligadas a la épica y a la lírica.
Cuento y novela:
La revisión de términos que acabamos de hacer evidencia que el sentido de “novela” ha evolucionado: pasó de designar narraciones breves a señalar relatos extensos. Hoy llamamos “cuento” a formas que fueron llamadas “novela”.
“cuento” deriva de “contar”, y el sentido numérico de este verbo es importante cuando estamos revisando que el origen de la novela está en una especie narrativa que se elabora a partir de la enumeración de cuentos.
Las relaciones que podemos establecer hoy entre “cuento y novela”, primeramente, que el lector contemporáneo distingue entre estos dos vocablos es, la extensión del relato. Es una extensión que se intenta medir por cantidad de palabras o por el tiempo de lectura.
Hay autores que difieren en cuanto a la relación que se establece entre novela y cuento. Más polémica se vuelve la cuestión, pero la relación queda establecida.
Mientras José ortega y Gasset dice: “la novela ha de ser hoy lo contrario del cuento”, Boris Tomasevskij afirma: “la novela, como gran forma narrativa, no es en general más que la unión de varios cuentos”: Uno y otro argumentan sus posiciones a partir de su concepción de los personajes. Para Ortega y Gasset, el cuento se centra en la narración de una acción, atrae por la aventura que plantea; mientras la novela complace porque da vueltas alrededor de un personaje, lo que muestra con la riqueza completa de su vida hasta que lo percibimos como a un viejo amigo. Para Tomasevskij, el personaje puede concebirse, como una estrategia para ligar los cuentos.
Entre uno y otro polo de la polémica, lo cierto es que la novela puede reconocerse como uno de los géneros discursivos más flexibles; y esa flexibilidad alcanza también a los personajes. Mijaíl Bajtin le reconoce a la novela la capacidad de presentar múltiples voces. La novela permite crear personajes autónomos, que tengan discurso propio. La multiplicidad de personajes de los cuentos de Patronio y la de personajes y narradores que cuentan cuentos en El Decamerón y en the Canterbury Tales podrían entenderse como variantes de esa novela polifónica que concibe Bajtin. Pero la cuestión es discutible porque el tipo de cuento que aparece en el origen de la novela es uno en particular: el cuento enmarcado.
El cuento enmarcado
Los aportes de la tradición oriental y de la tradición latina
Las tres obras antes nombradas son reconocidas como origen de la novela europea en lenguas modernas. Pero la novela europea tiene raíces en la literatura griega y latina, y ha sido siempre atraída por literaturas más exóticas. El rasgo común a El libro del conde Lucanor, El Decamerón y Los cuentos de Canterbury, el enlazar series de relatos breves, ya había sido experimentado por otros escritores y disfrutado por otros público. Las mil y una noches es un ejemplo, generalmente reconocido: condenada a muerte, una narradora relata cuentos que van postergando su ejecución porque el rey quiere escucharlos. En las fuentes de la tradición grecolatina encontramos a Metamorfosis, también conocida con el nombre de El asno de oro. Escrita en latín, por Apuleyo en el siglo II, es un texto que hoy reconocemos como novela, aunque ni el autor, ni los romanos lo denominaron así y nos relata la conversión de un hombre a la religión de Isis (la relación de lo occidental y lo oriental ya era productiva en la Antigüedad). El narrador de El asno de oro, Lucio, abre su discurso anunciando que, si el lector se lo permite, lo complacerá enlazando fábulas variadas de Mileto y que se las susurrara al oído. Así ya se plantea una relación entre un trabajo de escritura que se funda en narraciones orales preexistentes. Aclara y destaca que su propio trabaja está en el «coser» una historia con otra. La escritura conecta relatos que el escritor no inventa, sino que ha escuchado en otro lado.
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